Por lo menos 130 ollas comunes de Lima Metropolitana permanecen desabastecidas de alimento, debido a errores burocráticos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), alertó la Red de Ollas Comunes, organización que insta al gobierno tomar medidas inmediatas para solucionar el problema de no reparto de productos en la primera entrega.
Durante una protesta realizada el pasado 8 de marzo, la Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana advirtió al Midis que, aproximadamente, 150 ollas comunes no recibirían alimentos del programa Qali Warma. La viceministra de Prestaciones Sociales y el jefe de Gabinete de Asesores del ministro Julio Demartini aseguraron que el 100% de las ollas registradas serían atendidas. Sin embargo, en el primer reparto de alimentos realizado en mayo, 130 ollas no recibieron los insumos esperados.
Según los funcionarios del Midis, este problema se debe a modificaciones en los códigos de las ollas comunes, lo que ha llevado a que se consideren como nuevas, aunque fueron formadas en 2020. Debido a esto, no están incluidas en el presupuesto asignado para 2023.
A pesar de estas explicaciones, estas 130 ollas continúan a la espera de alimentos mientras se aproxima la segunda entrega.
La Red de Ollas Comunes enfatiza que la promesa del Midis de entregar alimentos en unas semanas no es suficiente, ya que la situación de hambre no puede esperar. Por este motivo, la organización ha declarado una asamblea permanente para acordar acciones de lucha y solidaridad.
Qali Warma, el programa que distribuye los alimentos, juega un papel crucial en la alimentación de miles de familias en Lima Metropolitana. La Red exige una solución inmediata para evitar que ninguna persona sufra hambre debido a los errores burocráticos del Midis.
La llegada del invierno y la desnutrición infantil en zonas pobres
Jessica Huamán, decana del Colegio de Nutricionistas de Lima y promotora del primer Frente del Concejo Municipal Contra el Hambre de Lima, hizo un llamado de atención sobre la importancia de mantener una buena nutrición en los sectores más vulnerables durante la temporada de invierno.
Enfatizó la importancia de proteger a niños y adultos mayores del deterioro de su estado nutricional debido a que, en estas épocas del año, las temperaturas extremas pueden afectar gravemente su salud. Destacó que la anemia y desnutrición infantil pueden aumentar el riesgo de infecciones respiratorias debido a un sistema inmunológico debilitado.
La especialista subrayó la importancia de no descuidar los horarios de comida de niños y adultos mayores, ya que esto puede comprometer su sistema inmune. Instó a que no salgan de casa sin desayunar, puesto que esto los haría más susceptibles a enfermedades respiratorias.
En su mensaje, Huamán también resaltó la relevancia de una dieta rica en proteínas para fortalecer el sistema inmunológico. Indicó que la población en situación de pobreza extrema se ve especialmente afectada debido a la dificultad de acceso a proteínas de alto valor biológico, principalmente de origen animal, por sus altos costos.
Fortalecimiento a las ollas comunes
Un artículo elaborado por Huamán y otros especialistas precisan que desde 2021, el Estado peruano, a través del Midis y los gobiernos locales, ha reconocido las organizaciones sociales de base comunitaria, conocidas como ollas comunes.
A pesar de esto, el reconocimiento inicial se realizó con limitaciones significativas tanto en enfoque como en recursos presupuestales.
Recientemente, el Midis ha emitido señales contradictorias sobre el futuro de estas ollas. Por un lado, sugiere un fortalecimiento e institucionalización; pero por otro, habla de la posible desaparición o integración en la lógica de los comedores populares. Esta última postura es consistente con el discurso gubernamental que considera las ollas comunes como iniciativas temporales, creadas en respuesta a la emergencia sanitaria de la pandemia de COVID-19, con una visión de extinguirse una vez superada.
La propuesta es que las ollas deberían formar parte del Programa de Complementación Alimentaria, integrándose a los comedores populares. Sin embargo, hay diferencias esenciales entre ambos tipos de organizaciones. Las ollas comunes atienden a una población con una mayor vulnerabilidad económica y una exclusión más severa de las políticas sociales existentes.
La evidencia disponible respalda que las ollas comunes deben mantenerse y fortalecerse. Estas organizaciones actúan como formas de autoorganización social autónoma, ayudando a mitigar problemas graves de inseguridad alimentaria en sectores que no son atendidos por otras ayudas del Estado.