A poco de la celebración de Fiestas Patrias no todo es positivo. La delincuencia se pone más activa, porque sabe que las personas tienen en sus cuentas bancarias más dinero de lo usual por el reciente desembolso de la AFP y el próximo pago de la gratificación de julio. Según denuncias policiales, uno de los delitos que empieza a ir en aumento a nivel nacional, sobre todo en Lima y Callao, es la del falso colectivo.
Por escalofriantes relatos de personas que cayeron víctimas de estos delincuentes se sabe que se aprovechan de personas distraídas y apuradas, que abordan los vehículos para llegar lo más rápido posible a su destino. Sin pensarlo, finalmente terminan amenazados de muerte y con la pistola apuntándoles la sien o el estómago.
En un reciente informe, Panorama expuso los relatos de las víctima de los falsos colectivos en la ruta de la avenida Javier Prado. La mayoría creyó que era su final y que no volverían a ver más a sus seres queridos.
“Aparentan con carro grandes y bonitos, pero después uno se llega a dar cuenta que son choferes disfrazados. Estos malditos delincuentes nos pueden matar y luego no pasa nada. El arma lo sentí en la parte de mi espalda. Me quedé paralizada”, dijo una mujer que abordó un falso colectivo a la altura de San Borja.
Sin embargo, el relato más escalofriante es de un joven escritor limeño que terminó cayendo en la garras de estos falsos taxis colectivos.
“Me subí al carro, lo tomé entre las 5:30 y 6 p.m. Ya estaba oscureciendo, cuando ahora que lo recuerdo no buscaron más pasajeros. Había un espacio más, pero no subió nadie, no se pegaron a la derecha ni se pararon en ningun semáforo”, relató el hombre.
“En un momento, simplemente el cañón está en mi sien y empezaron a golpearme y forcejear. No puedo olvidar la presión de la pistola en mi cabeza. Estaba frío y me congeló. Me insultaron, me mentaron la madre, pero ¿qué es es lo que querían? Mis claves (bancarias)”, agregó.
De acuerdo a la víctima, quien terminó en un descampado por Chorrillos, pensó que moriría en ese mismo momento al negarse a dar los accesos para que le vaciaran las cuentas bancarias.
Otro joven también abordó uno de esos falsos colectivos y vivió una situación igual de terrorífica. Acabó sin zapatillas, descalzo, sin rumbo y confundido. Estos delincuentes se mezclan entre choferes honrados y trabajadores.
Las víctima coinciden en que estos conductores van en autos nuevos, incluso camionetas, para generar confianza en sus potenciales víctimas.
“En el caso de los colectivos, al ser este un transporte informal ni los vehículos ni los choferes están empadronados. Por eso, a muchos de estos malhechores se les hace fácil delinquir usando esa fachada. Y con los taxis, pues aparentemente están formalizados, pero varios aprovechan la noche y el apuro de las personas para captarlas y desvalijarlas”, dijo el coronel Lizandro Quiroga, exjefe de las Águilas Negras de la PNP.
“Están utilizando métodos más violentos y agresivos. Ya no solo te apuntan en el sien con el arma, ahora te dicen que te van a arrancar uña por uña con un alicate o que te van a cortar la cara con un vidrio. También dicen saber todo de ti, y que matarán a los hijos o los padres”, alertó.