Siempre digo que si uno quiere manejar su dinero con mucha adrenalina debería hacerlo con recursos que en estricto podría perder sin que eso implique una reducción significativa en su calidad de vida. Así que en estas épocas en que muchos empiezan a recibir gratificaciones déjenme darles algunas sugerencias sobre la gestión de sus finanzas personales.
Como es imposible que este comentario sea válido para cada caso, lo haré pensando en alguien que está casado y tiene un par de hijos aún en edad escolar. Es decir, hay una montaña de gastos futuros que mejor no empezar sacando cuentas porque o terminaremos cancelando las vacaciones.
Ampay me salvo. Lo primero es que uno debe adoptar una estrategia como la que usa cuando está en uno de esos videojuegos donde se avanza hasta un check point y si te va mal no regresas a la primera casilla sino hasta donde habías avanzado. Para esto es bueno fijarse una meta de ahorro y ponerse un plazo que nos obligue a destinar un poco de nuestro ingreso a dicho ahorro. Ahorrar es difícil, requiere esfuerzo, paciencia y persistencia. En mi experiencia lo más importante no es que tan rentable es el instrumento de ahorro, sino que en realidad no sea tan fácil desandar lo avanzado. Si lo guardo en una cuenta vinculada a mi tarjeta de débito seguro que no llega ni al viernes. Mirémoslo cada tres meses para ver cómo va avanzando, y no con pensando en cómo me lo voy a gastar.
No sean codiciosos. En la medida que vayamos avanzando, pensemos en diversificar los instrumentos. Está muy bueno eso de querer rentabilizar los ahorros, pero no arriesguemos la camisa poniendo nuestros esfuerzos en instrumentos que nos ofrecen la gloria sin ninguna penitencia. Seamos conscientes que ese mayor retorno viene con un riesgo que a veces puede ser muy costoso. Vaya susto que muchos se han dado con la intervención de Caja Sullana.
Disciplina. Mucha gente dice que no puede ahorrar y lo cierto es que a veces se requiere que alguien nos obligue a hacerlo. Una opción es tener una deuda y por lo tanto una obligación de pagar todos los meses, si, con nuestro ahorro, porque plata que no gastas es ahorro. Así que está bien tener cierto nivel de deuda que no nos abrume ni que compita con nuestros otros gastos fijos, porque pagar a tiempo la deuda también es un gasto fijo.
Diversificar. Tengamos claro que parte de nuestros ahorros pueden ser puestos a un retorno más alto que implique un mayor riesgo. Y no olvidemos que la mayoría de nosotros tenemos una enorme concentración en activos que todos comparten un riesgo común: dependen de cómo le va al país. Por ejemplo, si tengo un departamento o un local comercial para alquilar, si tengo un fondo o acciones de empresas que operan en Perú, si mis ahorros están en entidades locales. Todo tiene riesgo Perú. En algún momento necesitamos empezar a diversificar esa concentración que no es sana.