A diferencia de otras ciudades de América Latina, el invierno en Lima es particularmente húmedo, con niveles que pueden alcanzar el 100% de humedad relativa, como ha estimado este jueves el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). Según Oceana Perú, una organización dedicada a proteger y restaurar los océanos, la corriente de Humboldt es una de las causas principales.
Esta corriente fría, que recorre la costa peruana, transporta aire cargado de humedad desde el sur. Al encontrarse con la Cordillera de los Andes, este aire asciende, se enfría y se condensa, lo que forma la densa garúa que caracteriza la costa central y sur del país. Aunque la capital peruana tiene una alta humedad, recibe muy poca precipitación anual, ya que la corriente de Humboldt es tan fría que inhibe la formación de nubes cargadas de agua o con desarrollo vertical.
La poca lluvia que cae en Lima generalmente ocurre durante los meses de invierno, entre junio y agosto (y se manifiesta como garúa). De acuerdo con Oceana Perú, otra razón importante es la inversión térmica, un fenómeno donde una capa de nubes frías atrapa el aire caliente por debajo y no lo deja ascender. Encima de esta capa hay aire caliente que tampoco permite que el aire frío suba, lo que genera “una situación muy estable de nubosidad sobre la superficie”.
Además, la topografía de Lima, con sus valles y colinas, crea una serie de microclimas que afectan la humedad local. Las zonas costeras son más húmedas debido a la proximidad al mar, mientras que las áreas más alejadas, a elevaciones de 700 a 800 metros sobre el nivel del mar, pueden permanecer sumergidas en una nube permanente durante semanas. Este fenómeno permite la acumulación de humedad en las partes altas, donde se encuentran las lomas.
La contaminación atmosférica también influye en la humedad extrema que se presenta por estos días. Las partículas de contaminantes atrapan la humedad en el aire, lo que puede llevar a la formación de smog y, por tanto, reducir la visibilidad y afectar la respiración de las personas. Sin embargo, la organización recalca que la humedad también tiene algunos beneficios, como mantener la ciudad fresca en verano y reducir el polvo en el aire.
Aunque la corriente de Humboldt es responsable de los inviernos húmedos y cielos grises de la costa central y sur del país, también convierte al mar peruano en uno de los más productivos del mundo. Sin esta corriente, Lima sería significativamente diferente: su mar tendría temperaturas más cálidas (incrementarían entre 5 °C y 10 °C); menos humedad, ya que la garúa desaparecería; y mayor precipitación, lo que daría pie a un clima más lluvioso y una vegetación similar a la de Salvador de Bahía, en Brasil.
Según el Senamhi, pasadas las 18:30 horas de este jueves, Lima y Callao presentaban concentraciones de humedad próximas al 100%. En Jesús María, la humedad alcanzaba el 99%, con una sensación térmica de 14 °C y una velocidad del viento de 4.7 km/h. Asimismo, San Juan de Lurigancho (SJL) mostraba una humedad del 98%. Otros distritos también registraban altos niveles: Puente Piedra y Carabayllo con 95%, San Borja con 94%, Santiago de Surco con 93% y La Molina con 91%.
Previamente, el organismo advirtió sobre un aumento en la sensación de frío en Lima y Callao, debido a vientos fuertes, lloviznas dispersas, niebla y neblina; y emitió una alerta meteorológica de nivel naranja al anticipar vientos de moderada a fuerte intensidad que levantarán polvo y arena. También pronosticó nubosidad y condiciones climáticas adversas durante el atardecer, la madrugada y las primeras horas de la mañana.