Ocho años en erupción continua: conoce el segundo volcán más activo del Perú

Con un promedio de 40 explosiones volcánicas diarias, este gigante natural genera columnas de cenizas de hasta 2.900 metros de altura. El IGP monitorea de cerca el segundo volcán más activo del Perú, situado en la provincia de Caylloma

Guardar
El país tiene 16 volcanes activos y potencialmente activos en diversas regiones, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP). (Andina)
El país tiene 16 volcanes activos y potencialmente activos en diversas regiones, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP). (Andina)

Perú se encuentra situado en una región geológicamente activa y dinámica, el llamado “Cinturón de Fuego del Pacífico”. Esta área es reconocida mundialmente por ser un punto de encuentro de placas tectónicas, lo que resulta en una actividad sísmica y volcánica intensa. Por ello, el país cuenta con 16 volcanes activos y potencialmente activos, distribuidos en las regiones de Ayacucho, Cusco, Arequipa, Moquegua y Tacna, según datos proporcionados por el Instituto Geofísico del Perú (IGP).

Entre estos volcanes destaca uno en particular: el Sabancaya. Situado en la provincia arequipeña de Caylloma, a 70 kilometros al noroeste de la ciudad. Este se ha convertido en el segundo volcán más activo del país, en plena erupción desde 2016. Este volcán se caracteriza por generar explosiones volcánicas, así como emisiones de ceniza y gases acompañadas de la expulsión de fragmentos de roca volcánica. Con la reactivación del Sabancaya en 1988, el IGP inició estudios avanzados en vulcanología en el país.

El 1 de julio, el Instituto Geofísico del Perú emitió un boletín sobre el estado actual del volcán arequipeño, indicando que se encuentra en nivel de alerta naranja. El informe señala que el proceso eruptivo del Sabancaya continúa y que entre el 24 y el 30 de junio se detectó un promedio de 40 explosiones volcánicas diarias. Estas explosiones generaron columnas de cenizas y gases de hasta 2 mil 900 metros de altura sobre la cima del volcán. Además, se advierte que esta semana se prevé que continúen las explosiones y emisiones de cenizas, las cuales podrían afectar a los distritos ubicados en el valle del Colca, manteniendo así el nivel de alerta volcánica.

Entre el 1 y el 2 de julio, las cenizas se dispersarían hacia los sectores noreste y oeste del Sabancaya, y del 3 al 7 de julio, hacia los sectores este y sureste del volcán con vientos de 50 km/h.

La historia y las actividades del Sabancaya

Ocho años en erupción continua: conoce el segundo volcán más activo del Perú y pionero en estudios vulcanológicos
Ocho años en erupción continua: conoce el segundo volcán más activo del Perú y pionero en estudios vulcanológicos

La provincia de Arequipa, hogar de más de 1′080,635 personas, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en 2017, se ve así bajo constante vigilancia. El Sabancaya es parte de un complejo volcánico que incluye otros dos volcanes: el Ampato y el Hualca Hualca. Su nombre proviene del quechua y describe su naturaleza imponente. Este volcán, catalogado como estratovolcán, está conformado por rocas del Mesozoico y Cenozoico. El Mesozoico está representado por rocas sedimentarias marinas, mientras que el Cenozoico corresponde a un período de volcanismo intenso.

Históricamente, el Sabancaya fue muy activo, con relatos que atestiguan su actividad eruptiva en los años 1460, 1752 y 1784 d.C. En la obra de Ventura Travada y Córdoba, titulada “El suelo de Arequipa convertido en cielo”, se relatan observaciones del volcán en 1750, describiéndolo como perennemente ardiendo.

“..allá el volcán esta perennemente ardiendo de día y de noche y que no hay noticia de haber hecho estrago alguno el tiempo de la cristianidad aunque tampoco le faltan señas de haber erupcionado sus crudezas en inmemorables tiempos...”

Después de más de 200 años de inactividad, las primeras señales de reactivación se indicaron en 1981 por los habitantes de Cajamarcana-Huacachiguero situados al pie del volcán. Posteriormente, en 1985, estos índices de actividad se hicieron más notorios. Un año más tarde, exactamente en julio, los satélites detectaron un aumento en la emisión térmica y la intensa actividad se reanudó en diciembre, con una actividad fumarólica visible a varias decenas de kilómetros a la redonda.

La actividad eruptiva se incrementaría notablemente entre el 28 de mayo y el 5 de junio de 1990, con una columna de gas y cenizas elevándose a 9 mil metros sobre el cráter. Las cenizas fueron dispersadas hasta 10 km aproximadamente, afectando el ichu y causando la muerte de muchos camélidos, lo que llevó a la evacuación del poblado de Saillai.

Cómo prepararse ante una posible erupción volcánica

Ocho años en erupción continua: conoce el segundo volcán más activo del Perú y pionero en estudios vulcanológicos
Ocho años en erupción continua: conoce el segundo volcán más activo del Perú y pionero en estudios vulcanológicos

Ante el aumento del nivel de alerta del volcán Sabancaya, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) aconseja una serie de medidas preventivas para la población en zonas de posible afectación. Se debe activar un plan de emergencia familiar en todos los hogares de la zona, tener una mochila de emergencia y un botiquín para atención médica básica. Se recomienda usar mascarilla y lentes para proteger la boca, nariz y ojos. Además, las autoridades deben coordinar con la ciudadanía las posibles zonas de albergue en caso de evacuación y acordar medios de transporte para trasladar a los vecinos a áreas seguras.

Si ocurre una erupción, la población debe estar preparada para la evacuación y no acercarse al volcán. También es importante mantenerse alejado de las quebradas del volcán, pues pueden transportar materiales peligrosos. En caso de evacuación, solo se debe regresar a la zona afectada cuando las autoridades indiquen que es seguro. Asimismo, se debe tener cuidado con el consumo de agua, ya que podría estar contaminada. Para proteger a los animales, es preferible mantenerlos en cobertizos y evitar que coman pasto o vegetación expuesta a la contaminación de las cenizas del volcán.

Guardar