El contralor Nelson Shack negó este miércoles que haya divulgado información confidencial sobre las cuentas bancarias de la presidenta Dina Boluarte, como deslizó el premier Gustavo Adrianzén, y reafirmó que las declaraciones juradas de la mandataria presentan “omisiones”, lo cual indica, bajo su óptica, un posible incremento patrimonial no justificado.
“La presidenta debe entregar toda la información solicitada por la Contraloría para que los auditores concluyan su labor y se cierre el informe. La señora está en el plazo para hacer sus descargos y, posteriormente, se cerrarán los informes. A la nueva administración de la Contraloría le corresponderá decidir si estos informes se derivan al Ministerio Público o se archivan”, explicó en una rueda de prensa.
Shack enfatizó que su función es “decir la verdad”, ya que todos los peruanos “deben saber qué es lo que está investigando la Contraloría” respecto al llamado Rolexgate, un caso abierto a raíz de los préstamos de joyas y otros artículos de lujo que Boluarte recibió del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima.
“La Contraloría en ningún momento ha revelado esos hallazgos porque no nos corresponde. En ningún momento la Contraloría filtra información; lo que le corresponde al contralor es decir la verdad, todos deben saber qué es lo que está investigando la Contraloría respecto a este caso”, añadió.
Aunque el vocero del Despacho Presidencial, Fredy Hinojosa, aseguró que las cuentas de la jefa de Estado son “claras y transparentes”, Shack ratificó que hay omisiones, lo que sugiere que tiene más cuentas en el sistema financiero nacional. Aunque no reveló la cantidad, mencionó que la etapa de investigación se ha cerrado recientemente.
“Esta etapa fue comunicada a mediados de junio. Yo mismo le he cursado comunicaciones [...] indicando las cuentas que la Contraloría ha verificado que no están declaradas. Continuando con la investigación, la comisión ha encontrado indicios más que razonables de un presunto incremento patrimonial no justificado. Por eso abrimos una investigación adicional que fue comunicada a la presidenta el 1 de julio”, sostuvo.
Cuentas con saldos ínfimos
Según el jefe de Gabinete, “un análisis más detallado” permitiría comprobar que “al menos dos cuentas” bancarias referidas por el ente fiscalizador “tienen montos ínfimos” que no llegan a los dos soles. “Lamentablemente, en algunos casos uno cierra sus cuentas dejando un mínimo de saldo. Naturalmente, las propias normas prevén que esos mínimos saldos no deben declararse”, dijo.
Adrianzén destacó, de igual modo, que la Contraloría no ha considerado los beneficios obtenidos por Boluarte al finalizar su labor como ministra de Desarrollo, como la liquidación y compensación por vacaciones truncas. “Eso será materia de una respuesta que estamos preparando. Tampoco se han tomado en cuenta los intereses generados por sus cuentas en depósitos”, añadió.
También se refirió a un incidente con Caja Raíz, donde la jefa de Estado era ahorrista y cuyos fondos fueron transferidos al Banco de Crédito. “Allí es donde ocurre el primer problema, porque se sigue teniendo en cuenta la existencia de esta cuenta en Caja Raíz cuando debe tenerse en cuenta que todos los fondos ya han sido transferidos; se cuentan como si hubiera dos veces el mismo fondo”, dijo.
El premier detalló que se consignó incorrectamente el número del plástico de la tarjeta en vez de la cuenta en el formulario. “Lamentablemente, no hay cómo corregir esos formularios, debes esperar al año siguiente. Si los saldos existen y son coincidentes uno con otro, es fácil darse cuenta de que se trató de un error material, y no de una voluntad de ocultar ninguna cuenta”, aseguró.
“¿Quién que tiene dinero mal habido lo va a bancarizar, si los dineros de la banca son auditables y verificables? El origen debe ser lícito. Cuando presentemos la respuesta documentada, estas suposiciones serán descartadas”, concluyó.