Danny Alexander Zapata Sosa ya no es un nombre cualquiera para la Policía Nacional del Perú (PNP). Desde hace algunas semanas, en medio de balaceras contra trabajadoras sexuales y ataques fallidos con granadas de guerra en el distrito de Lince, este peligroso peruano de 31 años, con el alias de El Chino, empezó a tomar notoriedad. La razón: ser señalado como el máximo líder de la organización criminal One Family.
Casi a la par, este grupo delictivo, dedicado a la explotación sexual, extorsión, sicariato y lavado de activos, también empezó a sonar fuerte en los oídos de las autoridades peruanas. En las calles, meretrices y pronturiados le atribuyen a One Family haber ‘destronado’ al Tren de Aragua de la plaza de la prostitución de Risso, que hasta inicios de año estuvo bajo el control de la megabanda venezolana, actualmente disminuida por la captura de sus cabecillas.
Alias El Chino ya infundió miedo en las numerosas mujeres, en su mayoría de nacionalidad venezolana, que ofrecen sus servicios sexuales en las calles de Lince. Bajo un esquema criminal y con un modus operandi casi idéntico al del Tren de Aragua, Zapata Sosa las obliga a que cada una le pague cientos de soles semanales para dejarlas trabajar y darles ‘protección’.
Las coincidencias entre One Family y el Tren Aragua recae en que se manejan con una estructura criminal similar: censadoras (captadoras de chicas), corredores (encargados de mandar fotos y videos de las trabajadoras), gariteros (son los ojos de la mafia) y sicarios (también llamados gatilleros).
“Tenemos que hospedarlas”
Las investigaciones policiales arrojan que el número uno de One Family ya empezó a imponer sus condiciones y busca tener un mayor control de las trabajadoras sexuales hospedándolas en los hoteles de la zona de Risso, para tener una contabilidad exacta de los clientes que ellas atienden y cobrarles así probablemente ‘cupos por demanda’.
Unos audios difundidos recientemente por Panorama confirman estas intenciones de Zapata Sosa y su red criminal: “Tenemos que hospedar a todas las que tienen sus anuncios y agarrarlas y decirles: ‘Somos las compañías. No puedes trabajar porque no tienes autorización, o lo cambian o volvemos por ti’. La que viene más nada. Son 100, tenemos que hospedarlas”.
En otra grabación, se le oye dando órdenes a sus subordinados: “Tienen que acatar nomás, mano, la que no acate, por las huev**, mano. ‘No, mana, no se puede caminar acá, el sistema cambia’, se le dice ¿Entiendes, causa? El orden mundial cambia”.
Para la PNP, El Chino estaría detrás del fallido ataque con una granada de guerra en el Jirón Bernardo Alcedo del martes 18 de junio y la balacera desatada contra dos trabajadoras sexuales venezolanas del pasado viernes 7 de junio.
Sin embargo, no solo serían estos hechos culpa de su autoría, sino también otros atentados contra mujeres extranjeras que se habrían negado a pagarle. Uno de estos, se cree, fue el sanguinario asesinato de Milenkha Coraquillo Oviedo, en setiembre del 2023 cerca al mercado Lobatón, en Lince.
Tiene paradero desconocido
El Chino tiene antecentes por ‘raqueteo’, robo agravado, violación sexual, agresión contra mujeres, hurto y manejar en estado de ebriedad. Sobre él ya pesa una orden judicial de prisión preventiva por 18 meses. Se encuentra con paradero desconocido, pero las autoridades ya estarían muy cerca de capturarlo.
Estos ilíticitos cometidos por este sanguinario sujeto datan desde hace más de 10 años. Inició con delitos menores en su tierra natal Piura y luego se vinculó con ranqueados delincuentes con los que fue escalando dentro del mundo criminal.
El coronel PNP Helbert Luna Velarde, jefe de la Divisón Policial Sur 1, ya informó que “existe la disposición de nuestro comando institucional para lograr la pronta captura”. “Es un ser despiadado, sangriento, que no tiene miramientos sobre la vida de las personas”, añadió.