Banda de asesinos a sueldo operaba en Iquitos: la Diviac captura a responsables y revela que armas provenían de Ecuador y Brasil

Liderazgo de ‘Tuky’ y Katy Ferreira: Joyner Navarro Tamani y su pareja dirigían la organización, planificando y ejecutando asesinatos a sueldo

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La banda operaba más allá de Perú, extendiendo su influencia a Brasil y Colombia. (Composición: Infobae / capturas)
La banda operaba más allá de Perú, extendiendo su influencia a Brasil y Colombia. (Composición: Infobae / capturas)

En el mundo del crimen organizado, la historia de ‘Los Sicarios de Gabriel’ destaca por su brutalidad y precisión. Este grupo, liderado por Joyner Navarro Tamani, alias ‘Tuky’, y su pareja Katy Ferreira, convirtió el asesinato a sueldo en su negocio principal, dejando una estela de terror en Iquitos.

La frialdad con la que operaban estos sicarios quedó evidenciada en varios videos que capturaron sus crímenes. Uno de los más impactantes muestra el asesinato del exfutbolista Emerson Yalta Gonzales, quien intentó escapar, pero fue alcanzado por las balas. Los sicarios actuaban como máquinas de matar, haciendo del asesinato ha pedido su modo de vida.

Red internacional de sicarios

El crimen de Braga López destaca la creciente inseguridad que enfrenta Perú, con la delincuencia y el sicariato en aumento, según informes de la ONU y el INEI. (Composición: Infobae)
El crimen de Braga López destaca la creciente inseguridad que enfrenta Perú, con la delincuencia y el sicariato en aumento, según informes de la ONU y el INEI. (Composición: Infobae)

La organización no solo operaba en Perú, sino también en las fronteras de Brasil y Colombia. Según el coronel Franco Moreno Panta, jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), los homicidas cobraban entre 2 mil y 3 mil dólares por cada asesinato. “Pagaban por cada bala en el cuerpo de la víctima”, señaló para Contracorriente.

La caída de ‘Tuky’ y su banda comenzó con una operación de inteligencia que duró varios meses. Agentes encubiertos y drones fueron esenciales para localizar su escondite. En el momento de su captura, el sujeto no mostró remordimiento alguno, reflejando el perfil de un asesino a sueldo que poco valoraba la vida humana. Katy Ferreira, su pareja, jugaba un rol crucial en la organización, siguiendo a las víctimas y planificando los asesinatos. Ambos fueron capturados y enfrentan cargos por homicidio, sicariato y tenencia ilegal de armas.

La banda es responsable de al menos 14 muertes, entre ellas las del arquitecto Tomas Vela Huanaquiri y el DJ Mauro Braga López. Estos crímenes sacudieron la ciudad de Iquitos, sembrando el miedo entre sus habitantes. La vigilancia constante por aire y la infiltración de agentes de inteligencia finalmente llevaron a la captura de los sicarios.

Planificación meticulosa

Jeferson Arcentales Ferreira, de 21 años de edad, ha sido capturado y liberado en varias ocasiones. Actualmente se encuentra en Perú | Foto: PNP.
Jeferson Arcentales Ferreira, de 21 años de edad, ha sido capturado y liberado en varias ocasiones. Actualmente se encuentra en Perú | Foto: PNP.

Katy Ferreira se encargaba de seguir a las víctimas, vigilando sus rutas y movimientos. Una vez que tenía toda la información, los gatilleros atacaban con precisión. La organización se mantuvo en la clandestinidad durante meses, aterrorizando la ciudad de Iquitos con sus ráfagas de disparos.

La Diviac realizó una exhaustiva investigación que incluyó la homologación de municiones y casquillos. Esto permitió confirmar que los crímenes estaban relacionados y eran obra de la misma organización. La evidencia recopilada y la vigilancia constante llevaron a la captura de los principales sicarios.

La organización estaba compuesta por varios sicarios, entre ellos Marcos Jonathan Serna Caballero, Gerson Bustamante Pérez, Luis Apagueño y Jefferson Ferreira. Estos individuos fueron capturados en un operativo llevado a cabo por la Diviac. A pesar de sus esfuerzos por borrar evidencias, los sicarios no pudieron escapar de la justicia.

El grupo cometió una serie de asesinatos que estremecieron a Iquitos. Uno de ellos fue el de un pequeño empresario dedicado a la venta de comida, quien fue emboscado poco después de abandonar su negocio. El 20 de enero de 2024, Emerson Yalta Gonzales fue acribillado mientras intentaba huir en su moto. Los sicarios, los mismos que acabaron con el arquitecto Vela, fueron identificados gracias a la homologación de las municiones utilizadas.

Los ataques se realizaban en grupos, como cuando atacaron a un abogado en su estudio jurídico, hiriendo también a su asistente André Cubas. Las cámaras de seguridad captaron a dos sujetos llegando en una motocicleta, uno de los cuales ingresó al inmueble y perpetró el asesinato. Poco después, el mecánico Carlos Acevedo Agustín fue atacado a balazos cuando se encontraba en un mototaxi, tras negarse a pagar extorsiones.

Las armas utilizadas por la banda provenían de Colombia, Brasil y Perú. A pesar de los intentos por borrar evidencias, como arrojar las armas al río, la Diviac logró seguirles el rastro y reunir pruebas suficientes para capturarlos. El organigrama de la banda incluía a varios sicarios, quienes operaban bajo la dirección de ‘Tuky’ y Katy Ferreira.

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