El reciente sismo de 7 grados en Arequipa y las réplicas sucesivas nos recuerdan que Perú se ubica en una zona de alta actividad sísmica. Lima, con un silencio sísmico de más de 270 años, enfrenta la amenaza de un posible megaterremoto de casi 9 grados. La preocupación se eleva si nos ponemos a pensar en la calidad de las viviendas que habitan los limeños, los lugares donde estas casas fueron construídas y las condiciones climáticas que agravan su situación.
Actualmente, Lima enfrenta una temporada de invierno inusual, y las condiciones podrían volverse más gélidas a lo habitual en las próximas semanas. A la fecha, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha reportado presencia de lluvias en varios distritos y una humedad que alcanza el 100% en el ambiente, condición climática que además de impactar en la salud de los limeños, deteriora el material de las casas precarias y ubicadas en zonas de alto riesgo.
Según el Centro de Estudios y Prevención de Desastres (PREDES), en Lima Norte, que alberga cerca de 2.5 millones de personas, alrededor de 550,000 habitantes viven en condiciones de alta vulnerabilidad, lo que equivale al 22% de su población. Estas condiciones de vulnerabilidad se deben a la ocupación de áreas inestables, cauces secos y riberas del río Chillón, donde las viviendas tienen baja resistencia a sismos y lluvias.
En Lima Sur, unos 835,640 residentes de San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador serían gravemente afectados por un sismo de gran magnitud, según estudios de Análisis del Riesgo de Desastres. La ocupación de terrenos inestables en estas áreas aumenta la exposición a peligros graves como terremotos, lluvias intensas, deslizamientos y desprendimientos de rocas.
Capacitación y plan de emergencia
Esta realidad implica una necesidad urgente de involucrar tanto a la comunidad como a las autoridades en la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD). En este marco, el Centro de Estudios y Prevención de Desastres (PREDES) ha trabajado en la promoción de la GRD como un componente fundamental del desarrollo urbano, a través de los proyectos “Reduciendo el Riesgo de Desastres” en Lima Norte y Lima Sur.
A lo largo de casi cuatro años, PREDES ha llevado a cabo una serie de estudios de riesgo a nivel comunitario y distrital. Estos estudios han sido la base para realizar obras de mitigación del riesgo, como la construcción de muros de contención y la creación de zonas seguras y rutas de evacuación.
Adicionalmente, se ha potenciado la capacidad de respuesta de las municipalidades ante emergencias y desastres mediante la formación y capacitación de brigadas comunitarias y voluntarios en manejo de emergencias y rehabilitación. También se ha brindado asistencia técnica a las municipalidades para desarrollar planes específicos de Gestión del Riesgo de Desastres.
En colaboración con los gobiernos locales, se acondicionó el primer ‘Almacén de Bienes de Ayuda Humanitaria de San Juan de Miraflores’ y se implementaron Centros de Operaciones de Emergencia Distrital en Villa María del Triunfo y Villa El Salvador.
En el proyecto de Lima Norte, se ofreció un diplomado, dos cursos de especialización y un concurso de investigaciones orientados a funcionarios municipales, líderes sociales e investigadores académicos, enfocados en la gestión del riesgo de desastres con una perspectiva barrial e inclusiva. También se capacitaron y acreditaron a 484 voluntarios en emergencias y rehabilitación, fortaleciendo las capacidades de Comas, Los Olivos y Puente Piedra en el manejo de la GRD.
Gilberto Romero Zeballos, presidente de PREDES, subrayó el esfuerzo dedicado a la prevención de desastres en estos proyectos. “Con cada proyecto ejecutado el nivel de experiencia y calificación de nuestros colegas se fortalece, convencidos de que nuestra labor contribuye a reducir la vulnerabilidad de miles de compatriotas”, afirmó.
La iniciativa de PREDES en Los Olivos, Puente Piedra y Comas en Lima Norte, así como en San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador en Lima Sur, fue posible gracias al financiamiento de USAID.