En la madrugada del pasado jueves, la Policía Nacional del Perú (PNP) realizó un operativo en Ventanilla Alta, Callao, desmantelando la banda criminal ‘La Reina de los Portales’. Encabezada por Pamela Brigitte Salazar Avenzur, esta organización se dedicaba a invadir terrenos para luego venderlos de manera ilegal, con la complicidad de funcionarios municipales.
Salazar, conocida en la comunidad como ‘La Patrona de Ventanilla’, tiene 33 años y es pareja de Fran Gaviria Cacique, un individuo con antecedentes por robo agravado y denuncias por usurpación y extorsión. La detenida se desempeñaba como supuesta dirigente vecinal, aunque sobre ella pesan múltiples denuncias por actividades ilícitas relacionadas con la venta de lotes.
Según el informe presentado por el dominical Punto Final, la historia de Pamela Salazar comenzó hace nueve años, en el 2015, cuando tomó posesión de un terreno en Ventanilla, propiedad del Gobierno Regional del Callao. Tras mantener el control del lugar durante dos meses, la mujer procedió a lotizar el predio y a formar la pseudo asociación de vivienda ‘Los Portales de Ventanilla Alta’. Sin poseer título de propiedad alguno.
El sueño de la casa propia
Más de 300 familias llegaron a esta zona de Ventanilla con la esperanza de obtener una vivienda propia. Según un testigo protegido, Salazar se proclamó dueña del terreno invadido y vendió lotes a precios que oscilaban entre 2,500 y 5,000 soles. En coordinación con funcionarios de la municipalidad, otorgaba certificados de posesión a los compradores, facilitando así la venta ilegal de los terrenos.
Para legitimar su ocupación del terreno, Pamela Salazar utilizó una constancia de posesión entregada por el juez de paz del distrito de Mi Perú, Lorenzo Fenko Flores. Con este documento, solicitó al Gobierno Regional del Callao la compra y adjudicación del terreno, bajo el pretexto de desarrollar un proyecto urbanístico.
Aunque el Gobierno denegó la compra por tratarse de un bien estatal, la investigada continuó ampliando su control sobre el terreno y la venta de lotes aumentó.
Se mudó a un mejor lugar
La economía de ‘La Patrona de Ventanilla’ prosperaba, a diferencia de la de sus vecinos. Ella y su pareja, Fran Gaviria, se mudaron a una vivienda en la urbanización Los Cedros de Ventanilla, evidenciando una mejora considerable en su nivel de vida. Mientras tanto, las familias que compraron terrenos ilegales enfrentaban constantes peligros y precariedades.
Además de la venta de terrenos, la mujer organizó conexiones clandestinas de electricidad, agua y desagüe. Con ayuda de sus colaboradores, acoplaron ilegalmente cables de electricidad a los postes del alumbrado público del parque Vencedores de Ventanilla. Estas conexiones llegaban a cada una de las viviendas construidas en el terreno invadido, cables expuestos a la intemperie, poniendo en peligro la vida de los vecinos.
Para proporcionar agua, cavaron zanjas y acoplaron tuberías a la troncal destinada por Sedapal para el servicio de parques y jardines. Esta red clandestina, construida por los integrantes de la asociación bajo el nombre de ‘faenas’, permitió a Salazar cobrar a los residentes una tarifa mensual por el uso de estos servicios.
Según las investigaciones, la banda mantenía a la población aterrorizada y secuestrada. Los vecinos pagaban entre 50 y 100 soles mensuales por los servicios, y aquellos que se resistían enfrentaban la pérdida de su lote o la desposesión de su hogar.
Nueve años después de la fundación de la asociación de vivienda Los Portales de Ventanilla Alta, las familias continúan luchando contra la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos. El calvario de estas familias se agravó cuando Pamela Salazar comenzó a exigir el pago de cuotas por servicios de luz y agua.
El miedo a represalias y la posible pérdida de sus hogares mantiene a muchos vecinos en silencio. Algunos niegan haber pagado por los terrenos, posiblemente por temor a complicaciones legales.