La presidenta Dina Boluarte reapareció este lunes ante la prensa, luego de más de 90 días de silencio, para presentar los resultados de su reciente viaje a Asia, donde se reunió con el líder del régimen chino, Xi Jinping. Acompañada por los integrantes del Gabinete que conformaron la comitiva oficial, la mandataria reconoció que no ha comparecido ante los periodistas desde hace “mucho tiempo”, aunque indicó que sí lo ha hecho con la ciudadanía.
“Buenas tardes a la prensa, después de mucho tiempo, no nos hemos comunicado, pero sí con el pueblo, a través del trabajo que hacemos día a día a nivel nacional”, dijo al inicio de su informe. Boluarte estuvo rodeada por los ministros de Relaciones Exteriores, Javier González Olaechea; Economía y Finanzas, José Arista; Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar; Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, y Salud, César Vázquez.
En principio, la mandataria destacó la productividad del viaje, durante el cual participó en 16 reuniones y actividades con autoridades y empresarios chinos. “Cabe resaltar que [también] mantuve cuatro despachos remotos con el presidente del Consejo de Ministros y otros miembros del gabinete. Estos despachos se realizaron el 24 de junio desde París, el 25 desde Shenzhen, el 26 de junio desde Shanghái y el 28 de junio desde Pekín”, informó.
Según su declaración, en estas reuniones abordó diversos temas, incluida la alerta ante el movimiento telúrico de 7.0 que remeció Arequipa y regiones vecinas. Boluarte calificó el viaje como “una experiencia muy productiva que permitió fortalecer las relaciones bilaterales con China, así como explorar nuevas oportunidades de cooperación en diversos ámbitos”.
Al término de su alocución, la mandataria ofreció una rueda de prensa en la que evadió respuestas sobre su ausencia para realizarse cirugías plásticas o la investigación sobre el escándalo del ‘Rolexgate’, que la involucra junto con el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima. Mientras los periodistas insistían al respecto, ella sonreía.
“Hoy estuvo aquí el gobernador con aproximadamente 23 alcaldes en esa preocupación por seguir avanzando por el Perú. Desde acá le mando un saludo a mi amigo, mi ‘wayki’. Sobre la pregunta de las joyas, aretes, todo eso, está en la Fiscalía. Nosotros estamos colaborando asistiendo a las diligencias. Asistiremos a todas las que me citen por las carpetas que me abren por cada noticia”, dijo.
Cuando fue consultada sobre los 12 días que, según una investigación de Hildebrandt en sus trece, dejo el cargo debido a un postoperatorio de cirugías plásticas y sobre por qué no ha viajado hasta Condorcanqui (Amazonas), donde se registran violaciones sistemáticas a niñas awajún, Boluarte dio una respuesta escueta antes de pasarle el micrófono al ministro de Educación.
“Ya quisiera desaparecerme un solo minuto y separarme de mi trabajo como presidenta”, comentó. “Estamos hablando de cosas tan importantes como traer tecnología de China y esas preguntas [...] son las que no ayudan y no generan interés en la población”, mencionó cuando otra periodista volvió a consultarle sobre su alejamiento en la jefatura de Estado.
La última vez que Boluarte había comparecido ante los reporteros fue en un pronunciamiento hecho precisamente en la Casa de Gobierno en abril pasado sobre las joyas y relojes de lujo Rolex que ha lucido en numerosos eventos y que no había declarado entre sus bienes.
La gobernante dijo inicialmente que eran joyas de fantasía fina, pero luego ha admitido ante la Fiscalía de la Nación que fueron piezas de oro y brillantes prestadas por el gobernador Oscorima, a quien llamó ‘wayki’ (amigo en idioma quechua).
Además del silencio mediático, su seguridad impidió a los medios salir de un estrado para acercarse a ella, lo cual fue calificado por los profesionales de la comunicación como una práctica intimidatoria y un exceso.