En un colegio en las afueras de Lima, el incesante “¡Un, dos, un, dos!” retumbaba en el patio. Esta melodía rítmica señalaba un día de preparación para el desfile cívico escolar que se realizaría en el frontis de la institución. En una despejada mañana de julio, los estudiantes se alineaban en filas perfectas, moviendo sus piernas al unísono, con rostros que irradiaban concentración y un orgulloso sentido de pertenencia.
Minutos antes del ejercicio, los alumnos llenaban sus cuadernos Justus o Loro con apuntes y dibujos, y ahora marcaban el paso con una seriedad forzada. Aunque sus rostros mostraban compostura, en su interior hervía la emoción. Sabían que si su batallón ganaba en el desfile, recibirían dos puntos adicionales en las notas finales de Educación Cívica y Educación Física.
También estaba en juego la temida nota de conducta, que preocupaba a los padres al revisar las libretas, siempre atentos a evitar una ‘C’ o una ‘B’. A pesar de esta preocupación, el entusiasmo por el desfile no se apaciguaba; tanto padres como estudiantes se mostraban emocionados, con la esperanza de ver sus esfuerzos recompensados en la pista de desfile.
Ahora bien, en los últimos años, la preparación de los colegiales ha adquirido un aire más festivo. Los alumnos ya no ensayan con rostros impasibles ni movimientos rígidos; ahora desfilan con alegría y vitalidad, entonando arengas y canciones que inundan los resquicios del patio escolar. Esta nueva tradición, aunque no oficializada en los planteles educativos, ha empezado a cobrar fuerza entre las instituciones educativas de Lima.
Es menester señalar que solo unos cuantos escolares se preparan de esta manera, pero no para el desfile escolar habitual; lo hacen para presentar una performance atípica en eventos específicos, como los aniversarios de colegios y ciudades. Un claro ejemplo es lo que sucedió en Huaycán, una localidad del distrito de Ate, en la ciudad de Lima.
Colegios de Huaycán rompen paradigmas con sus atípicos desfiles
En pleno mes patrio, un tiempo en el que las calles del Perú se llenan de los colores de la bandera y los peruanos sienten el orgullo a flor de piel, la avenida José Carlos Mariátegui se transformó para celebrar el 40 aniversario de Huaycán. Toldos rojo y blanco se alzaron en los márgenes de la vía, bajo los cuales cientos de personas alentaban a sus familiares. La alegría desbordaba, mientras globos multicolores danzaban en el aire.
Toda esta parafernalia fue creada para enmarcar el desfile cívico escolar, que se llevó a cabo el 15 de julio. Cabe señalar que no solo los escolares marcharon a lo largo de la avenida; las organizaciones vecinales y profesores también hicieron lo propio. De todos ellos, quienes llamaron más la atención fueron los estudiantes de algunos centros educativos; ellos ofrecieron una performance particular al desfilar.
Las personas que presenciaron el desfile en el marco del aniversario de Huaycán compartieron sus grabaciones a través de las redes sociales, una plataforma en la que aparecieron comentarios a favor y en contra de las escoltas.
Pero, ¿por qué se suscitó la controversia? En los videos se puede apreciar a las escoltas de algunos colegios desfilando de manera particular. Ya no lo hacían como en los desfiles que se desarrollaban en el frontis de sus colegios; ahora marchaban con coreografías incluidas. Además, sus atuendos distaban mucho a los que se usaban en una jornada escolar ordinaria.
Por ejemplo, la escolta del colegio Manuel Gonzales Prada no desfiló con su uniforme tradicional. Las estudiantes lucían una chompa amarilla, un moño del mismo color al estilo de Minnie y una falda que evocaba algún anime. Sus manos sostenían batutas adornadas en uno de sus extremos con pompones amarillos. Avanzaban animadamente al compás de la banda, que sonaba de manera más festiva.
Mientras desfilaban, el público los aclamaba y realizaba arengas. Las adolescentes no se quedaban atrás, ya que entonaban cánticos y realizaban movimientos semejantes a los de un grupo de K-pop. La escolta estaba liderada por César Castilláres, director de la banda escolar, quien también ejecutaba pasos singulares. En cuanto a la batucada, sonaba un tono más festivo, y lo que causó sorpresa fue la adaptación de la canción “Amor vuelve” del Grupo 5.
Otra institución educativa que rompió los paradigmas fue la I.E. 1255 Walter Peñaloza Ramella. Todas las estudiantes, excepto dos, tenían un atuendo blanco y llevaban una batuta en cuyos extremos habían pompones de color verde. Las dos que lideraban el grupo lucían una blusa blanca, corbata verde, un corset y una falda negra. Aunque no entonaban cánticos, sus movimientos también se parecían a coreografías de K-pop.
En otro video se puede ver a las alumnas del colegio Manuel Gonzales Prada entonar la canción “Contigo Perú” al ritmo de la batucada.
En contraste con esta forma particular de desfilar, los otros colegios de Huaycán mantuvieron un estilo más tradicional. Las escoltas vestían sus uniformes convencionales y los estudiantes marchaban con seriedad. Cabe mencionar que los profesores también desfilaron siguiendo el estilo clásico. No obstante, en un clip se puede ver a un señor vestido con un pantalón y una camisa atípicos.
Esta nueva forma de desfilar ha encendido una fuerte polémica en las redes sociales, particularmente en TikTok. En esta plataforma, algunos internautas manifestaron que las escoltas coloridas faltaron el respeto a la patria. No obstante, la gran mayoría de los usuarios se muestra entusiasta, en incluso abogaron por que más colegios se sumen a esta dinámica y colorida manera de realizar los desfiles.
Más información:
¿Cómo se realiza un desfile escolar tradicional?
En los colegios del Perú, los desfiles escolares tradicionales son eventos que combinan solemnidad y un sentido de orgullo cívico. A mediados del mes de julio, los estudiantes visten impecables uniformes escolares y marchan de manera sincronizada, resultado de semanas de ensayo. Las escoltas portan la bandera nacional y otros emblemas, mientras las bandas escolares llenan el aire con melodías marciales que evocan respeto y admiración en los asistentes.
Docentes y autoridades escolares también forman parte de la marcha, sincronizados con el ritmo marcial que las bandas dictan. A medida que las escoltas avanzan, ejecutan movimientos precisos que reflejan su dedicación y disciplina. Familias enteras, llenas de orgullo y emoción, se reúnen a lo largo del recorrido para apoyar y aplaudir a sus hijos. Estos desfiles fortalecen el sentido de pertenencia y unidad nacional en los corazones de los jóvenes peruanos.
¿Qué función tienen la escolta y la banda en los actos escolares?
Una escolta escolar es un grupo de estudiantes que tiene la responsabilidad de portar y custodiar la bandera nacional durante ceremonias y eventos oficiales en la escuela. Este grupo se compone generalmente de los educandos más destacados y disciplinados, quienes representan a su institución con respeto y solemnidad. La escolta realiza movimientos y formaciones precisas, que buscan honrar y rendir tributo a la bandera y a los símbolos patrios.
La banda escolar, por su parte, es un conjunto musical formado por estudiantes que interpretan diversas piezas, especialmente marciales y patrióticas, durante eventos como desfiles y ceremonias escolares. La banda incluye instrumentos de viento, percusión y, en ocasiones, de cuerda. Su función principal es acompañar a la escolta y dar realce a los actos escolares.