Se prevé que el Inti Raymi de este año en Cusco generará un impacto económico sustancial. Según las estimaciones de la Dirección General de Investigación y Estudios en Turismo y Artesanía de Mincetur, el evento podría aportar S/ 43 millones a la economía local.
El número de asistentes podría ascender a 45.500 personas, un incremento del 26,4% en comparación con las festividades de junio del 2023. Aproximadamente, el 50% de estos asistentes serán residentes locales, mientras que el resto incluirá turistas extranjeros y nacionales.
En términos de procedencia, se destaca a visitantes de Estados Unidos, Brasil y Colombia entre los turistas internacionales, y una mayoría proveniente de Lima entre los turistas nacionales. La fiesta del Inti Raymi, un evento cultural significativo que celebra el legado incaico, se celebra anualmente el 24 de junio. Este año, la festividad se llevó a cabo en tres ubicaciones emblemáticas: el templo de Qorikancha, el parque arqueológico de Sacsayhuamán y la Plaza de Armas de Cusco.
El crecimiento turístico durante estas fechas coincide con el inicio de la temporada alta en el Perú, atrayendo a numerosos visitantes de EE. UU., Francia, España y Alemania, según mencionó un especialista en desarrollo turístico. Los datos de la Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo de Cusco confirman un incremento significativo en la ocupación hotelera y la demanda de servicios turísticos.
Los beneficios económicos derivados del Inti Raymi se extienden más allá del sector turístico a otros sectores como la artesanía y el comercio, generando mayores ingresos para pequeños empresarios y comunidades locales.
Para este año, Cusco espera recibir a más de medio millón de turistas durante todo su mes jubilar. La Empresa Municipal de Festejos de Cusco (Emufec) reportó que las entradas para la escenificación del Inti Raymi se agotaron rápidamente. Además, la Cámara de Comercio de Cusco prevé un movimiento económico de 120 millones de soles para estas fechas, muy superior a los ingresos del 2023.
La celebración también promueve la preservación cultural y el orgullo ancestral, consolidando a Perú como un destino turístico de relevancia mundial. Al recrear rituales ancestrales y fomentar la participación de comunidades locales, el Inti Raymi refuerza la identidad cultural y asegura la continuidad de tradiciones históricas.
La evolución del Inti Raymi
El Inti Raymi es una festividad que ha evolucionado desde tiempos del Imperio Incaico hasta la actualidad, ahondó el doctor Francisco Hernández, docente del Departamento Académico de Humanidades de la PUCP, hace un par de años en una columna de Punto Edu. Originalmente, la celebración del Inti Raymi, también conocida como “Inti Layme”, se realizaba el 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de invierno. Este evento era un rito religioso crucial para el calendario solar incaico, vital para la sociedad agrícola de la época.
Hernández señala que el Inti Raymi incaico consistía en un culto al sol destinado a regular las actividades agrícolas mediante la observación del calendario solar. La festividad comprendía rituales formales de comunicación con el sol, incluyendo el ofrecimiento de chicha y la distribución de mazamorra de maíz preparada por las acllas.
Sin embargo, la llegada del virrey Francisco de Toledo durante la colonización española cambió radicalmente estas prácticas, al ordenar la eliminación de las festividades indígenas. A pesar de la prohibición, el Inti Raymi siguió celebrándose de manera clandestina, aunque con modificaciones en algunos de sus rituales.
Una de las diferencias clave entre la versión antigua y la contemporánea de esta fiesta es el idioma en que se celebraba. Según Hernández, la ceremonia original no se celebraba en quechua, sino en aymara y con influencias de la lengua puquina, basándose en estudios que sugieren que la lengua de los incas era el aymara, como menciona Garcilaso de la Vega.