El número de casos de hepatitis B a nivel nacional se mantiene al alza y hasta el momento, solo hasta junio del 2024, dos personas han fallecido producto de esta enfermedad. En total, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud informó que existen 874 casos hasta la semana epidemiológica 22.
Si bien aún no se ha llegado ni al 50 % de los casos totales reportados en el año 2023 (2.211 en total), lo cierto es que ya hay regiones que presentan más de 100 casos acumulados. Entre ellas se encuentran la más afectada, como Ucayali (156 casos), seguida de Cusco (126), Junín (116), Lima (101) y Ayacucho (87), que completa el top cinco de las regiones con mayor incidencia de esta enfermedad.
En particular, sobre los fallecimientos productos de esta enfermedad, estos se produjeron en las regiones de Cusco y La Libertad. Aunque sean dos, ya están al nivel de todas las defunciones del año 2020 y 2023, además representan la mitad de casos producidos en el año 2022.
El doctor Luis Gonzáles Huerta, profesor de Medicina Humana de la Universidad San Ignacio de Loyola, ha mostrado preocupación por este constante incremento y llamó a la ciudadanía a vacunarse contra esta enfermedad.
“La vacunación contra el virus de la hepatitis B debe darse en los primeros meses del recién nacido porque suele ser mucho más riesgosa en la población infantil. En caso no se haya inmunizado tanto un menor como un adulto, es necesario que la persona acuda a un centro y se proteja”, indicó el especialista.
La población adulta de entre 30 a 59 años es la más afectada, seguida de los jóvenes de 18 a 29 años. Según el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis), en 2023 se ha logrado solo un 82.9 % de avance en la vacunación infantil contra la hepatitis B, y hasta ahora solo se ha completado el 31.9 % del esquema de vacunación infantil.
El especialista explicó que existen dos vías principales de transmisión de esta enfermedad: sexual y vertical (de madre a hijo). Sin embargo, debido al alto número de infectados entre la juventud, el médico considera que la vía sexual sería la principal forma de contagio. Destacó Gonzáles: “Es vital que se intensifiquen las campañas de concienciación sobre las formas de transmisión y la importancia de la vacunación”.
Además, los casos se han reportado en al menos 292 distritos del país, con mayor concentración en las regiones mencionadas anteriormente. Gonzáles enfatizó la gravedad del problema y añadió: “Estamos viendo un patrón preocupante de crecimiento en regiones específicas y debemos actuar rápidamente para mitigar el impacto”.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis B?
La hepatitis B puede presentarse con una variedad de síntomas. Entre los más comunes y en los que se debe poner mayor atención se encuentran:
- Fatiga.
- Fiebre.
- Dolor en las articulaciones.
- Pérdida de apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor abdominal.
- Orina oscura.
- Heces de color claro.
- Ictericia (color amarillento en la piel y los ojos).
Además, algunas personas pueden ser asintomáticas y no presentar síntomas visibles. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “no es posible diferenciar clínicamente la hepatitis B de las hepatitis causadas por otros virus. Por tanto, es necesario confirmar el diagnóstico mediante pruebas de laboratorio. ”
¿Cuál es el tratamiento para pacientes con hepatitis B?
La hepatitis B aguda no tiene un tratamiento específico, según los expertos en salud, y los cuidados terapéuticos se orientan a mejorar el bienestar del paciente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda enfocarse en mantener una nutrición adecuada y una ingesta abundante de líquidos para evitar la deshidratación causada por vómitos y diarrea.
La hepatitis B crónica, a diferencia de la aguda, sí puede ser tratada con medicamentos. Los pacientes con una infección crónica por el virus de la hepatitis B pueden recibir tratamiento con fármacos antivirales orales, tales como el tenofovir y el entecavir. Estos medicamentos tienen el potencial de:
- Retrasar la progresión de la cirrosis hepática.
- Disminuir la incidencia de cáncer de hígado.
- Mejorar la supervivencia a largo plazo de los pacientes.
Los especialistas subrayan que la mayoría de las personas que comienzan el tratamiento antiviral deberán continuarlo de por vida. Este enfoque constante es fundamental para controlar la infección y minimizar las complicaciones graves asociadas a la hepatitis B crónica.