Alberto Fujimori: de presidente electo a dictador en Perú y las razones detrás de su escandalosa renuncia

El expresidente, conocido por su controvertido legado en Perú, vuelve a la escena política con el respaldo de su hija, Keiko Fujimori, quien anunció su candidatura para las próximas elecciones presidenciales

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Alberto Fujimori, figura central en la historia reciente de Perú, emerge nuevamente en la política tras décadas de controversia y exilio. (Composición: Infobae)
Alberto Fujimori, figura central en la historia reciente de Perú, emerge nuevamente en la política tras décadas de controversia y exilio. (Composición: Infobae)

La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, anunció oficialmente el domingo 14 de julio de 2024, que su padre, el expresidente Alberto Fujimori, será candidato presidencial en las próximas elecciones de 2026. El político fue líder de siete agrupaciones políticas distintas: el movimiento Cambio 90, el movimiento Nueva Mayoría, el movimiento Vamos Vecino, la alianza Perú 2000, el partido Sí Cumple, el partido Perú Patria Segura y la Alianza por el Futuro. Además, buscó una curul en el Senado japonés por el partido Kokumin Shintō, pero sin éxito.

El ingeniero, de ascendencia japonesa, es probablemente el político peruano más polémico del país. Ante la última noticia dado por la hija de Fujimori, es importante recordar la historia política del expresidente, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000. Su gobierno estuvo marcado por su lucha contra el terrorismo, el autoritarismo y la corrupción. Son múltiples las acusaciones que lo señalan de cometer crímenes de lesa humanidad, fomentar el paramilitarismo e instigar masacres y esterilizaciones forzadas a mujeres pobres.

Ascenso político y primer mandato

Foto tomada en abril de 1990 del peruano Alberto Fujimori  y su ex-esposa Susana Higuchi, meses antes de que asumiera la presidencia del país. Fujimori e Higuchi finalizaron su divorcio en 1995. La crisis de la pareja se inició en agosto de 1994 culminando cuando ella abandonó la residencia de Palacio de Gobierno.  Higuchi se había enfrentado a los partidarios de Fujimori en el parlamento,  criticando además a miembros del ejecutivo. AFP PHOTO/FILES/KAZUMA MOMOI (Photo by KAZUMA MOMOI / AFP)
Foto tomada en abril de 1990 del peruano Alberto Fujimori y su ex-esposa Susana Higuchi, meses antes de que asumiera la presidencia del país. Fujimori e Higuchi finalizaron su divorcio en 1995. La crisis de la pareja se inició en agosto de 1994 culminando cuando ella abandonó la residencia de Palacio de Gobierno. Higuchi se había enfrentado a los partidarios de Fujimori en el parlamento, criticando además a miembros del ejecutivo. AFP PHOTO/FILES/KAZUMA MOMOI (Photo by KAZUMA MOMOI / AFP)

Alberto Fujimori accedió al poder en un momento crítico para Perú. Hacia finales de los años 80, el país enfrentaba una de las inflaciones más altas del mundo y estaba inmerso en un largo conflicto armado contra Sendero Luminoso, que había cobrado decenas de miles de vidas. El exmandatario supo capitalizar esta crisis al presentarse como una alternativa a los partidos tradicionales peruanos.

Su presidencia comenzó con una sorpresiva victoria en las elecciones generales de 1990 al frente del movimiento Cambio 90, que había fundado el año anterior. Dejando atrás a su rival, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, Fujimori obtuvo respaldo inicial de sectores marginales, pequeños empresarios y algunas iglesias evangélicas.

El expresidente alcanzó el 29.9% de los votos en la primera vuelta de abril de 1990, avanzando a la segunda vuelta contra Mario Vargas Llosa, líder del Frente Democrático (Fredemo), coalición de partidos de centro y derecha en Perú, mientras dejaba atrás al candidato oficialista (aprista), Luis Alva Castro.

En la segunda vuelta electoral, Fujimori recibió el apoyo de grupos de izquierda y el respaldo implícito del gobierno aprista de Alan García. Manifestó su oposición a las políticas neoliberales propuestas por su rival, Mario Vargas Llosa. Durante este periodo, comenzó su colaboración con Vladimiro Montesinos, abogado y excapitán del ejército. El 10 de junio de 1990, Alberto Fujimori ganó las elecciones con el 62.32% de los votos.

Conflictos y gobierno autoritario

Recordar la presidencia de Fujimori marcada por medidas autoritarias, acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos, contrasta con su imagen como luchador contra el terrorismo.
Recordar la presidencia de Fujimori marcada por medidas autoritarias, acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos, contrasta con su imagen como luchador contra el terrorismo.

El 3 de noviembre de 1991 ocurrió la masacre de Barrios Altos, en la que fueron asesinadas 15 personas durante una reunión vecinal, y en julio de 1992 nueve estudiantes y un profesor universitario fueron ejecutados en La Cantuta por supuestos vínculos con Sendero Luminoso. Durante estos años, comenzaron las acusaciones de crímenes de lesa humanidad contra Fujimori, quien mantuvo una política de tolerancia cero hacia los terroristas.

