La selva escondida ubicada en un cerro del distrito más poblado de Lima Metropolitana: ¿cómo llegar y qué encontrarás?

El Perú destaca por su vasta diversidad cultural y paisajística. Un ejemplo notable es una selva ubicada en pleno centro de Lima Metropolitana. En el concurrido distrito de San Juan de Lurigancho, un cerro esconde un cautivador espacio natural. ¿Cómo se puede llegar a este lugar y qué secretos guarda?

Una familia ha convertido este cerro en un oasis verde, plantando árboles y frutales propios de la Amazonía peruana. Al visitar este sitio, los habitantes de la ciudad pueden experimentar una inesperada conexión con la naturaleza, hallando un refugio de paz y biodiversidad en medio del ajetreo urbano.

Este pequeño paraíso verde forma parte de la Hacienda Turística del distrito, localizada en la calle 51 - San Juan de Lurigancho 15434. Para llegar, se debe seguir estos sencillos pasos:

• Paradero Canto Rey: Dirígete al paradero Canto Rey en San Juan de Lurigancho.
• Traslado en moto: Toma una moto que te lleve hasta el grifo Altavida.
• Camino a pie: Cruza la pista, camina una cuadra y dobla. Desde ese punto, llama al encargado para el guiado en la zona.

La Hacienda Turística en San Juan de Lurigancho ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar un rincón natural único dentro de Lima Metropolitana. Para aquellos interesados en descubrir este pequeño paraíso verde, es importante conocer los detalles sobre la entrada y los horarios de atención.

Para ingresar a la selva escondida y disfrutar de sus múltiples atracciones, se requiere un pago de 5 soles. Este monto contribuye al mantenimiento y conservación del espacio, garantizando que siga siendo un refugio de biodiversidad accesible para todos. Los horarios de atención son específicos, permitiendo visitas desde las 9:00 a.m. hasta las 5:30 p.m.

Este espacio selvático, que se extiende por aproximadamente 4000 metros cuadrados, ofrece una gran diversidad de plantas frutales y medicinales, así como una variedad de animales.

A través de un informe de Panorama Televisión, la matriarca de la familia Rodríguez Huamán comentó que también se ofrece una amplia gama de platos típicos de la selva peruana. Entre estos se incluyen la trucha frita, tacacho con cecina, patacones y el tradicional juane. Para acompañar estos deliciosos platillos, los visitantes pueden disfrutar de bebidas como el pisco sour, camu camu y otras opciones refrescantes.

Hace más de 40 años, la familia Rodríguez Huamán inició un proyecto ambicioso: plantar más de 100 variedades de árboles en un espacio urbano. Ester Rodríguez Huamán, la propietaria de este pequeño bosque, rememora cómo su familia se embarcó en la creación de este oasis con la visión de conectar a la comunidad con la naturaleza.

Impulsados por este objetivo, los Rodríguez Huamán han dedicado décadas al cuidado y expansión de este refugio natural. Han introducido especies de la Amazonía peruana y adoptado técnicas de cultivo sostenible para asegurar que tanto la flora como la fauna prosperen en este entorno.

El compromiso de la familia no se limita al mantenimiento del ecosistema; también organizan actividades y talleres para los visitantes. En estos eventos, comparten su vasto conocimiento sobre plantas medicinales y frutales, así como la historia y evolución de la selva escondida.

Antes de planificar tu visita, es aconsejable tener en cuenta algunas recomendaciones para asegurar una experiencia cómoda y agradable:

• Repelente de insectos: Como es una zona rica en vegetación y fauna, es recomendable llevar repelente para evitar posibles picaduras de insectos.
• Ropa y calzado adecuados: Se sugiere vestir ropa ligera y cómoda, así como calzado apropiado para caminatas por senderos naturales.
• Agua y snacks: Aunque en la hacienda se pueden encontrar opciones gastronómicas, es útil llevar una botella de agua y algunos snacks para mantenerse hidratado y con energía durante el recorrido.

Cabe destacar que es recomendable planificar la visita con antelación y llegar temprano para aprovechar al máximo el tiempo dentro de la hacienda. Durante estas horas, los visitantes pueden explorar los diversos senderos, admirar la plantación de bambú, cruzar el puente colgante y disfrutar de las fuentes de agua.

Además, al final del recorrido, se pueden degustar platos típicos de la selva peruana, que añaden un valor gastronómico a la experiencia.