El último lunes 24 de junio, la congresista Magaly Ruiz, de Alianza para el Progreso (APP), presentó el Proyecto de Ley del Parto Humanizado y Atención Respetuosa del Nacimiento (Ley 8260/2023-CR), que busca otorgar a las mujeres —entre otras posibilidades— el derecho a decidir la posición durante el alumbramiento y la elección de la persona que las acompañará en ese momento crítico, lo que elimina la imposición del establecimiento de salud.
La propuesta cuenta con el apoyo de varios legisladores, incluyendo a María Acuña, Roberto Chiabra y Eduardo Salhuana, todos integrantes de APP.
¿En qué consiste el PL?
La iniciativa tiene como objetivo asegurar que las preferencias y dignidad de las mujeres sean respetadas durante el proceso de alumbramiento. Actualmente, es habitual que las decisiones sobre el parto sean determinadas por las políticas y protocolos del establecimiento de salud, sin considerar necesariamente los deseos de la madre.
El nuevo proyecto define el parto humanizado como un proceso en el que “se respetan las decisiones de la población femenina sobre el lugar y la forma de dar a luz”. Este enfoque también incluye proporcionar “información completa y comprensible sobre cualquier intervención médica que pueda ser necesaria durante el proceso, así como sus beneficios y riesgos, además de que se se asegura un trato respetuoso y digno”.
Las mujeres tendrán el derecho de estar acompañadas por la persona de su elección durante el trabajo de parto, el parto y el posparto inmediato, siempre que esto no interfiera con las necesidades médicas. Según la argumentación de Ruiz, puede ser el padre del bebé, un familiar o cualquier persona elegida. Esto tiene el objetivo de proporcionar apoyo emocional y físico, al reducir el estrés y la ansiedad, y generar una experiencia más positiva.
Todo lo expuesto representa un avance significativo en los derechos de las mujeres en gestación, puesto que, finalmente, serían reconocidas como protagonistas activas y con poder de decisión en un momento crucial de sus vidas.
Para garantizar el cumplimiento de estas nuevas directrices, los establecimientos de salud deberán invertir en la capacitación continua de su personal. Se hace especial énfasis en prácticas de parto humanizado y en el respeto absoluto de los derechos de las mujeres durante todo el proceso del parto. Esta capacitación tiene como objetivo principal generar un entorno de apoyo y comprensión, a fin de minimizar las intervenciones innecesarias y favoreciendo la experiencia positiva del parto.
Cambios en los procedimientos
El proyecto no solo plantea un cambio en los procedimientos médicos, sino también en la percepción general y el trato hacia las mujeres en los momentos de dar a luz. La implementación de estas medidas buscará no solo el bienestar físico, sino también emocional de las madres al garantizar un entorno seguro y respetuoso.
“El incumplimiento de las disposiciones de esta ley por parte de los establecimientos de salud y su personal será sancionado conforme a las normativas vigentes, incluyendo sanciones administrativas y otras medidas disciplinarias”, detalló el documento oficial.
La iniciativa de Ruiz también busca asegurar que las mujeres tengan la libertad de elegir la posición más cómoda durante el parto, las que pueden incluir opciones como estar sentada, de pie, en cuclillas, acostada de lado o una posición vertical. La propuesta subraya que permitir diversas posiciones puede contribuir a un proceso de parto más rápido y con menos dolor.
Además, deben estar informadas sobre las opciones disponibles para el manejo del dolor y deben poder elegir el método que prefieran, ya sea natural o medicado. Las opciones pueden incluir técnicas de respiración, hidroterapia, masajes y analgesia epidural.
El proyecto concluye que, cuando las mujeres participan activamente en las decisiones sobre su parto, aumentan su satisfacción con la experiencia, disminuyen niveles de estrés y ansiedad, y crean un ambiente más relajado y positivo, tanto para la madre como para el bebé.