El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, aseguró este domingo que “sí es posible recuperar la tranquilidad absoluta” en Barrios Altos, mientras insistía en un plan piloto que, según su gestión, permitirá a los vecinos de este sector dejar las puertas y rejas de sus casas abiertas “con total seguridad”.
El burgomaestre defendió su propuesta durante la entrega de la fachada recuperada de la iglesia de la Buena Muerte, en el Cercado de Lima. “Le pido a su orden rezar por la gestión metropolitana para poder llegar a esas metas de primero lograr vencer el hambre en esta ciudad enorme, el agua, la seguridad”, dijo a un sacerdote presente el acto.
“Vamos a destinar una flota importante de seguridad, de motos y cámaras a Barrios Altos. Va a ser nuestro piloto. Aunque se rían de mí, yo digo las cosas como son. [...] Estoy hablando de un piloto para implementar motos en el serenazgo y policía en Barrios Altos, de tal manera que se llegue a una meta tal que, como en muchas ciudades de Europa, se pueda dejar la puerta abierta. Esa es la explicación que le doy. Todo lo distorsionan, lo sacan de sitio y lugar”, afirmó.
López Aliaga acusó a la prensa de “distorsionar” sus declaraciones y manifestó su preferencia por destinar los recursos municipales a programas enfocados en seguridad, alimentación y restauración del Centro Histórico, en lugar de gastar en imagen. “No me parece sano, no podría dormir tampoco. Sí, lo vamos a lograr. Sí, es posible, vamos a recuperar la tranquilidad absoluta para los vecinos de Barrios Altos”, concluyó.
La semana pasada, el alcalde aseguró que el Cercado de Lima registra “índices muy bajos de violencia y delincuencia” y anunció la estrategia para que Barrios Altos se convierta en un área segura. “Vamos a priorizar como un piloto, para que los vecinos puedan dejar sus puertas abiertas con cámaras y serenazgo las 24 horas. Las 600 motos que están llegando son para serenazgo. Las primeras 800 fueron para la Policía, ya que carecen de motos operativas”, explicó.
Sin embargo, los vecinos del sector negaron que exista paz, mencionaron sentirse amenazados por la delincuencia y expresaron sus dudas respecto al plan de seguridad anunciado por la autoridad. “El alcalde está loco, que él deje abierta su oficina”, mencionó una vecina a 24 Horas.
“No, eso es difícil. ¿Sabes cómo es Barrios Altos? De acá para arriba es más peligroso. En esta zona todavía se puede transitar hasta tarde, pero más arriba ya no”, manifestó otra residente. “Esa es la peor falsedad que dijo, a no ser que estemos en otros países del primer mundo”, agregó otro morador.
En octubre de 2023, la administración de la presidenta Dina Boluarte extendió el estado de emergencia al Cercado de Lima y Lince para enfrentar el aumento de delincuencia organizada, trata de personas y extorsiones. Hasta entonces, el cercado era considerado el segundo distrito con mayor índice de delitos en Lima Metropolitana, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
La Policía Nacional (PNP) reportó 24 homicidios y 133 autos robados en puntos críticos durante el primer trimestre de 2023, con un promedio de un asalto por hora, además de 3,257 denuncias por delitos contra el patrimonio y 990 ciudadanos detenidos entre abril y junio.
Los distritos con más robos registrados en la capital son San Juan de Lurigancho (SJL) y San Martín de Porres (SMP), dos jurisdicciones que también quedaron bajo emergencia ante la ola delictiva. Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), entre mayo y octubre de 2023, el 27,8 % de la población urbana peruana mayor de 15 años fue víctima de un delito en los últimos 12 meses, un aumento por segundo año consecutivo.
Las regiones con mayor victimización son Tacna (36,1 %), Puno (35,3 %) y Lima Metropolitana (33,7 %).