El pueblo indígena Kakataibo denunció a través de un comunicado que invasores buscan ocupar ilegalmente sus tierras para cultivar coca y palma aceitera de forma irregular. A raíz de las agresiones de parte de estos sujetos, la comunidad originaria cuida la frontera entre Huánuco y Ucayali, y otros accesos a su territorio, como los que llevan a la comunidad de Unipacuyacu.
La respuesta de los denunciados ante estas acciones ha sido reunirse en el kilómetro 86 de la carretera Belaúnde Terry con el objetivo de impedir las acciones de control de los guardias del pueblo indígena.
“Advertimos una vez más al gobierno y a todo el pueblo peruano que estamos sufriendo un intento de acaparar nuestras tierras para sembrar coca y monocultivos como la palma aceitera”, manifestaron.
También señalaron que encontraron en su territorio la existencia de pistas de aterrizaje y laboratorios clandestinos, por lo que pidieron al gobierno de Dina Boluarte que envíe seguridad policial a la zona para evitar enfrentamientos.
“Nuestra guardia está firme y estamos organizados. Exigimos al gobierno que se ponga del lado de la legalidad y la seguridad, y finalmente se movilice para impedir enfrentamientos violentos”, precisaron.
Alertaron que los responsables de muertos o heridos serán los invasores. “Urgente llamado de las comunidades Kakataibo frente a amenazas de invasores. ¡Pedimos la atención de las autoridades para proteger a nuestros hermanos y hermanas!”, publicó la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
Comunidades indígenas dejan aislamiento por actividades ilegales en Madre de Dios
En Madre de Dios, las comunidades indígenas en aislamiento Mashco Piro están en una situación de gran vulnerabilidad, ya que algunas de ellas se están viendo forzadas a salir de su territorio en busca de alimentos.
La Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) señala que esto se debe a la presión ejercida por las concesiones madereras en sus tierras ancestrales, ubicadas en la provincia de Tambopata, en la cuenca del río Las Piedras, donde se encuentra la Reserva Territorial Madre de Dios para indígenas en aislamiento.
El 26 de junio, en la comunidad de Monte Salvado, 24 indígenas rompieron su aislamiento por la tarde para pedir plátanos mediante señas a los comuneros, quienes les proporcionaron lo que tenían disponible.
Según el portal Vigilante Amazónico, la situación se repitió al día siguiente, el 27 de junio, cuando 52 indígenas salieron nuevamente en busca de alimentos desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde.
Los miembros de la comunidad de Monte Salvado han manifestado su preocupación debido a la falta de respuesta del Estado, en particular del Ministerio de Cultura, que es responsable de proteger a los pueblos aislados. Han solicitado una emergencia para garantizar la integridad de ambas comunidades.
Temen que, si no reciben apoyo, la llegada de más indígenas Mashco Piro en busca de alimentos pueda provocar respuestas agresivas si no pueden ser atendidos adecuadamente.
En respuesta al oficio enviado por la congresista Ruth Luque, el Ministerio de Cultura (Mincul) informó que ha activado sus protocolos de acción para proteger y garantizar el bienestar tanto de los Mashco Piro como de los casi 60 ciudadanos del pueblo indígena Yine que viven en Monte Salvado.
Este plan incluyó la intervención de la Dirección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (DACI) del Viceministerio de Interculturalidad, junto con representantes de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) y el Gobierno Regional de Madre de Dios, quienes se encargaron conjuntamente de gestionar alimentos y combustible para los residentes de Monte Salvado.
Además, se implementaron mecanismos de seguridad y protección de los derechos tanto de las familias de la comunidad nativa Monte Salvado como de los Mashco Piro.
No obstante, aunque el Mincul reafirmó su compromiso de realizar todas las acciones necesarias para proteger los derechos y la seguridad de estas comunidades vulnerables, así como de los habitantes cercanos a la Reserva Territorial Madre de Dios (RTMDD), la protección efectiva sigue siendo una preocupación.