La 58ª edición del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary en la República Checa, concluyó tras nueve días de proyecciones, debates y premiaciones. Este evento reunió nuevamente a figuras destacadas del cine mundial para celebrar y reconocer tanto a nuevos talentos como a cineastas, actores y actrices consagrados.
Esta vez, el documental peruano ‘Vino la noche’, dirigido por Paolo Tizón, se destacó en este prestigioso festival. La película obtuvo dos premios importantes en la sección Proxima, un espacio dedicado a las nuevas voces del cine contemporáneo. Competía con otros once largometrajes internacionales y recibió el Premio Especial del Jurado, dotado de 10 mil dólares, y el Premio FIPRESCI, otorgado por la Asociación Internacional de Críticos de Cine.
El jurado destacó “Vino la noche” por ser una ópera prima poderosa que muestra la fragilidad humana de manera audaz, explorando tanto la luz como la oscuridad a nivel temático y formal. Esta película revela una batalla con un enemigo invisible, recordando las guerras que nos rodean.
Así fue el proceso de grabar este documental
La obra de Paolo Tizón narra la historia de un grupo de jóvenes que se alistan voluntariamente en las Fuerzas Armadas peruanas, con la esperanza de convertirse en “hombres de guerra”. A través de una observación sensible del día a día en un cuartel, la película retrata a estos militares novatos que se preparan para combatir en una zona de intervención militar en Perú.
En una entrevista con la radio checa, Tizón compartió su experiencia durante el rodaje. Explicó que muchas escenas fueron filmadas por él solo, lo que permitió una intimidad única con los personajes. La película, una mezcla de documental y cine arte, se sumerge en la cotidianidad de un grupo especial de las Fuerzas Aéreas del Perú durante su riguroso entrenamiento. Esta visión personal busca alejarse de los clichés habituales sobre el ejército y los reclutas, mostrando la humanidad detrás del uniforme.
“Hay escenas que filmé solo yo haciendo la cámara y que han quedado en el corte final. En total éramos dos personas, o tres. Pero eso tiene una gran ventaja porque se logra una intimidad con las personas, que es una de las virtudes, yo creo, de esta película”, dijo.
El director y la productora del filme, Diana Castro, hablaron con Radio Praga Internacional sobre el enfoque del documental. Explicaron que querían mostrar la humanidad de estos soldados, que a menudo se vuelve anónima bajo el uniforme. El documental evita los estereotipos de la invencibilidad o la monstruosidad, explorando los matices entre estos extremos.
También reveló que los comandos que aparecen en la película no tenían preparación actoral, solo su formación militar. Durante el entrenamiento, los realizadores les mostraron documentales peruanos para destacar la diversidad del cine y la importancia de sus propias experiencias.
No todo fue color de rosas, el peruano recordó un momento durante el rodaje en el que casi abandona el proyecto debido a la dificultad emocional de presenciar el trato a los soldados. Sin embargo, su interés por el tema, influenciado por su historia familiar vinculada a las Fuerzas Armadas, lo impulsó a continuar. Creció rodeado de parafernalia militar y siempre sintió una intensa curiosidad por conocer ese mundo de cerca.
Su realizada con apoyo del Estado
“Vino la noche” se realizó gracias a los Estímulos Económicos del Ministerio de Cultura del Perú, bajo la ley de cine vigente. La obra recibió 288 mil soles del Concurso de proyectos de documental 2019, y más tarde, estímulos adicionales para participar en festivales internacionales como Visions Du Reel y el Festival de Guadalajara. En 2024, recibió apoyo para su estreno en Karlovy Vary.
La película fue aclamada por su enfoque íntimo y humano, destacando en uno de los festivales más prestigiosos del mundo. Este reconocimiento en Karlovy Vary marca un importante logro para el cine peruano y para el director Paolo Tizón, cuya ópera prima continúa resonando en el panorama internacional.