El Ministerio de Cultura, mediante la Resolución Viceministerial N°000170-2024-VMPCIC/MC, declaró Patrimonio Cultural de la Nación a 21 bienes culturales muebles de la iglesia San Francisco de Asís, ubicada en el distrito de Sausa, provincia de Jauja, departamento de Junín. Esta iglesia, propiedad del Arzobispado Metropolitano de Huancayo, alberga estos bienes que datan del siglo XVIII al XIX, representando un valioso testimonio del patrimonio cultural peruano.
Entre los bienes destacan la pintura al óleo ‘Nuestra Señora del Carmen’ y ‘San José y Niño’, que son representativas del estilo popular religioso de los siglos XVIII y XIX. Además, las esculturas de la ‘Virgen María’ y ‘Santa Ana’, junto con las figuras devocionales como ‘San Francisco de Asís’ y ‘Virgen y Niño’, reflejan la habilidad de los talleres imagineros surandinos del siglo XIX.
Estos bienes poseen un valor histórico significativo, ya que atestiguan el rol de la Iglesia Católica en la evangelización de la región de Junín. Están estrechamente ligados al histórico templo San Francisco de Asís de Sausa, considerado un ícono regional que muestra la profunda influencia y presencia histórica de la fe católica en la zona.
Desde una perspectiva artística, estos bienes representan el arte peruano de los siglos XVIII y XIX. Destacan por su calidad estética, así como por las técnicas y materiales tradicionales utilizados, reflejando las habilidades y creatividad de los artesanos de la época.
Se busca protección y preservarlo
La declaración de estos bienes como Patrimonio Cultural de la Nación tiene como objetivo fomentar la protección y preservación del patrimonio cultural. Así se asegura que estos bienes sean resguardados y valorados para las futuras generaciones. Con esta medida, el Ministerio de Cultura reafirma su compromiso de trabajar en la conservación del legado histórico y cultural del país.
No obstante, la iglesia San Francisco de Asís enfrenta serios problemas estructurales. Según el medio La Lupa, esta iglesia, construida hace más de 450 años, presenta severos daños debido a la inacción de las autoridades. Esta histórica construcción, donde se bautizó a la hija del conquistador Francisco Pizarro, muestra signos de deterioro alarmantes.
En una visita ocular realizada el 21 de marzo de este año, profesionales y ciudadanos alertaron sobre el peligro de colapso de la torre antigua y otras áreas afectadas por un deficiente sistema de drenaje pluvial. El informe N°01 – 0019, enviado por la arquitecta Lizet Chuquillanqui a Javier Rojas León, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura Junín (DDC Junín), señala desprendimientos en la estructura de adobe de la iglesia debido a filtraciones de agua y falta de mantenimiento.
El informe de la arquitecta Chuquillanqui resalta la necesidad urgente de revisar, limpiar y refaccionar el sistema de drenaje pluvial de toda la iglesia. “Es lamentable el estado en el que se encuentra por no realizar el mantenimiento, la torre lleva años sin ser restaurada ni protegida provisionalmente. Es sumamente urgente realizar obras de emergencia”, se lee en el documento.
No hay presupuesto
Según la funcionaria de la DDC, Lizet Chuquillanqui, se llevó a cabo una reunión con la gestión actual de la Municipalidad Distrital de Sausa, liderada por el alcalde Alberto Moreno Mendoza, para exhortar a que se realicen trabajos de mantenimiento o restauración en la iglesia. Sin embargo, los funcionarios municipales señalaron que estaban en busca de presupuesto.
“El Ministerio de Cultura no tiene conocimiento de que medidas preventivas haya tomado la Municipalidad Distrital de Sausa, ya que según la visita In Situ no se han realizado trabajos de mantenimiento [...] por lo que sorprende que indiquen que es responsabilidad del Ministerio de Cultura una intervención”, se indica en el informe.
En el documento se presentan algunas alternativas, a corto y mediano plazo, para preservar la construcción. Esta situación evidencia la necesidad de una mayor coordinación y compromiso por parte de las autoridades para preservar el patrimonio cultural y evitar la pérdida irreparable de bienes históricos que forman parte de la identidad y memoria colectiva del país.