César Hildebrandt habla de la afiliación de Alberto Fujimori a Fuerza Popular: “Hay que odiar al Perú para desear su regreso”

Para el periodista, el regreso del exdictador a la vida política en el partido fujimorista y su trayectoria como dirigente del Perú representan”el cementerio de los sueños que buscaban construir un país bajo la ley”

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César Hildebrandt cuestionó que el exdictador Alberto Fujimori se haya afiliado a Fuerza Popular. Composición Infobae.
César Hildebrandt cuestionó que el exdictador Alberto Fujimori se haya afiliado a Fuerza Popular. Composición Infobae.

En una reciente columna de su seminario, el periodista César Hildebrandt manifestó su fuerte rechazo ante ante la inscripción del exdictador Alberto Fujimori en el partido político Fuerza Popular, liderado por su hija, Keiko Fujimori. Hildebrandt no escatimó en palabras, manifestando su descontento y preocupación por lo que considera un atentado contra la dignidad del Perú, y realiza un recuento de las épocas más oscuras del Gobierno en el que irregularidades y actos de encubrimiento fueron desplegados por el expresidente a plena luz del día y entre engaños.

“Hay que odiar mucho al Perú para darle una nueva bienvenida a Alberto Fujimori. Hay que despreciar profundamente al país de Grau y Vallejo para desear el retorno del hombre que tuvo que ser extraditado desde Chile”, señaló Hildebrandt el último viernes en la columna de su semanario; en donde cuestiona las intenciones detrás del posible regreso de Fujimori a la política.

Alberto Fujimori es la “síntesis del fracaso nacional”

Para el periodista, “Fujimori fue la depravación absoluta del poder y la política”, pues, lo único que simboliza la figura del exjefe de Estado ahora investigado por delitos de lesa humanidad, es “la síntesis del fracaso nacional y republicano”. Según Hildebrandt, el gobierno de Fujimori representó un “cementerio de los sueños” que buscaban construir un país fundamentado en la ley y las instituciones.

“Y ahora vuelve, de manos de la hija que traicionó a su incapacitada madre y la sustituyó como primera dama mientras recibía 10,000 dólares mensuales de Montesinos”, recordó Hildebrandt; haciendo énfasis en el bagaje delictivo del que se acusa a la lideresa de Fuerza Popular. Para Hildebrandt, Keiko Fujimori es un continuo en lo que él considera prácticas corruptas y desleales. “Vuelve Fujimori de la mano del partido que controla el Congreso de los delincuentes y avala a la pobre diabla que va a Palacio a simular que firma unos papeles”, insistió.

Pero la crítica del periodista también tiene que ver con la crisis estructural del Estado que se vive desde hace más de cinco años, en los que se empezó a normalizar que la política del país no castiga la corrupción ni los crímenes del pasado. Se ha inscrito Alberto Fujimori en la firma de su heredera. Porque en este país, sin reparos, ser asesino y ladrón no te condena, sino que hasta puede fortalecer tus aspiraciones”, sentenció el periodista, acentuando la idea de impunidad que existe alrededor del indulto dispuesto en favor de Fujimori Fujimori.

“Como hay hambre y hay caos, viene otra vez el criminal convicto, el fallido senador japonés, a decirnos que aquí está para servirnos, que él tiene la solución, que habrá mano dura y reglas inamovibles para las inversiones”, aseguró Hildebrandt, aludiendo al deterioro social y económico que se vive en el país y a la retórica que Fujimori utilizaría para captar apoyo popular.

Alberto Fujimori y su relación con Vladimiro Montesinos

El periodista sugiere también que Keiko Fujimori, al frente de Fuerza Popular, ha establecido las condiciones necesarias para que el retorno de su padre sea bien recibido por ciertos sectores de la población. “Su hija, que preside de facto este gobierno de inmundicias vivientes, ha creado las condiciones para que los hambreados, los ignorantes y los sinvergüenzas esperen el regreso al poder del jefe mediato de los Colina”, escribió Hildebrandt, haciendo referencia directa a las vulneraciones a los derechos humanos cometidas durante el gobierno de Fujimori.

Y ya tratándose del responsable directo que acompañó a Fujimori en todos estos crímenes y muchos otros, describió a Montesinos, exasesor y brazo derecho del dictador, con términos implacables, destacando su carácter inescrupuloso. “Montesinos era un tipo que, según diversos testimonios presenciales, lo primero que hizo al enterarse del suicidio de su padre fue preguntarse si ese suceso no lo perjudicaría”, señaló. Al recordar esa anécdota, refuerza la percepción de frialdad y calculo detrás del fujimorismo.

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