En las últimas semanas, la Isla Santa Rosa estuvo en el centro de una serie de acontecimientos que han llevado al Ministerio del Interior (Mininter) a intensificar el control en la frontera entre Perú, Brasil y Colombia. Esta medida responde a la necesidad de reforzar la seguridad en una zona clave para el movimiento migratorio y la soberanía territorial.
La Superintendencia Nacional de Migraciones y la Policía Nacional del Perú (PNP) tomaron la iniciativa en la implementación de controles más estrictos. Durante los primeros seis meses de 2024, se registraron más de 14 mil movimientos migratorios en el Puerto de Control Fronterizo de Santa Rosa. Además, se llevaron a cabo 338 operativos que resultaron en el reembarque de 123 extranjeros por no tener visa.
El Ministerio del Interior, en un comunicado a través de su cuenta en X, informó sobre estas acciones y destacó la importancia de reforzar la seguridad en la triple frontera. Este esfuerzo se da en un contexto marcado por la solicitud de visa a ciudadanos extranjeros, principalmente de origen venezolano, una medida dispuesta por el Poder Ejecutivo. E A esto se le suma a las declaraciones de un funcionario colombiano que cuestionó la soberanía de la Isla Santa Rosa, afirmando que no pertenecía a Perú.
Control migratorio en la Isla Santa Rosa
Gilmer Rivera Quiñonez, jefe de la Jefatura Zonal de Iquitos, explicó que en el puesto de control fronterizo de Santa Rosa se realiza a diario el control migratorio de ciudadanos nacionales y extranjeros. Además, enfatizó que la soberanía peruana en este territorio es indiscutible y que los inspectores de migraciones, mediante un riguroso cruce de información, autorizan o deniegan el ingreso de los viajeros.
“En el puesto de control fronterizo de Santa Rosa, en Loreto, ubicado en la denominada triple frontera con Colombia y Brasil, realizamos diariamente el control migratorio a ciudadanos nacionales y extranjeros, como colombianos y brasileños, quienes cumplen con su control migratorio ante la autoridad migratoria del Estado peruano. En esta isla, el territorio es soberano y los inspectores de migraciones, tras el cruce de información, autorizan o, en su caso, deniegan el ingreso de los viajeros a nuestro territorio.”
Importancia del Tratado Lozano-Salomón
La reacción del Mininter es una respuesta directa a este incidente diplomático que generó un impasse entre Perú y Colombia. La Cancillería de Colombia posteriormente lamentó las declaraciones de su funcionario, señalando la necesidad de resolver el asunto mediante el diálogo. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú no dudó en convocar al encargado de negocios de Colombia para expresar su protesta oficial, recordando la importancia del Tratado Lozano-Salomón de 1922, que estableció las fronteras entre ambos países.
Este tratado, conocido también como el “Tratado de límites y navegación fluvial entre Colombia y Perú”, determinó las fronteras a través del meridiano de la boca del río Cuhíme, en el Putumayo, hasta la confluencia del río Yaguas, y posteriormente por el thalweg del río Amazonas hasta el límite entre Perú y Brasil.
Sin embargo, el thalweg, entendido como la parte más profunda del río, ha cambiado con el tiempo debido a la dinámica del río Amazonas y su carga de sedimentos, lo que ha provocado un desplazamiento de su cauce. La isla Santa Rosa emergió como consecuencia de estos movimientos geográficos, un hecho no contemplado en el tratado de 1922, ya que la isla no existía en ese momento.
Defensa de la soberanía peruana
El alcalde de la Isla Santa Rosa, Iván Yovera, fue una voz constante en la defensa de la soberanía peruana en la región. Desde 2014, ha denunciado las “intenciones expansionistas” por parte de Colombia, lo que incrementó las tensiones fronterizas. En una reciente entrevista con Latina, la autoridad local señaló que el interés de Colombia en la isla se debe a su ubicación estratégica, ya que el descenso del río afecta la salida al puerto principal del Amazonas que Colombia está perdiendo.
Mientras tanto, las autoridades peruanas continúan con los esfuerzos para reforzar el control fronterizo. La implementación de operativos constantes y el fortalecimiento de las capacidades de la Superintendencia Nacional de Migraciones y la PNP son pasos clave en este proceso.