El suboficial de tercera Jhonatan Mirko Monteza León (37) se encuentra bajo investigación por una denuncia de abuso sexual en Chiclayo, un caso por el que la Policía Nacional (PNP) ha iniciado un proceso disciplinario en su contra. Según la acusación, Monteza viajó con la víctima al balneario Pimentel y, durante el trayecto, consumieron una bebida.
La sobreviviente relató que perdió el conocimiento después de consumir la bebida. Dos días después, acudió a la dependencia policial para interponer la denuncia, pero el agente no fue detenido debido a que el proceso se realizó fuera del periodo de flagrancia delictiva.
A pesar de esto, las autoridades iniciaron una nueva investigación y el Ministerio Público realiza diligencias actualmente. El caso también ha sido remitido a la Oficina de Disciplina, que se encargará del proceso disciplinario. En tanto, las autoridades de Chiclayo brindan acompañamiento a la denunciante
Monteza, quien trabajaba en el módulo de seguridad de la comisaría César Llatas, registra otras denuncias afines, según un informe de Correo. Junto con otros efectivos implicados en faltas, infracciones y presuntos delitos, esta semana fue reasignado a otra dependencia por el Comando de la institución.
“En este momento estamos con las investigaciones penales, con el Ministerio Público ya se ha hecho las diligencias. La PNP no se va a involucrar ni va a hacer espíritu de cuerpo por nada. Si se encuentra responsabilidad penal o administrativa, tendrá que asumir sus consecuencias”, dijo en una rueda de prensa el coronel José Vega Silva, jefe de la Región Policial Lambayeque.
En los primeros cinco meses de 2024, se han reportado 5.128 casos de violación sexual, según cifras oficiales del Ministerio de la Mujer. A inicios de julio, Cuarto Poder reveló una violación múltiple en la sede del Departamento de Rescate de la PNP (La Victoria), un hecho que se mantuvo oculto durante un año.
Violación múltiple
El sobreviviente —un efectivo— grabó en secreto a los perpetradores, quienes confesaron el delito y lo describieron como una práctica sistemática. El expolicía y congresista Alfredo Azurín, quien brinda respaldo a la víctima, señaló que los altos mandos conocían del caso.
La agresión sucedió en los dormitorios de la Cuadra de Rescate 01, donde el suboficial fue llevado por su superior y luego atacado por aproximadamente 10 agentes. Durante una audiencia judicial, el agente relató que, a pesar de suplicar y gritar, no recibió ayuda y fue filmado con un celular. Tras la agresión, decidió contar lo ocurrido a sus superiores, pero su denuncia fue desestimada, por lo que decidió grabarlos en secreto.
Los registros de voz evidenciaron que los jefes minimizaron el ataque y sugerían juntar dinero para silenciar la denuncia. El suboficial de segunda Irving Guerra Herbozo y el suboficial de tercera Gilberto Riofrío Ramírez fueron enviados a prisión preventiva por este caso.
El dominical también identificó a los efectivos que estuvieron en la habitación donde ocurrió el ataque: los suboficiales Córdova Gálvez, Fernández Hidalgo, Zárate Aguilar, Alache, Riveros, Barrientos, el técnico Ugarte y el superior Rivas. Además, se menciona al mayor Guillermo Renzo de Lama Catter, quien pidió a la víctima no continuar con la denuncia y sugirió que lo mejor sería hacer una “chancha”, darle el dinero y resolver el “asunto”.
Ante la publicación del caso, la PNP aseguró en un comunicado que realizará una “investigación prolija y transparente”, mientras que el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ordenó a la Inspectoría General de la institución realizar una revisión exhaustiva para establecer responsabilidades disciplinarias y penales.