Una nueva especie de pez, denominada Corydoras iiap, fue descubierta en las cuencas de los ríos Nanay e Itaya, afluentes del río Amazonas, dentro de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, ubicada en Loreto.
Es única en el mundo y su hallazgo representa un aporte trascendental para la ciencia. Los especialistas del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), entidad técnica del Ministerio del Ambiente (Minam), fueron los responsables del descubrimiento tras un año y medio de estudios en campo y laboratorio.
Esta especie ornamental, que mide entre 5 y 6 centímetros, se distingue por su estructura carnosa en la esquina de la boca, similar a una barbilla corta, y por pequeñas manchas oscuras en el cuerpo.
Además, presenta una marca peculiar que atraviesa sus ojos, dando la apariencia de una máscara. Su coloración amarilla verdosa aumenta su atractivo y ha generado una alta demanda en el mercado nacional e internacional de peces orna
El equipo de expertos estuvo compuesto por los biólogos Morgan Ruiz y Junior Chuctaya, del IIAP, en colaboración con el investigador Luiz Tencatt de la Universidad Federal de Mato Grosso de Brasil. Los resultados de este trabajo fueron publicados en la revista internacional Neotropical Ichthyology, la cual reconoce la valiosa contribución científica del grupo.
En respuesta a esta creciente demanda, el IIAP, en coordinación con las autoridades competentes, ha comenzado a implementar medidas de control para asegurar la conservación efectiva de la especie. La presidenta del IIAP, Carmen García, subrayó la importancia del descubrimiento y los resultados del estudio.
De la misma forma, acotó que “esta investigación es clave para lograr el aprovechamiento sostenible de las especies de peces ornamentales en la Amazonía peruana, mediante la implementación de programas de manejo adecuado”.
Según la experta, estos programas son esenciales para garantizar que la explotación de esta especie no comprometa su supervivencia y permita un equilibrio entre la demanda comercial y la conservación del ecosistema.
Asimismo, el IIAP continuará con sus investigaciones y esfuerzos para asegurar que especies recién descubiertas como la Corydoras iiap sean protegidas y gestionadas de manera sostenible.
Descubrimiento milenario en la Amazonía del Perú
La quebrada Apinkras, ubicada en la cuenca del río Santiago, región Amazonas, reveló un secreto milenario. Habitantes de la etnia wampis de Villa Gonzalo hallaron 23 objetos cerámicos que, según el arqueólogo Anthony Villar Quintana de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), podrían tener entre 4.000 y 1.600 años de antigüedad. Este hallazgo abre nuevas perspectivas sobre la interacción cultural en la Amazonía peruana.
Entre los objetos encontrados hay 17 botellas, dos fragmentos de vasijas con diseños incisos en altorrelieve y tres fragmentos de cántaros.
Estos fueron descubiertos en 2023 tras una crecida del río en la quebrada. Intrigados por el origen desconocido de las piezas, los pobladores wampis se las entregaron a Villar Quintana, quien inició una investigación detallada en la zona.
El arqueólogo contó a la agencia Andina que los wampis explicaron que estos materiales fueron removidos por la crecida de las aguas de la quebrada.
Al bajar el caudal, los objetos quedaron expuestos y los pobladores, al no reconocerlos como propios, decidieron preservarlos para su análisis. Gracias a este acto de preservación cultural, Villar Quintana y su equipo pudieron acceder a estas piezas y comenzar su estudio.
Explicó que el análisis preliminar de los objetos sugiere la existencia de una vasta red de interacción cultural en la región. Esta red podría vincular la quebrada Apinkras con otros sitios en la cuenca del río Santiago, los Andes y la Amazonía peruana.
Describió que la zona, rica en sal, un ingrediente muy demandado en las culturas antiguas, podría haber sido un punto de intercambio significativo. Esta complejidad se refleja en los seis tipos de botellas identificadas, cuya distribución abarca las cuencas de los ríos Santiago, Morona, Paztaza, Chambira y Napo, indicando una considerable antigüedad.