Un reciente fallo judicial sobre el caso del zorrito Run Run, que otorga por primera vez en la historia derechos a un animal en el Perú, volvió a traer a la memoria de la ciudadanía la figura de este ejemplar que —por casi dos años— fue criado como un perro por una familia en el distrito de Comas, en la zona norte de Lima Metropolitana.
El descenlance de la llamativa historia de Run Run llegó cuando, luego de ser capturado por el personal del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), fue trasladado en marzo de 2022 al zoológico de la Granja Porcón, en Cajamarca. Más de dos años después, la ciudadanía se pregunta cómo luce actualmente el tierno zorrito.
Run Run se encuentra en un ambiente amplio de 140 metros cuadrados, con un dormidero y un espacio habilitado para protegerse de la lluvia y el sol. Desde su llegada a Cajamarca, el querido zorrito se volvió una de las atracciones principales en ese complejo de animales. Turistas locales y de otras ciudades del país llegan a diario a tomarse fotos y registrar en video su encuentro con él.
En la Granja Porcón, Run Run no está solo. Según los voceros del recinto cajamarquino, comparte el espacio con Lucía, una zorrita andina con la que juega y esta siempre acompañado.
A través de un reciente pronunciamiento, el Serfor aclaró que Cajamarca es una región que forma parte del hábitat natural de esta especie y que se le viene brindando las condiciones necesarias para mantenerlo en buen estado físico, con el fin de garantizar su bienestar. Además, descartó que se le pueda liberar, puesto que él ya está acostumbrado al contacto humano y que se le provea la comida.
“Una posible reintroducción a su medio natural pondría en peligro su integridad, debido a su falta de habilidades para conseguir alimento, defenderse de otros animales silvestres, entre otros riesgos”, dijo Allan Flores, director de Gestión Sostenible de Patrimonio de Fauna Silvestre.
El pronunciamiento llegó después que el Poder Judicial determinará que Serfor vulneró los derechos del reconocido zorro, al mantenerlo en cautiverio en el Parque de las Leyendas, sin evaluar su posible reinserción a su hábitat natural.
Lo vendieron como ‘pastor alemán’
Ronald Llata lo compró por 150 soles en el 2021 en los exteriores del Mercado Central, en el Centro de Lima. El vendedor le aseguró que era un cachorro de pastor alemán y el joven no dudó de su palabra. De acuerdo a su relato, iba junto a uno de sus mejores amigos en busca de unas zapatillas, pero al ver al animal con heridas en la cabeza e indefenso en las manos del sujeto, decidió usar el dinero para comprarlo y llevárselo.
Los siguientes días no fueron fáciles para Ronald, pues sus padres no querían tener un perro en casa. Pese a sus esfuerzos por esconderlo, los ladridos de Run Run los pusieron en aviso. Vinieron, primero, los reclamos, pero no pasó mucho para que los progenitores se encariñen con el zorro.
Los meses pasaron y, de acuerdo a lo declarado por la familia Llata, Run Run creció, pero no parecía un pastor alemán ni mucho menos tenía aspecto de alguna otra raza de perro conocida. El papá de Ronald, quien vivió en su niñez en la sierra del Perú, lo alertó que más parecía un zorro andino.
El joven buscó imágenes por Internet y confirmó que se trataba de esa especie y no de un can. De acuerdo a su testimonio, llamaron a Serfor, la Policía Nacional, la Municipalidad de Comas, pero ‘no acudieron a tiempo.’
El caso se hizo conocido por medios televisivos, radiales e impresos y ahí cuando las autoridades, tras varios intentos y el transcursos de semanas, lograron atraparlo en un cerro de Comas, donde se había escondido luego de fugar de la casa de los Llata. Hizo una parada en el Parque de las Leyendas por disposición de Serfor, pero luego terminó en cautiverio en la Granja Porcón.
¿Qué se puede hacer en la Granja Porcon?
La Granja Porcón, ubicada a 30 km al norte de Cajamarca, se ha convertido en un destino ideal para quienes buscan combinar el agroturismo con experiencias al aire libre. Los visitantes tienen la oportunidad de alimentar animales, participar en actividades agrícolas y disfrutar de la caminata o el paseo a caballo entre los bosques de pinos, quinuales y alisos.
La cooperativa que administra la Granja Porcón ha decidido abrir sus puertas al turismo, permitiendo a los visitantes conocer de cerca su estilo de vida y participar en un intercambio cultural significativo. Este espacio, que abarca 12.800 hectáreas, no solo es un atractivo natural, sino también un ejemplo de transformación y desarrollo comunitario.
En este destino, además de las actividades agrícolas, los visitantes pueden practicar pesca artesanal y ciclismo, aprovechando el entorno natural y la biodiversidad de la zona. Un zoológico con especies como otorongos, vizcachas, alpacas, pavos reales, zorros andinos y avestruces, entre otros, se ha integrado a los paisajes de pinos y alisos, enriqueciendo aún más la experiencia.
La historia de la Granja Porcón es notable: una zona desolada fue transformada en un vibrante ecosistema gracias a la acción de la cooperativa, que ha impulsado un aumento significativo de la fauna y la flora locales. Ahora, este espacio no solo es un ejemplo de manejo sostenible y cooperación comunitaria, sino también un importante atractivo turístico en la región.