Tragedia ambiental en Perú: Incendios forestales en Amazonas, Áncash y Huancavelica dejan un muerto y consumen cultivos

En los últimos días, diversas regiones del Perú han sido azotadas por destructivos incendios forestales que han dejado a su paso grandes pérdidas materiales y humanas.

El primero se dio en una zona forestal del distrito y provincia de Chachapoyas, en la región Amazonas, la cual quedó consumida por las llamas de un incendio cuyo origen aún se desconoce. Según informaciones de medios locales, el fuego duró más de 24 horas y destruyó varias hectáreas en la zona de Pencapampa.

Los informes iniciales indican que el siniestro comenzó la tarde del 17 de julio en los alrededores de La Ladrillera, situada en la periferia de la ciudad de Chachapoyas. La conflagración se extendió rápidamente debido a los intensos vientos que han azotado la región recientemente, facilitando la propagación de las llamas.

Imágenes captadas en el lugar mostraron una gran llamarada sobre el cerro Mitopampa que pronto comenzó a extenderse. En medio de gritos, los pobladores pedían desesperadamente ayuda para apagar el incendio, ya que los esfuerzos de los bomberos y de la Policía Nacional resultaban insuficientes para controlar la situación a pesar del tiempo transcurrido.

Ante el aumento del fuego y la situación incontrolable, se sumó personal de la Plataforma de Defensa Civil. Comunicadores locales, como Gilmer Díaz, reportaron que el fuego alcanzó a escasos metros de las viviendas, provocando una mayor desesperación entre los moradores que temían por sus hogares y sus vidas.

Mientras las brigadas trabajaban arduamente en la zona de Pencapampa, se reportó otro incendio en un botadero de basura, en el sector Rondón, en Pampas De Higos Urco, lo que movilizó a un nuevo grupo de bomberos, miembros de Defensa Civil y personal de la Municipalidad de Chachapoyas. Estos equipos trabajaron incansablemente hasta la medianoche del día siguiente para controlar la situación.

Latina Noticias llegó hasta la zona del siniestro confirmaron que el incendio fue finalmente controlado en su totalidad. Afortunadamente, no se registraron víctimas ni daños a las viviendas. Sin embargo, la flora y fauna resultaron gravemente afectadas, dejando un panorama desolador en la región.

Asimismo, reportes de varios moradores en redes sociales como Facebook indicaron que la mañana de este 19 de julio, el cielo de Chachapoyas se muestra gris y se respira un aire denso debido al humo del incendio.

En el sector de Tintay, distrito de Mollepampa, provincia de Castrovirreyna, región Huancavelica, alrededor de 50 hectáreas de cultivos de trigo y cebada quedaron destruídas por el fuego. Según el reporte de RPP Noticias, casi 30 pobladores y autoridades de la Municipalidad de Mollepampa intentaron aplacar un incendio forestal que dio inicio la tarde del 17 de julio en dicho sector.

Con el uso de extintores, ramas de árboles y tierra, los moradores pusieron su vida en riesgo y trabajaron por varias horas sin éxito hasta la llegada de los bomberos que lograron controlar la situación en un primer momento. No obstante, la emergencia se reactivó y el trabajo de los hombres de rojo se prolongó hasta las primeras horas de este 19 de julio.

El alcalde de Mollepampa, Glucerio Sánchez Curahua, informó que el incendio afectó las localidades de Ciutay, Canchina, Pauran y otros lugares cercanos, perjudicando a agricultores que perdieron sus cultivos, forraje y equipos de riego.

La tarde del 18 de julio, en el sector Shunpun en el distrito de Pacllón, provincia de Bolognesi, región Áncash, se reportó otra emergencia de incendio forestal, cuyas llamas alcanzaron varios metros de altura debido a los intensos vientos en la zona que dejó varios cultivos de habas, centeno y trigo afectados.

Según el reporte del Centro de Operaciones de Emergencias Regional (COER) de Áncash, el fuego afectó algunas viviendas en la localidad de Huari, donde lamentablemente un hombre perdió la vida. El fallecido, identificado como el docente Luis Castro Zorrilla, murió debido a la intensa humareda mientras intentaba sofocar las llamas que alcanzaron su predio, ubicado en una zona de eucalipto.

Se presume que ambas situaciones habrían iniciado por la quema de hierba seca en una chacra de la zona y los fuertes vientes que que se vienen registrando. “Estas prácticas ancestrales de la quema de residuos de plantas secas debe de desterrarse, pero para eso tiene que capacitarse a los agricultores sobre los daños qué causan, actuar de manera educativa y preventiva. Nuestras autoridades locales, como siempre, duermen el sueño de los justos y actúan reactivamente y casi nunca de manera preventiva”, lamentó un morador de la zona.