En el distrito limeño de San Juan de Lurigancho, se vivió momentos de horror la noche del sábado pasado. Dos hombres fueron asesinados a balazos en medio de una fiesta infantil, dejando una estela de miedo y confusión entre los asistentes.
El escenario de la tragedia fue la calle José Ugalde, en el asentamiento humano 10 de octubre. La fiesta, organizada para celebrar el cumpleaños de una niña, se transformó en una escena de crimen cuando dos sicarios irrumpieron en el lugar. Los disparos resonaron, seguidos por gritos de auxilio y llantos de niños. Los agresores, sin mediar palabra, apuntaron a la cabeza de sus víctimas y abrieron fuego.
Los fallecidos, Jhony Bryan Aguilar Antezana y John Anthony Tovar, ambos de 26 años. Los presentes en la fiesta intentaron auxiliar a los heridos, trasladándolos en autos particulares al Hospital 10 de Octubre, pero ambos fallecieron en el trayecto. Según información proporcionada por América Noticias, los dos hombres tenían antecedentes por drogas, lo que hace suponer a la Policía Nacional del Perú (PNP) que se trató de un ajuste de cuentas.
Se hicieron pasar por invitados
Los testigos relataron que la fiesta se desarrollaba con normalidad hasta que los delincuentes ingresaron. Algunos afirmaron que los atacantes se hicieron pasar por invitados, llevando incluso regalos para no levantar sospechas. La tranquilidad del evento fue abruptamente interrumpida por el sonido de los disparos, y los sicarios aprovecharon el caos para escapar sin ser perseguidos.
Este asesinato no fue un hecho aislado en el distrito. En menos de 24 horas, otro joven fue acribillado de siete disparos tras recibir una llamada y salir de su casa. Alexis Eduardo Ríos Córdoba cayó víctima de los atacantes que, a bordo de una motocicleta, huyeron rápidamente.
La PNP se encuentra revisando las cámaras de seguridad de la zona en busca de pistas que puedan llevar a la captura de los responsables. La metodología utilizada en ambos crímenes sugiere la presencia de grupos organizados operando en el distrito, dedicados a ajustar cuentas de manera violenta y sin considerar el entorno.
Un distrito asediado por el crimen
San Juan de Lurigancho es el distrito más poblado del Perú y enfrenta una ola de criminalidad que mantiene a sus habitantes en constante temor. Un estudio realizado por Ipsos para el diario Perú21 reveló que el 47% de los residentes fueron víctima de algún delito en el último año. Esta cifra contrasta con el 22.9% de la población urbana del país que sufrió algún tipo de delito en el mismo período, según la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Los robos y hurtos en las calles de San Juan de Lurigancho afectan al 37% de las víctimas, y un preocupante 18% de los residentes fueron sometidos con armas de fuego. Estos datos reflejan el nivel de violencia y la sensación de inseguridad que prevalece entre los habitantes del distrito. Cada nuevo incidente, como el asesinato de Alexis Eduardo Ríos Córdoba y los dos hombres en la fiesta infantil, refuerza esta percepción y eleva el clima de miedo.
Canales de ayuda
Ante el creciente clima de inseguridad, es crucial que los ciudadanos conozcan y utilicen los canales de ayuda disponibles para denunciar cualquier amenaza o acto de extorsión. La Policía Nacional del Perú ofrece varios medios para que las víctimas puedan reportar estos incidentes:
- Llamadas telefónicas: Comunicarse al número 105 de manera gratuita para reportar cualquier delito o situación sospechosa.
- Dependencias policiales: Acercarse a cualquier estación policial en la zona y realizar la denuncia correspondiente.
- Fiscalía de la Nación: Presentar el caso directamente en las oficinas de la Fiscalía para que se inicie una investigación formal.