El Perú, un país conocido por su diversidad geográfica y cultural, se encuentra en un momento crucial para la defensa de su soberanía territorial. En el extremo noreste, en la región de Loreto, la isla Santa Rosa fue el foco de recientes tensiones diplomáticas y demandas de apoyo estatal. Esta pequeña, pero estratégica isla, situada en el río Amazonas, fue testigo de una serie de eventos que hicieron notable la necesidad de mayor atención y respaldo por parte del gobierno peruano.
En las últimas semanas, este territorio estuvo en el centro de una serie de acontecimientos que llevaron al Ministerio del Interior (Mininter) a intensificar el control en la frontera entre Perú, Brasil y Colombia. Esta medida responde a la necesidad de reforzar la seguridad en una zona clave para el movimiento migratorio.
Sentimiento de abandono y necesidad de apoyo estatal
El sentimiento de abandono y la falta de presencia estatal son evidentes. “Vivimos aquí cerca, usamos solamente una sola bandera. Estamos esperando apoyo y estamos orgullosos de ser peruanos. Pero las autoridades colombianas a veces nos humillan. Necesitamos que el gobierno se ponga más firme para que este pueblo crezca y los niños aprendan a defender nuestra patria”, manifestó un pescador local.
En cuanto a la educación, la situación es igualmente crítica. “Hay un solo colegio que se llama República del Perú. Este colegio tiene primaria y secundaria, pero no hay suficientes vacantes o material didáctico. Algunas personas tienen que mandar a sus hijos a estudiar a Leticia en Colombia o Tabatinga en Brasil. Lo que pedimos es más apoyo en educación para que no tengamos que recurrir a otros países”, explicó el poblador.
Los problemas de salud también son una preocupación constante. “En casos de emergencia, tenemos que ir a Brasil, porque acá no hay auxilio. Necesitamos un hospital con más doctores y especialistas para la salud y bienestar de los pueblos”, comentó. La falta de personal médico y las inundaciones que afectan el centro de salud local complican aún más la situación.
La falta de infraestructura básica y el aislamiento geográfico dificultan el acceso a servicios esenciales. Los pobladores dependen en gran medida de la pesca y la agricultura para su subsistencia. Sin embargo, enfrentan la dificultad de comercializar sus productos, ya que todo lo que consumen proviene de Brasil y Colombia.
“Necesitamos un mercado de primera necesidad para que los productos que consumimos no sean todos brasileros o colombianos. Las autoridades deben construir un mercado para que puedan venir a comprar en nuestra moneda”, agregó el mismo vecino.
La situación se complica aún más durante la temporada de crecidas del río Amazonas, que puede llegar a inundar gran parte de la isla. “Cuando hay alguna crecida del río, llega muy alto. Algunas de las casas están construidas en alto porque el agua puede llegar a un metro y medio. Necesitamos apoyo para mejorar nuestras viviendas y enfrentar estos problemas”, comentó otro residente.
Presencia de la Marina
Este fin de semana, personal de la Marina de Guerra del Perú llegó a la isla para realizar una acción cívica y brindar respaldo a la población en medio de este impasse diplomático. La presencia de las autoridades peruanas es crucial para que los residentes de la Isla Santa Rosa se sientan respaldados por su país.
A pesar de estar tan cerca de Leticia en Colombia y Tabatinga en Brasil, donde hay mucho comercio y turismo, la Iisla Santa Rosa enfrenta un abandono que afecta su desarrollo.
“Nosotros también tenemos potencial en comercio y turismo. Necesitamos un puerto más implementado, una zona de malecón y atractivos turísticos para que los visitantes vengan y conozcan nuestra isla”, señaló un comerciante local.