Lo sucedido en el aeropuerto nos obliga a entender qué es un evento fortuito. Lo primero que dice el RAE es que es un hecho imprevisible. Claramente, la posibilidad que el sistema de luces del aeropuerto deje de operar es un hecho que sabemos podía ocurrir. Lo segundo que dice el RAE es que siendo previsible no podía evitarse. Estamos, más bien, en esta acepción de un hecho fortuito. Lo podíamos prever, pero no podíamos evitarlo. Respecto a lo ocurrido en el aeropuerto más importante que definir o no el carácter de hecho fortuito es que se contaba era con un plan de respuesta frente a un hecho que impedía la continuidad de operaciones del aeropuerto. Esto es lo que es un problema y debe ser inmediatamente corregido.
Fue claro que la operación del aeropuerto alternativo no estaba lista para cumplir tareas como las que corresponden al registro de migraciones. Las razones por las que un aeropuerto pueda quedar inoperativo son variadas y al ser un servicio esencial se necesita tener planes de contingencia previamente diseñados, y entrenados para mejorarlos.
Cuando uno habla con ingenieros que diseñan sistemas les resulta obvio que cada parte crítica del sistema debe tener redundancias, es decir, subsistemas que pueden reemplazar los sistemas titulares cuando estos fallen. En términos futbolísticos es como ir a la Copa América con un solo arquero. Sabemos que eventualmente puede lesionarse o terminar con una tarjeta roja y deberíamos contar con un arquero suplente de un nivel parecido. Eso es crear un sistema con redundancias. Por ello, la mayoría de las selecciones no sólo lleva 2 sino 3 arqueros en su lista de 22 jugadores.
Las redundancias en las áreas críticas de un sistema nos dan la tranquilidad que tendremos continuidad operativa.
Lo ocurrido en el aeropuerto debería servir a todos para entender (1) la necesidad de identificar nuestras áreas que pueden afectar la continuidad de nuestras operaciones; (2) las acciones que permitirían mitigar estos riesgos; y (3) tener protocolos de respuesta escritos y practicados para esas situaciones.
Sólo así tendremos certeza que nuestras vulnerabilidades están siendo atendidas. Y como pasa con cualquier habilidad es importante revisar cada tanto esos tres pasos. ¿O acaso Fossati no tiene en permanente evaluación a quienes deben ser los tres arqueros?