La Línea 2 del Metro arrasa con diversas problemáticas para su ejecución y su entrega se podría retrasar. No solo existe inconvenientes con la Municipalidad de Lima Metropolitana (MML), sino también con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde deben expropiar parte del terreno.
La rectora de la casa de estudios, Jeri Ramón, se ha mostrado en contra de la obra a pesar de los trabajos de consenso con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). En este espacio se busca construir la estación San Marcos que conectará con Ate Vitarte y El Callao. Es la única que no se ha construido hasta el momento.
El expresidente de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), José Aguilar, aseveró que los tiempos en estos momentos son importantes, por lo que la tuneladora llegaría hasta la universidad el próximo año. Sin embargo, al no tener luz verde se vería afectada la continuidad.
“Estará llegando más o menos en septiembre del próximo año a la estación San Marcos, por lo cual los tiempos son sumamente importantes. [...] Hay que construir un armazón en la estación para que la tuneladora pueda pasar”, dijo a 24 Horas.
Precisamente, sería en la puerta número 4 de la avenida Amézaga. Mientras tanto, en la puerta 7 y 3 se construirán dos pozos de ventilación.
No hay acuerdos
La rectora decidió contestar el motivo de su negación frente a las negociaciones de la construcción de la Línea 2 del Metro. Es así como reveló que desde hace 24 meses se viene trabajando para llegar a un acuerdo, pero hasta el día de hoy no ha sido posible.
“Dos años hemos estado conversando. Todavía no se ha avanzado nada, todavía no hay luz verde. Estamos hablando de compensación de terreno, no estamos hablando de compensación dineraria. Estamos hablando del daño social que se va a ocasionar a la universidad”, manifestó.
Asimismo, señaló que son cinco puertas que serán cerradas para la ejecución del proyecto. De esta manera, aseveró que llevará más tiempo a los estudiantes llegar a la casa de estudios. Sin embargo, en la gestión de José Aguilar se acordó que no se cerrarían todos los ingresos.
“Una habilitación especial para que se pueda utilizar el estadio en su aforo máximo en la tribuna sur. Luego, había un acceso directo para que los vehículos puedan ingresar para el área de emergencia. [...] también un nuevo diseño de la residencia, mejorar el diseño de las mismas”, indicó Aguilar al citado medio.
Además, estaba incluida la construcción de una guardería al interior de la universidad. Sin embargo, la rectora ya no respaldaría estas negociaciones y pediría nuevos acuerdos.
La voz de los estudiantes
Por su parte, algunos estudiantes se mostraron a favor de esta obra, la cual reduciría de dos horas a 30 minutos de distancia. “Prácticamente, hay que levantarnos a las 2 o 1 de la mañana”, dijo una estudiante.
Otro alumno ratificó que la obra le permitirá llegar más rápido a su centro de estudios y evitar el tráfico de Lima.
En otro momento, fue consultada por los ingresos que se obtiene por el alquiler del estadio San Marcos para realizarse concierto u otros eventos. Es así como manifestó que todo va a una sola caja que debería ser para la mejora de la infraestructura.