En un valle rodeado por bosques nubosos se encuentra una de las conexiones con los antiguos habitantes del territorio nacional. Chachapoyas está vinculada con destinos imponentes, como la ciudad fortificada de Kuélap y la catarata de Gocta, un lugar donde flora y fauna conviven en pleno centro de la selva peruana.
El Gran Pajatén, se encuentra en el distrito de Huicungo, provincia de Mariscal Cáceres, departamento de San Martín, sin embargo, está en peligro. Este notable complejo arqueológico ha motivado la movilización tanto de la sociedad civil como del gobierno para proteger su valor histórico y cultural.
Un problema que fue solicitado por la población
David Landa, ecologista y representante del colectivo Moyobamba 500 años, señaló la urgencia de intervenir en el Gran Pajatén. Sin una acción inmediata, la posibilidad de perder este patrimonio era inminente. La movilización incluyó a diversas entidades y la comunidad de Juanjuí, quienes mostraron gran sorpresa y preocupación ante la amenaza. El Ministerio de Cultura asumió un papel activo en la gestión de la conservación del sitio.
La relevancia de poner en valor el Gran Pajatén radica en frenar la deforestación de la Amazonía y generar recursos a través del turismo, tanto arqueológico como natural. “Si ponemos en valor turístico el Pajatén vamos a atraer muchísima atención con un valor adicional que tiene la zona con paisajes paradisiacos, esto complementaria la tendencia mundial que es turismo de naturaleza con el turismo cultural. Es relevante que ahora el Ministerio de Cultura haya volcado la atención gracias a la campaña a favor del turismo”, expresó para Red de Comunicación Regional.
La expedición científica
La Dirección Desconcentrada de Cultura de San Martín (DDC-SM) supervisará una expedición científica al complejo arqueológico Gran Pajatén. Esta investigación forma parte del Proyecto de Investigación y Conservación Arqueológica Alto Montecristo, ubicado dentro de la Reserva de Biósfera del Gran Pajatén.
Bajo la supervisión de la arqueóloga Tania Jiménez Mendoza, el proyecto se extiende por un mes y medio. La expedición, financiada por el World Monuments Fund-Perú y autorizada por el Ministerio de Cultura, tiene como objetivo supervisar las intervenciones arqueológicas y de conservación en los monumentos “Los Pinchudos” y “Gran Pajatén”.
Las actividades incluyen el registro de caminos prehispánicos, levantamientos topográficos y análisis tecnomorfológicos de las edificaciones, además de trabajos cruciales para la preservación del sitio.
La logística para acceder al Gran Pajatén es compleja. La ruta implica llegar a Trujillo, luego a Los Alisos, y desde allí una travesía de cinco días pasando por diversos ecosistemas hasta el campamento base, situado a 2 mil 900 metros sobre el nivel del mar.
El valor del Gran Pajatén
El Gran Pajatén, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990, es un conjunto monumental con plataformas circulares decoradas con frisos y figuras antropomorfas, características de la cultura Chachapoyas. La clasificación del sitio como Patrimonio Mundial Mixto requiere una gestión conjunta entre el Ministerio de Cultura y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) para planificar futuras intervenciones.
El impacto de esta expedición va más allá de la preservación del patrimonio. Busca generar un impacto social y económico sostenible, beneficiando a las comunidades locales y al país. La colaboración con organizaciones como el World Monuments Fund-Perú y Sernanp asegura una intervención integral y respetuosa del entorno natural y cultural.
Impacto y futuro
Los resultados de la expedición proporcionarán datos valiosos para futuras investigaciones y medidas de conservación a largo plazo. La combinación de técnicas modernas de arqueología y conservación, junto con el conocimiento tradicional y la participación de las comunidades locales, promete un enfoque holístico para la gestión del patrimonio en el Parque Nacional Río Abiseo.
El director regional de Cultura San Martín, Luis Alberto Vásquez, destacó la necesidad de realizar trabajos científicos con profesionales de varias disciplinas para la puesta en valor del sitio. Enfatizó la importancia de estructurar proyectos que permitan un mejor conocimiento y manejo responsable de este patrimonio mundial.
La Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) también juega un papel crucial en la conservación del Gran Pajatén. Registró el predio de más de ocho hectáreas que ocupa la zona arqueológica en favor del Estado Peruano. Este registro contribuye al saneamiento físico-legal del sitio arqueológico, brindándole seguridad jurídica. A partir de ello, se promoverá la inversión pública y privada con el objetivo de conservar, proteger y restaurar este importante patrimonio cultural de San Martín.
La inscripción del predio en el registro de predios de la oficina registral de Juanjuí de la Zona Registral N° III – Sede Moyobamba, permite impulsar trabajos de investigación que detallan la importancia y características de esta obra monumental de los Chachapoyas.