En el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, que tiene lugar el 28 de junio, es fundamental destacar el impacto económico que la discriminación hacia esta comunidad genera en el mercado laboral en el Perú.
Según detalla la Universidad del Pacífico, las personas LGBTIQ+ enfrentan barreras significativas al intentar acceder a ciertos empleos debido a su orientación sexual o identidad de género, lo que se traduce en un efecto negativo tanto para ellos como para la economía nacional.
En su más reciente informe, que recoge un estudio de Ipsos realizado en 2020, se detalla que el 30% de los peruanos afirmó que no contrataría a una persona homosexual. Sin embargo, este porcentaje aumenta a 37% cuando se trata de una persona trans.
Adicionalmente, la discriminación laboral va más allá de la contratación, pues las personas LGBTIQ+ también suelen enfrentar acoso y presiones para ocultar su identidad. En 2021, por ejemplo, solo el 18% de los trabajadores abiertamente LGBT indicaron que sus empleadores contaban con políticas inclusivas, según datos de IESI Perú.
Juan Fonseca, profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad del Pacífico, enfatizó en ese sentido que “estas cifras no solo reflejan una grave injusticia social, sino también una pérdida significativa de capital humano para el país”. Según alertó, la exclusión laboral impide el aprovechamiento pleno de las habilidades y conocimientos de las personas LGBT, limitando la capacidad del país para innovar y prosperar.
Pérdidas económicas para el país
El impacto económico de esta discriminación es considerable. Según Promsex, la tasa de desempleo entre las personas LGBTIQ+ alcanzó un 37.8 % en 2021, una cifra mucho más alta que el promedio nacional. En el caso específico de la población trans, el nivel de desempleo se elevó hasta un devastador 85%. La discriminación laboral no solo perjudica a las personas, sino que también priva al país de su talento y potencial productivo.
En ese sentido, el profesor Fonseca señaló que “la falta de oportunidades laborales obliga a muchas personas trans, por ejemplo, a recurrir al trabajo sexual, exponiéndolas a riesgos considerables y privando al país de su talento y potencial productivo, lo que en última instancia debilita nuestra economía y cohesión social”.
Esta situación muestra un panorama preocupante donde la discriminación laboral no solo afecta a los individuos directamente involucrados, sino que tiene repercusiones más amplias en la sociedad y la economía en su conjunto.
La visibilidad y el reconocimiento de estos problemas son cruciales para promover un ambiente laboral más inclusivo y equitativo. La eliminación de barreras discriminatorias no solo sería un avance en términos de derechos humanos, sino también una estrategia para mejorar la eficiencia y competitividad del mercado laboral peruano.
Los costos sociales serían más amplios
La discriminación no solo afecta el ámbito laboral, revela el informe, sino quie también tiene un impacto más amplio en la salud mental y el bienestar de la comunidad LGBTIQ+. Según otro estudio de IPSOS del 2019, el 71% de los peruanos reconoce que las personas de esta comunidad son discriminadas en el país; además, otro estudio de Promsex (2024) reveló que el 60% de los encuestados reportó síntomas de ansiedad, baja autoestima e inseguridad, mientras que el 58% sufre de depresión.
“Como evidencian los números, la cantidad de personas LGBTIQ+ que experimenta problemas de ansiedad, baja autoestima e inseguridad, además de una prevalencia preocupante de depresión es alarmante. Números así, sólo reflejan la urgente necesidad de políticas inclusivas y de un cambio cultural para proteger y promover la salud integral de esta comunidad”, explicó el docente de la UP.