En la isla Santa Rosa, ubicada en la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil, la vida diaria está marcada por numerosas dificultades. La comunidad, situada a ocho horas de viaje fluvial de la provincia Mariscal Ramón Castilla y a tres días de la capital más cercana, enfrenta una serie de problemas relacionados con la falta de infraestructura, servicios básicos, salud y educación.
En cuanto a infraestructuras, el alcalde Iván Yovera explicó que “no tenemos calles, no tenemos servicios básicos, agua, desagüe. No tenemos embarcaderos. El centro de salud que tenemos es precario, tanto así que tenemos que atendernos en Colombia y Brasil. La educación es insuficiente; la población estudiantil ya superó la capacidad del colegio. No tenemos conectividad”. Estos problemas evidencian la falta de atención del gobierno central hacia esta frontera frente a los países vecinos.
La situación de salud es particularmente alarmante. “Cuando hay un problema, nos vamos a atender a Colombia o Brasil. Incluso, las cesáreas ni siquiera se pueden hacer en la capital de la provincia; tienen que llevarlas hasta Tabatinga (Brasil) o evacuarlas a Iquitos mediante vuelos de avionetas”, señaló el burgomaestre. Lo que representa un riesgo adicional debido a la distancia y el tiempo requerido para llegar a los centros médicos.
Relato de una controversia
El 8 de julio, durante la primera mesa técnica de seguridad organizada por la gobernación del Amazonas en Leticia, Colombia, Iván Yovera, alcalde de la Isla Santa Rosa, participó en representación de Perú. La reunión, destinada a discutir la seguridad de fronteras, fue el escenario de un incómodo momento cuando un diplomático colombiano afirmó que el territorio de la Isla Santa Rosa no pertenecía a Perú. La situación, conocida públicamente el 10 de julio gracias al congresista Guido Bellido, puso de relieve las tensiones en la región y los problemas que enfrentan los residentes de la región.
La reciente controversia diplomática trajo a la luz viejas tensiones. “Luego de las declaraciones desafortunadas de este señor, yo opté por retirarme, y salí raudamente del auditorio, muy molesto”, comentó el alcalde. Funcionarios de Leticia posteriormente se solidarizaron con Yovera y pidieron disculpas por lo ocurrido.
En su primera gestión como alcalde, entre 2014 y 2017, Yovera denunció la presencia de dos topógrafos colombianos en la isla. “Denuncié e informé al cónsul de Perú en Leticia y al gobernador de Leticia sobre la presencia de topógrafos colombianos. Lamentablemente, no pude intervenirlos porque ya se habían retirado, cruzando el río Amazonas”. Estos eventos ocurrieron en 2017, generando sospechas sobre las intenciones de los colombianos por el territorio peruano.
En 2020, Yovera volvió a denunciar públicamente irregularidades. “Obtuve fotos del capitán del puerto de Leticia, y pregunté por qué las embarcaciones peruanas ingresaban a Colombia y recibían el ticket de Leticia Mario Rivera, una comunidad detrás de nuestra isla, del lado peruano, y no de Isla Santa Rosa, sabiendo que aquí están la Marina de Guerra del Perú, Aduanas, Capitanía y Migraciones. El capitán del puerto colombiano explicó que el tema estaba en discusión y que las cancillerías de los dos países lo estaban manejando”.
Ejecutivo no se comunica con el alcalde la Isla Santa Rosa
Hasta el momento, el Poder Ejecutivo peruano no se ha comunicado con el alcalde de la Isla Santa Rosa. “Nadie se ha comunicado conmigo. Ni el canciller, ni la presidenta (Dina Boluarte), ni nadie”, afirmó la autoridad. La falta de respuesta oficial agrava la sensación de abandono que sienten los habitantes de la isla.
En cuanto a la respuesta de la Cancillería de Colombia, el alcalde señaló que sigue analizando la situación. “Lo he leído, como lo digo, lo dejo a opinión de los peruanos”.