Según el informe de inclusión financiera de Credicorp, publicado en el año 2023, el Perú se ubica sexto en el ranking —de un total ocho países—, una posición más arriba con respecto al año 2022. Nuestro país aparece en este puesto dado que su índice es 45.5 y si bien muestra tendencias positivas en todas las dimensiones de inclusión financiera (acceso, uso y calidad percibida), la percepción de seguridad sigue siendo baja, especialmente en lo referente a los ahorros y las transacciones.
Asimismo, un mensaje interesante que deja el informe es que existe un desafío importante en cuanto a la confianza. Perú muestra la más baja en las instituciones financieras de la región, pues solo una de cada tres personas confía en las instituciones financieras del país. Se ha percibido temor a realizar transacciones por medios digitales. Además, sobre el uso de medios de pago para productos y servicios, no se ha observado un aumento significativo en la proporción de usuarios de los diferentes medios de pago evaluados. El efectivo sigue siendo ampliamente utilizado para los pagos de compras y servicios (97%).
Por otro lado, se observa un crecimiento en la tenencia de billeteras móviles y aplicativos para pagos y se reporta su crecimiento sostenido desde el 2021, pues la tenencia de billeteras se ha triplicado, pasando de 11 % a 31 %. Las billeteras digitales se pueden usar indistintamente gracias a la interoperabilidad, ya que es la interconexión que permite a los usuarios transferir fondos entre las dos principales billeteras digitales, por ejemplo, de Yape a Plin y viceversa, sin que sea necesario contar con los complicados veinte dígitos del código de cuenta interbancaria para realizar una operación.
El acceso y uso creciente de medios digitales plantean un desafío para las entidades financieras y entidades vinculadas al ecosistema de pagos en términos de mejora de la seguridad y de los procedimientos frente a casos de estafa o fraude. A pesar de que más personas usan y reconocen la utilidad de estos medios, también ha aumentado la percepción de miedo debido a la poca seguridad de estas transacciones y este es un gran motivo por el cual las personas no se animan a usar otro medio de pago que no sea el dinero en efectivo. Por esta razón, urge darle al usuario un ecosistema que sea eficiente y seguro para efectuar sus operaciones de pago. No obstante, no solo se trata de la confianza, sino que existen otros desafíos estructurales para atender las barreras que dificultan el uso de los servicios financieros digitales, como el acceso a recursos como teléfonos inteligentes e Internet, las normas culturales o sociales, y la educación digital y financiera.
Es así que resulta fundamental fomentar soluciones innovadoras de pagos digitales que posibiliten la adopción y uso en el país, a fin de acceder con facilidad, seguridad y bajo costo a productos y servicios financieros, aprovechando esto para promover la inclusión financiera. En el medio, vemos iniciativas como beneficios o promociones que se realizan a través de las billeteras digitales, lo que a más de uno lo ha motivado a hacer la pregunta: “¿No tienes Yape o Plin?”. Eso ya nos dice mucho acerca de qué está funcionando, pero tenemos que hacer mucho más desde el rol que desempeñamos.