Lima dejó de ser la ciudad más competitiva del país por incremento de la delincuencia y mala gestión

Lima Metropolitana dejó de ser la ciudad más competitiva del Perú en el Índice de Competitividad Regional (Incore), luego de once años consecutivos. Este lugar ahora lo ocupa Moquegua, que mantiene su liderazgo en los pilares de ‘Entorno Económico’ e ‘Instituciones’.

Ahora, la región también está al frente de ‘Educación’ al registrar la mayor tasa de asistencia escolar y la segunda menor tasa de analfabetismo. En cuando al área laboral, subió al segundo lugar, ya que presenta el ingreso por trabajo más alto del país y el segundo mayor índice de formalidad.

En el caso de Lima, el IPE señala que el retroceso se explica por el notable deterioro del desempeño en el pilar de ‘Instituciones’, en el que cayó del segundo al sexto lugar, debido a que se registró la segunda mayor tasa de victimización por hechos relacionados con el crimen.

No obstante, Lima Metropolitana sigue liderando en los rubros de Infraestructura, Salud y Laboral, y ocupa el segundo puesto en Entorno Económico y el tercero en Educación. Este es el ranking general:

• Moquegua (7.6)
• Lima (7.5)
• Arequipa (6.7)
• Tacna (6.5)
• Ica (6.1)
• Lima Provincias (5.3)
• Lambayeque (5.0)
• Cusco (4.9)
• La Libertad (4.8)
• Ancash (4.7)
• Tumbes (4.6)
• junín (4.4)
• Madre de Dios (4.2)
• Piura (4.0)
• Pasco (4.0)
• Apurímac (3.9)
• Ayacucho (3.8)
• San Martín (3.7)
• Amazonas (3.4)
• Puno (3.3)
• Cajamarca (3.2)
• Huancavelica (3.1)
• Huánuco (3.1)
• Ucayali (3.1)
• Loreto (2.8)

Moquegua, Arequipa, Cusco, La Libertad, Áncash y Pasco avanzaron una posición en esta edición del informe. Por el contrario, Tumbes fue la región que más retrocedió al caer tres ubicaciones.

Por su parte, Cusco ingresó al tercio superior, en el octavo puesto, debido a avances en cuatro de los seis pilares evaluados, lo que se explica en una mayor aprobación del Gobierno Regional.

El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, gastó más de 8.6 millones de soles en consultorías extranjeras durante su gestión, pese a su promesa inicial de restringir la contratación de estos servicios, según un reporte del semanario Hildebrandt en sus Trece. Este gasto se originó principalmente por la confrontación del alcalde con la empresa concesionaria Rutas de Lima.

Una de las consultorías más costosas fue la contratación de la firma Inkerlink SAS de Colombia por 1.8 millones de soles, destinada a calcular la compensación a pagar por la anulación del acuerdo con Rutas de Lima. Sin embargo, la inversión resultó inútil, ya que un tribunal arbitral de la ONU determinó que la Municipalidad de Lima debía revertir la anulación del contrato.

Otro gasto significativo fue el contrato con el estudio de abogados K&L Gates, con sede en Seattle, Estados Unidos, por un monto de 927 mil soles. La finalidad era conseguir que el gobierno estadounidense sancionara a Brookfield, socia mayoritaria de Rutas de Lima, por su presunta implicación en casos de corrupción relacionados con Odebrecht.

Asimismo, el municipio destinó 336 mil soles al estudio Raeda Consulting Limited para crear un informe que probara el conocimiento de Brookfield sobre los actos de corrupción de Odebrecht desde 2016. El informe presentó información ya conocida, fundamentada principalmente en publicaciones periodísticas y documentos de acceso público.

A pesar de los escasos resultados útiles de estas contrataciones, la comuna continuó invirtiendo en consultorías. Se contrató nuevamente a la firma Boies Schiller Flexner LLP para abrir un proceso penal contra Brookfield, en Estados Unidos, a un costo de tres millones de soles.

Adicionalmente, se gastaron 2.2 millones de soles más en un proceso legal contra Vinci Highways, debido a la anulación de su concesión de la Línea Amarilla en la gestión del exalcalde Jorge Muñoz.