El uso responsable de las tarjetas de crédito

Las tarjetas son una herramienta financiera extremadamente valiosa si se usan con criterio, de no ser así, pueden ser sumamente perjudiciales

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Mujer sujetando una tarjeta de crédito (Freepik)
Mujer sujetando una tarjeta de crédito (Freepik)

Las tarjetas de crédito se han convertido en un componente esencial de nuestras vidas financieras. Sin embargo, a menudo se perciben como una trampa peligrosa si no se utilizan correctamente. Este enfoque negativo no refleja la realidad completa, pues las tarjetas son una herramienta financiera extremadamente valiosa si se usan con criterio.

He usado tarjetas de crédito desde los 18 años y la premisa fundamental siempre ha sido tratarla como si fuera una tarjeta de débito. Cada vez que realices una compra, paga de inmediato o dentro de la semana. Este método evita la acumulación de intereses y permite disfrutar de los beneficios sin incurrir en deudas innecesarias.

Uno de los aspectos más atractivos de esta herramienta son las recompensas. Desde millas para viajar gratis hasta reembolsos en efectivo (cashback), estas tarjetas ofrecen incentivos que pueden ser de gran ayuda. Por ejemplo, es posible acumular suficientes millas para viajar gratuitamente y con la comodidad de los salones VIP en aeropuertos, lo cual permite ahorrar en comidas y bebidas. Es importante entender los diferentes niveles de tarjetas, pues siempre tendrán distintas categorías que ofrecerán mayores beneficios, y también saber que beneficio buscarás priorizar.

Ahora, el verdadero valor de las tarjetas de crédito va más allá de las recompensas. La clave está en usarlas de manera estratégica y responsable. Recomiendo evitar las compras impulsivas y gastar solo lo que se puede pagar, una regla que puede parecer simple, pero que requiere disciplina y control financiero. La puntualidad en el pago de las facturas es otro pilar fundamental. Pagar a tiempo no solo evita cargos por intereses, sino que también ayuda a construir y mantener un buen historial crediticio, un activo crucial para futuras necesidades financieras.

Las tarjetas son como un cuchillo afilado: en manos de un experto, crean obras maestras de alta cocina, pero en manos de un niño, puede ser peligroso. La educación financiera es importante para administrarlas. Siempre recomiendo la búsqueda constante de asesoría, tanto en su uso, como en el tipo de productos que se adquiera con un banco.

El valor de las tarjetas depende de cómo se utilizan. Con la estrategia correcta y un enfoque disciplinado, pueden ser una fuente de beneficios significativos, desde viajes gratis hasta ahorro en compras diarias. La clave está en tratarlas con respeto, entender sus mecanismos y utilizarlas como una extensión de nuestra responsabilidad financiera.

Cristian Arens
Cristian Arens
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