La construcción del Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, en la provincia limeña de Huaral, ha captado la atención de inversores, quienes no solamente se lanzan a comprar acciones del propio puerto, sino también a adquirir terrenos en las zonas aledañas, lo que ha resultado en una revalorización significativa de los precios del suelo en la zona norteña de la región Lima.
Juan Álvarez Andrade, alcalde del distrito de Chancay, confirmó para Latina Noticias que el precio por metro cuadrado, que anteriormente era de US$2 en zonas periurbanas, ahora puede alcanzar hasta los US$1,000.
Precios actuales de terrenos en Chancay y Aucallama
“Predios que hace 10 años costaban 10 mil, 15 mil o 20 mil dólares la hectárea, ahora puede costar hasta medio millón de dólares”, señaló el burgomaestre quien estima que hasta tres terrenos don vendidos por día en Chancay.
Empero, el impacto económico que ha traído el puerto que es construído por la empresa china Cosco Shipping no es exclusivo en el distrito de Chancay. Distritos aledaños como Ucayama también han experimentado un incremento en los precios de sus propiedades.
“Predios que hasta hace unos meses costaba en 50 soles (el metro cuadrado), hoy en día están valorizados en 200 dólares. Imagínense, de 50 a 700 soles, ese crecimiento que ha tenido”, mencionó Edwin Valdivia, alcalde de Aucallama para el citado medio.
La próxima inauguración del megaproyecto, que promete ser un nodo clave para el comercio marítimo internacional, ha afectado también a la zona agrícola. Agricultores de naranja, fresa, mandarina, manzana y palta se han visto obligados a dejar sus zonas de cultivos y entregárselos al mejor postor, aprovechando la revalorización de sus tierras.
“Los agricultores, lamentablemente, no siempre obtienen las ganancias que ellos esperan, a veces hasta pierden. Entonces, ellos, al ver esta oportunidad (de vender), no lo piensan dos veces y se desprenden de sus terrenos.
No está listo el plan de zonificación
Según el alcalde Álvarez, los costos de las tierras en Chancay y Aucallama “son meramente especulativos”. Los compradores de terrenos ni siquiera esperan a que el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) para Chancay y Aucallama esté listo. “Yo creo que en noviembre, diciembre o el próximo año, esto va a ser un ‘boom’ que la gente va a comenzar a comprar bienes en cualquier lugar”, estimó.
Fernando Velarde, socio fundador de la consultora de estrategia inmobiliaria VeMás, sostuvo para Diario Digital de Construcción que “no hay una conexión del megaproyecto con la ciudad”. El pueblo de Chancay está abandonado y, a pesar de las obras en las vías, la trama urbana podría empeorar el tráfico y carece de transporte masivo adecuado para conectar con Aucallama y Huaral.
Este desajuste podría originar informalidad y problemas de vivienda en áreas afectadas por el crecimiento acelerado demandado por la industria del puerto. “Apenas funcione el puerto y la industria impacte positivamente, la demanda de vivienda hará que colapsen estos pueblitos. Aucallama no tiene la infraestructura para ello y Huaral ya está colapsado”, explicó Velarde.
Recién en enero pasado, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) firmó un convenio con la Municipalidad Provincial de Huaral, la Municipalidad Distrital de Chancay y la Municipalidad Distrital de Aucallama para identificar los puntos de influencia directa y desarrollar un plan urbano acorde al impacto que generaría el megapuerto en la región.
Para Dulmer Malca, director del área Inmobiliaria en Valderrama Abogados, esta medida no se tomó a tiempo: “El puerto estará en operación este año y recién estamos en la planificación del suelo, que se debió realizar en paralelo, cuando se empezaron las obras, porque sí toma un tiempo establecer un plan urbano”, indicó para Gestión.
Cabe mencionar que, el Plan de Desarrollo Urbano considera la infraestructura vial, servicios públicos, áreas de esparcimiento y debilidades del suelo de una ciudad, además organiza la futura ocupación del suelo, sectorizando áreas para actividades industriales, de vivienda y comercio. Malca señaló que toma entre uno y dos años en crearse e identificar debilidades y oportunidades de mejora en la ciudad.
Pero, no solo se trata de un ordenamiento urbano que se prevé tener con el PDU —que estaría listo para noviembre, y con apuros en setiembre si es que los consejos municipales aprueban su legalidad—, sino también de la seguridad jurídica que se les pueda brindar a los inversionistas.
“El megapuerto será un lugar de interés para diversos empresarios que deseen establecer residencias para un bloque de trabajadores, funcionarios; van a querer asentar industrias, comercio, infraestructura pública, servicios públicos, mercados, etc. Los inversionistas esperan saber en qué terrenos y en qué zonas se puede construir, sino se generará una gran incertidumbre en comprar o invertir en una propiedad que luego no se usará para lo que se ha proyectado”, señaló el especialista.
A pesar de la ausencia de este documento guía, el alcalde de Chancay indicó también que ya hay empresas extranjeras de México, Colombia, Ecuador y Chile que están adquiriendo terrenos en el distrito de Chancay con la expectativa de desarrollar algún tipo de negocio.