Casonas históricas en Centro de Lima en riesgo de colapso: Colegio de Arquitectos pide intervención del Ministerio de Cultura

Lima, conocida por sus majestuosas edificaciones de la época virreinal y republicana, enfrenta una crisis silenciosa. Muchas de sus casonas históricas, que alguna vez simbolizaron el esplendor de la ciudad, están al borde del colapso. Este riesgo no solo afecta la preservación del patrimonio cultural, sino también la seguridad de las familias que aún residen en estos inmuebles.

Un recorrido por las calles del centro de Lima revela el deterioro de estas estructuras. Ejemplos claros se encuentran en la esquina de los jirones Rufino Torrico con Ica. Estas casonas, construidas con quincha y adobe, presentan graves problemas estructurales: paredes carcomidas, bases deterioradas y balcones que amenazan con desplomarse. La situación es crítica, como lo muestra el caso de una casona cuya pared ya ha comenzado a colapsar, dejando expuestos enormes huecos y separaciones peligrosas.

Fernan Saavedra, residente de una de estas casonas durante más de 40 años, relata su lucha constante con ProLima y el Ministerio de Cultura para obtener ayuda en la restauración de su vivienda. A pesar de haber dado permisos para la intervención de la fachada, las promesas de restauración aún no se han cumplido. “ProLima ha gestionado trámites desde 2012, pero no hay avances”, señaló el residente, evidenciando la burocracia y lentitud en las acciones gubernamentales.

Lourdes Giusti, decana del Colegio de Arquitectos del Perú, destacó la necesidad de un plan desde el Ejecutivo para proteger inmuebles de valor cultural, planteando su recuperación para beneficio de la ciudad. La especialista señaló que el Ministerio de Cultura debe preservar el patrimonio, pero la ley actual no permite una aplicación gradual.

La decana comparó esta situación con otras ciudades del mundo, donde las áreas históricas son lugares de residencia. “En Perú, nadie quiere vivir en el Centro Histórico porque es peligroso”, comentó.

La especialista también mencionó las dificultades para inversionistas interesados en recuperar estos inmuebles. Quienes compran propiedades con planes de restauración enfrentan procesos administrativos complicados y sanciones por no cumplir con regulaciones patrimoniales, incluso si los inmuebles han cambiado con el tiempo.

La situación no es exclusiva del Centro de Lima. En el distrito de Barranco, donde se ubican 235 casonas declaradas patrimonio histórico, el escenario es similar. La humedad y el paso del tiempo han puesto en riesgo la integridad de estas construcciones. Un caso es el de una casona en la bajada de baños, que colapsó parcialmente hace varios meses. Las intervenciones realizadas carecieron de las autorizaciones necesarias, lo que agravó la situación.

La reciente aprobación de la ley 31980 podría marcar un punto de inflexión en esta situación. Esta legislación permite que las casonas con más de 15 años de abandono pasen a manos del municipio para su restauración. Sin embargo, la implementación efectiva de esta norma y la colaboración entre las diferentes entidades gubernamentales serán determinantes para lograr cambios significativos.