Perú, conocido por sus paisajes diversos y cultura vibrante, es también hogar de historias fascinantes que sorprenden a locales y visitantes por igual. Uno de estos relatos se desarrolla en el Parque Nacional del Manu, una de las áreas protegidas más importantes del país, situada entre las provincias de Cusco y Madre de Dios. Este parque, que abarca la cuenca del río Manu, un tesoro de biodiversidad, con una gran variedad de flora y fauna, y un refugio natural libre de la influencia humana.
El Parque Nacional del Manu resguarda entre 2 mil y 5 mil especies de plantas y más de 2 mil especies de animales. Se han documentado aproximadamente 160 especies de mamíferos, más de mil especies de aves, 140 especies de anfibios, 50 especies de serpientes, 40 especies de lagartijas, 6 especies de tortugas, 3 especies de caimanes y 210 especies de peces.
Un refugio ecológico
En este entorno privilegiado se encuentra la Estación Biológica Manu, donde se encuentra una avioneta rusa de 1947, un peculiar refugio ecológico. Esta aeronave, originalmente traída por un hacendado para trasladar personas y mercancías, se ha integrado al paisaje de una manera única. Con capacidad para aproximadamente 12 personas, la avioneta se encuentra ahora en un estado de abandono donde la naturaleza viene recuperado su terreno, con vegetación creciendo sobre sus alas y en su interior.
Brenda Loayza, administradora de la estación, explicó a Latina: “Este es un atractivo turístico de la Estación Biológica Manu, una de las tres estaciones biológicas de conservación Amazónica. Esta aeronave es histórica data de 1982, cuando Abel Muñiz Ortega, el antiguo dueño de la hacienda, tenía ideas de desarrollo en Kosñipata y una empresa de aeronaves. Esta es una de las seis aeronaves que se quedaron en la estación; las demás quedaron varadas por fallas de motor.”
La avioneta no solo ofrece una vista sorprendente con árboles creciendo a través de sus alas, sino que también alberga murciélagos en su parte trasera, lo cual contribuye al ecosistema local. “Los murciélagos utilizan esta área oscura como refugio, buscando espacios que les sirvan de hogar,” añadió la experta.
La cabina de pilotos se ha mantenido en su estado original.
La riqueza de la Estación Biológica Manu
La Estación Biológica Manu es un ‘hotspot’ de biodiversidad, con una impresionante variedad de especies de mariposas, reptiles, anfibios, aves y mamíferos. Más de 590 especies de aves y 69 especies de mamíferos, incluyendo el tapir, el oso hormiguero gigante, el perro de orejas cortas y grandes felinos como el jaguar y el yaguarundi, habitan en este entorno. Diversos primates, como el musmuqui y el machin negro, así como especies de anfibios y reptiles como la shushupe y la boa esmeralda, enriquecen este ecosistema.
Los paisajes del Manu abarcan desde bosques premontanos hasta áreas ribereñas llenas de vida, con arroyos cristalinos, ríos y pequeñas lagunas que completan este paraíso acuático.
La relación entre la estación y la Comunidad Nativa Santa Rosa de Huacaria, integrada por las etnias Matsigenka y Wachiperi, es fundamental. Trabajando juntos en agroforestería y acuicultura, mantienen huertos de plantas medicinales y locales, promoviendo la sostenibilidad y el bienestar de todos.
El turismo ecológico es la principal actividad económica del Parque Nacional del Manu. Un promedio de 2 mil 500 visitantes, en su mayoría extranjeros, llegan anualmente con la expectativa de explorar uno de los ecosistemas más intactos del mundo.
Las actividades incluyen acampar, senderismo, avistamiento de aves y navegación por los ríos del parque. La sostenibilidad es una prioridad, buscando un equilibrio entre la conservación de la biodiversidad y el desarrollo económico de las comunidades locales. La educación ambiental es esencial para asegurar que tanto visitantes como residentes comprendan la importancia de preservar este lugar excepcional.