Desde el inicio, Alberto Fujimori mostró tendencias autoritarias, confirmadas en 1992. El 5 de abril de ese año, el mandatario llevó a cabo un autogolpe de Estado con ayuda del Ejército, disolviendo el Congreso y las sedes judiciales.

El exmandatario enfrentaba la falta de control sobre el poder legislativo y sus leyes eran continuamente bloqueadas, lo que sirvió como justificación para esta intervención, aprovechando el descontento hacia la política tradicional entre la población. Tras el ‘fujimorazo’, su poder se consolidó y fue reelegido en 1995.

Segundo mandato y controversias

infobae

Un año después, Fujimori volvió al poder tras ser reelegido en las Elecciones Generales de 1995, obteniendo el 64% de los votos al derrotar a Javier Pérez de Cuéllar, exsecretario General de las Naciones Unidas.

Su segundo mandato comenzó promoviendo la esterilización entre mujeres de bajos recursos para “combatir” la pobreza en el país. Esta medida resultó polémica cuando surgieron denuncias de esterilizaciones forzadas en condiciones inhumanas, especialmente entre mujeres indígenas y pobres de zonas rurales. Aunque los datos son inconsistentes, se estima que durante su gobierno fueron esterilizadas alrededor de 350 mil mujeres y 25 mil hombres, sin precisarse cuántas fueron forzadas.

Durante este periodo, se produjo la toma de la residencia del embajador de Japón. El 17 de diciembre de 1996, 14 miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), liderados por Néstor Cerpa Cartolini, tomaron como rehenes a unas 800 personas, incluyendo figuras políticas, sociales y económicas peruanas, en la residencia del embajador japonés.

La crisis culminó en abril de 1997 con la operación militar Chavín de Huántar, en la que 71 de los 72 rehenes restantes fueron liberados. La operación, que involucró túneles subterráneos especialmente construidos, resultó en la muerte de dos comandos, un rehén y los 14 terroristas. El padre de Keiko Fujimori utilizó el éxito de esta operación para consolidar su apoyo popular, a pesar de las crecientes acusaciones de corrupción y debilitamiento.

Renuncia controversial del expresidente

corte de noticias (LUM)
corte de noticias (LUM)

A finales de los años 90, el gobierno de Fujimori enfrentó creciente impopularidad debido a numerosos casos de corrupción, dificultades económicas renovadas y su intento de perpetuarse en el poder. A pesar de ello, Fujimori se presentó como candidato en las Elecciones Generales de 2000 sin renunciar previamente a la presidencia. Tras una campaña marcada por acusaciones de fraude y al ritmo de “El ritmo del Chino”, las elecciones de abril vieron a Alejandro Toledo, economista y líder del movimiento político Perú Posible, surgir sorpresivamente como segundo lugar.

Tras la primera vuelta, Alejandro Toledo anunció que no reconocería los resultados debido a irregularidades, postura respaldada por la Organización de los Estados Americanos (OEA), la asociación Transparencia y varios embajadores europeos.

En la segunda vuelta de mayo, Alberto Fujimori fue reelegido. Sin embargo, su victoria provocó protestas y durante su toma de posesión el 28 de julio se produjo la Marcha de los Cuatro Suyos, liderada por Toledo. Durante esta marcha, se denunció la infiltración de provocadores y el incendio de una sede del Banco de la Nación, donde murieron seis empleados, generando especulaciones sobre la intervención gubernamental.

El 5 de abril de 1992 marcó un antes y un después en la historia del Perú cuando Alberto Fujimori disolvió el Congreso, sacudiendo los cimientos de la democracia del país. (Captura: 90 Segundos)
El 5 de abril de 1992 marcó un antes y un después en la historia del Perú cuando Alberto Fujimori disolvió el Congreso, sacudiendo los cimientos de la democracia del país. (Captura: 90 Segundos)

Finalmente, debido a presiones internas e internacionales y en medio de una crisis política y económica en aumento, Alberto Fujimori remitió su renuncia a la presidencia por fax al presidente del Congreso de la República, Valentín Paniagua. Esto marcó el fin de más de diez años en el poder y el inicio de un periodo de transición tumultuoso en la política peruana.

“He vuelto, entonces, a interrogarme sobre la conveniencia para el país de mi presencia y participación en este proceso de transición. Y he llegado a la conclusión de que debo renunciar, formalmente, a la Presidencia de la República, situación que contempla nuestra Constitución, para, de este modo, abrir paso a una etapa de definitiva distensión política que permita una transición ordenada y, algo no menos importante, preservar la solidez de nuestra economía”, se lee.

La renuncia de Fujimori desde Japón desató un periodo de incertidumbre y controversia en Perú, con debates sobre la legitimidad de su salida y el inicio de investigaciones por corrupción y violaciones a los derechos humanos durante su gobierno. Fujimori permaneció en su país de origen, enfrentando múltiples intentos de extradición por parte del gobierno peruano para responder a las acusaciones en su contra.

A lo largo de los años siguientes, la figura de Fujimori continuó siendo central en la política peruana, con seguidores y detractores debatiendo su legado y el impacto de sus acciones. Su retorno a la política peruana en 2024, con una anunciada candidatura para las elecciones de 2026, ha reavivado estos debates y puesto en primer plano las controversias de su presidencia.

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