En una reciente entrevista con El Comercio, Keiko Fujimori, lideresa del Partido de Fuerza Popular, manifestó nuevamente su deseo de que su padre, Alberto Fujimori, tome las riendas de una futura candidatura presidencial para las elecciones del 2026. Estas declaraciones abren un nuevo capítulo en la saga política de los Fujimori, una familia que ha sido parte integral del panorama político peruano por varias décadas debido a los antecedentes autocráticos que pesan contra el patriarca de los Fujimori; así como por la actuación del partido naranja en los últimos periodos parlamentarios.
Durante la entrevista, Keiko Fujimori subrayó su intención de que su padre, a pesar de su avanzada edad y los problemas de salud que enfrenta, vuelva a la arena política: “Aspiro a que mi padre sea el candidato”, aseveró brevemente en conversación con dicho medio de comunicación. En sus declaraciones, Keiko recordó que fue Alberto Fujimori quien le expresó inicialmente su deseo de volver a la vida política, incluso, conociendo los riesgos a los que se exponía.
De hecho, el mismo Alberto Fujimori detalló en una carta dirigida al referido medio, semanas atrás, que sí había pensado en regresar a la vida política, teniendo pleno conocimiento de los riesgos que este retorno implicarían — sobre todo —, teniendo 85 años de edad, un cáncer que ya no es mortal y un procedimiento de cadera recientemente sufrido en el domicilio de su hija Keiko.
Keiko Fujimori y sus reales intenciones respecto a formar parte del Senado
Un aspecto destacado en la conversación fue la definición de su propio rol en la campaña electoral. Keiko fue enfática al aclarar que, si su padre se postula a la presidencia, ella no formará parte de la plancha electoral. “Lo que sí he decidido es que, si va como candidato presidencial, yo no voy en la plancha”. Este hecho fue adelantado previamente en otra entrevista para otro medio de comunicación, y en esta última, repitió lo aseverado.
Sin embargo, se mostró dubitativa respecto a una posible candidatura al Senado, afirmando que no sabía, y que no había decidido aún, respecto a su futuro en la cámara de senadores del Congreso.
Alberto Fujimori, quien gobernó Perú de 1990 a 2000, debía cumplir una condena de 25 años por violaciones a los derechos humanos y corrupción. Su figura sigue siendo polarizadora en el país, con un sector del electorado que lo apoya fervorosamente; mientras que otros lo rechazan por las violaciones a los derechos humanos y la corrupción durante su gobierno.
La noticia de la posible candidatura de Alberto Fujimori ha generado una ola de reacciones en el ámbito político. Los analistas se preguntan no solo por la viabilidad legal de su candidatura, dada su condena, sino también por la recepción que tendría entre el electorado peruano. Las palabras de Keiko reflejan una estrategia política cargada de simbolismo y nostalgia, que busca reconectar con los votantes fieles al fujimorismo.
La estrategia detrás de promocionar a Alberto Fujimori como candidato
Este mismo hecho le fue consultado a Keiko Fujimori, pues existían dudas respecto a que si dar la percepción de que Alberto Fujimori será candidato, forma parte de intentos de recuperar votos ‘albertistas’ que es como se conoce a militantes fanáticos del exdictador. En ese sentido, la lideresa de Fuerza Popular solo aseguró con vehemencia que volverá a conversar sobre el tema “cuando Alberto Fujimori llegue a segunda vuelta”.
La entrevista se da en un contexto delicado, pues años anteriores, Keiko misma fue investigada por presuntos actos de corrupción vinculados al financiamiento de su campaña electoral y en la actualidad se encuentra enfrentando un juicio contra la Fiscalía, producto de estas pesquisas. La posible candidatura de Alberto podría interpretarse como una maniobra para proteger y revitalizar la marca política familiar en un momento crítico.
De hecho, inscripción de Alberto Fujimori al Partido Fuerza Popular se realizó recientemente, formalizando así su reentrada al juego político. Este movimiento, aunque esperado por algunos, ha sido visto con escepticismo por muchos que cuestionan tanto su estado de salud como las motivaciones detrás de este anuncio, e incluso cuestionan a la lideresa fujimorista por posiblemente estar “usando a su papá”. A lo que ella respondió que el exjefe de estado “no se va a dejar utilizar por nadie”.