En el Perú, hay una costumbre culinaria que destaca por su capacidad para revitalizar después de una noche larga, sea de trabajo o de fiesta: el caldo de cabeza de cordero. Este plato, más que una simple comida, es una verdadera fuente de energía y tradición.
A pesar de que no se sabe con certeza dónde se preparó por primera vez en el territorio peruano, en la actualidad, se asocia principalmente con la región de Puno. Sin embargo, también es muy común encontrarlo en otras áreas como Cusco, Áncash, Huancayo y Ayacucho.
Nutritivo por naturaleza
Una de las razones principales de su popularidad a lo largo del país es su elevado valor nutricional. La cabeza de cordero es rica en vitamina B12, esencial para combatir la anemia, y vitamina B6, que favorece el desarrollo cerebral y fortalece el sistema inmunológico. Estos nutrientes hacen del caldo de cabeza de cordero una opción ideal para aquellos que buscan reponer fuerzas y mejorar su salud de manera deliciosa.
El caldo de cabeza de cordero es tradicionalmente preparado los domingos por la mañana, ganando la fama de ‘levantamuertos’. Este apodo refleja su capacidad para revivir a aquellos que hayan tenido una noche agitada el día anterior.
Además de sus propiedades nutritivas, este plato se ha convertido en una especie de ritual dominical en muchas familias peruanas, que encuentran en su preparación y consumo una manera de reunirse y disfrutar de un momento compartido.
Contexto cultural
El caldo de cabeza de cordero es más que una comida; es una manifestación cultural. Este plato ha sido testigo de la historia y la evolución de las tradiciones culinarias en Perú. Su preparación y consumo están impregnados de un profundo respeto por los ingredientes y las técnicas ancestrales.
En muchas regiones andinas, la cabeza de cordero se considera un tesoro culinario. Este respeto se refleja en la cuidadosa preparación del plato, donde cada paso se realiza con meticulosidad para garantizar que se obtengan todos los sabores y nutrientes. La cabeza de cordero, con su rica concentración de vitaminas y minerales, se cocina lentamente para extraer todo su potencial nutritivo.
Preparación
Una de las ventajas de este platillo es que requiere pocos ingredientes, aunque su preparación demanda tiempo y paciencia. La receta tradicional es sencilla, pero cada hogar tiene su propia versión, añadiendo o modificando algunos ingredientes según el gusto y la disponibilidad.
Ingredientes:
- 1 cabeza de cordero
- 1 kg de papa blanca
- 700 g de arroz
- 3 litros de agua
- 1 cebolla pequeña
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimienta dulce
- ½ manojo de perejil
- 2 ramas de apio
- Sal al gusto
Procedimiento:
- En una olla grande, calienta tres litros de agua.
- Mientras el agua se calienta, lava y corta la cabeza de cordero en seis partes. Resérvalas.
- Una vez que el agua esté caliente, añade los trozos de cabeza de cordero.
- Agrega una cebolla cortada en juliana, los dientes de ajo picados, las ramas de apio enteras, una cucharadita de pimienta dulce y media cucharada de sal. Cocina a fuego medio bajo.
- Lava, pela y corta las papas en tres trozos cada una y añádelas al caldo.
- Lava el arroz con abundante agua y agrégalo al caldo.
- Deja cocinar por aproximadamente dos horas a fuego medio bajo.
- Corrige la sal si es necesario y el caldo estará listo para servir.
- Al momento de servir, decora con hojas de perejil picado.
Consejos Útiles:
- Si el caldo se reduce demasiado durante la cocción, añade un poco más de agua.
- Al comprar la cabeza de cordero, pide al carnicero que la corte en seis partes, ya que hacerlo en casa requiere una sierra especial. Usar un machete podría astillar la cabeza, afectando la calidad del plato.
- Para acompañar el caldo, puedes servir rodajas de rocoto, limón y cancha tostada.