El combate contra el narcotráfico y la producción de drogas -especialmente la cocaína- es un problema común que une a Colombia, Perú y Bolivia. Sin embargo, lejos de hacer retroceder a esta economía ilegal, esta incrementó en 20 % según un informe reciente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El documento, que fue presentado oficialmente el miércoles 26 de junio en la página web oficial de las Naciones Unidas, analiza la tendencia de la producción de cocaína entre los años 2021 y 2022.
“En 2022, se produjo una nueva cifra récord de 2,757 toneladas de cocaína, lo que representa un aumento del 20% respecto a 2021. Por su parte, el cultivo mundial de arbusto de coca aumentó 12% entre 2021 y 2022, hasta alcanzar las 355,000 hectáreas”, se indica en la comunicació emitida por la UNODC.
Según el informe, “los más importantes cargamentos de cocaína continúan saliendo desde la región andina hacia países de las Américas y a Europa occidental y central, el segundo mayor mercado de cocaína después de América del Norte, aunque la cocaína llega a todas las regiones del mundo”. Este es precisamente el contexto en el que se encuentran Colombia, Perú y Bolivia.
La información recopilada por esta oficina de las Naciones Unidas también deja ver que los tres países presentan este aumento en la producción de cocaína, pues también se ha presentado un incremento en la cantidad de cultivos de hoja de coca, pero una reducción en su erradicación por parte de los tres países ya mencionados.
Cultivo de hoja de coca aumenta, pero su erradicación disminuye
Las estadísticas de erradicación de cultivos de hoja de coca en Colombia, Perú y Bolivia también es un factor clave. A nivel global, la lucha contra la proliferación de este tipo de cultivo ha disminuido de 39 mil hectáreas en 2020 a 100 mil hectáreas para el año 2022. Sin embargo, aunque los números globales indiquen una caída, entre el año 2020 y 2022, los esfuerzos de erradicación de estos cultivos en el Perú aumentaron y pasaron de 6 mil hectáreas a 21 mil.
Puede parecer en el Perú ha mejorado, pero la realidad es que las cifras del año 2022 están por debajo de la cantidad de hectáreas erradicadas en el año 2015, cuando se eliminaron 35 mil.
Desde entonces, según datos registrados por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), esta cifra se redujo hasta llegar solo a 5 mil en 2021. De hecho, en 2022 se retornó a niveles similares al año 2013, cuando se erradicaron 23 mil hectáreas de cultivos de hoja de coca.
Según el presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carlos Figueroa Henostroza, se detectaron 92.784 hectáreas de cultivos de hoja de coca en 2023, frente a las 95.008 que había el año anterior.
“Estamos hablando del quiebre de la tendencia luego de ocho años de crecimiento, con una reducción de 2.224 hectáreas. Este es el resultado de acciones conjuntas de las entidades del Estado vinculadas a la lucha contra el modelo de negocio del narcotráfico”, resaltó Carlos Figueroa en la presentación del informe Monitoreo de Cultivos de Coca 2023.
Los datos recogidos por Devida y publicados por el UNODC también resaltan cuáles son las zonas en las que se realiza el cultivo de hoja de coca y se comprueba que, por ejemplo, entre los años 2012 y 2022 la zona del Vraem se ha consolidado como la principal en el cultivo de hoja de coca. A ella le siguen otras como Inambri - Tambopata, Bajo Amazonas, Callería, La Convención Lares y Huallaga.