Cerro de Pasco, situada en la cordillera de los Andes a más de 4 mil metros de altura, es reconocida como la segunda ciudad más elevada del mundo. En febrero de 2022, un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la categorizó como una de las cuatro “zonas de sacrificio” en América Latina y el Caribe, describiéndola como una “enorme mina a cielo abierto junto a una comunidad empobrecida expuesta a altos niveles de metales pesados”.
Revelaciones del youtuber Jhon Machuca, conocido como Epicrol, muestran cómo esta mina a tajo abierto ha comenzado a consumir gradualmente la ciudad, generando un preocupante deterioro en la calidad de vida de sus habitantes. La carencia de recursos básicos y el grave nivel de contaminación son dos de los problemas más críticos. Los residentes inhalan diariamente polvo contaminado con metales pesados, lo que ha llevado a preocupantes niveles de plomo en la sangre, especialmente en los niños. Esta situación ha provocado alarmas sobre la necesidad urgente de intervenir y proteger a esta comunidad.
¿Cómo comenzó la historia minera en Cerro de Pasco?
Cerro de Pasco, fundada en 1578, ha sido desde hace siglos un epicentro de la minería en Perú. Su historia está íntimamente ligada a la explotación de recursos minerales, especialmente la plata durante la época colonial. Según la información proporcionada por el generador de contenido, la explotación minera comenzó formalmente en 1760, cuando se descubrió una rica veta de plata en el territorio. Con el tiempo, y a medida que las reservas de plata se agotaban, se identificaron otros minerales valiosos como el plomo, el zinc y el cobre.
Durante las décadas siguientes, la mina a tajo abierto, oficialmente iniciada en 1974, vio un crecimiento significativo. Ese año, el gobierno decidió nacionalizar la mina, y posteriormente, en 1999, esta fue vendida a la empresa peruana Volcan Compañía Minera S.A.A. Pese a su importancia económica, la actividad minera trajo consigo severos problemas medioambientales como la escasez de agua y la creciente contaminación del suelo, que ha afectado de manera devastadora a la región.
Ubicada a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar, Cerro de Pasco es la segunda ciudad más alta del mundo. Rodeada por la cordillera de los Andes, la ciudad presenta un clima frío y un paisaje dominado por montañas y altiplanos, lo que ha dotado a la región de una belleza natural contrastada por la cicatriz de la mina a cielo abierto.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los habitantes de Cerro de Pasco?
El youtuber Jhon Machuca ha generado gran discusión con su video sobre Cerro de Pasco, donde se ponen en evidencia las graves consecuencias de la expansión de la mina a tajo abierto. En el video, se muestra un panorama desolador con imágenes de casas abandonadas y zonas completamente desérticas alrededor de la mina. Epicrol relata cómo estas casas fueron adquiridas por la empresa minera, supuestamente para extender el tajo abierto y, según se alega, salvar la vida de los comuneros.
En su reportaje, se recuerda la aprobación en 2006 de una ley que ordenaba el desalojo de toda la ciudad para reubicarla unos kilómetros más lejos del tajo abierto. Sin embargo, los cambios prometidos nunca llegaron debido a la falta de interés político y de presupuesto. Algunos habitantes utilizaron el dinero recibido para mudarse, pero muchos se quedaron, para enfrentar a diario los peligros de vivir tan cerca de una mina en expansión. Este entorno adverso es especialmente perjudicial para los niños, quienes presentan problemas en su desarrollo cognitivo. Entre los testimonios recogidos por Epicrol, un niño narra su dolor diario: “Hay días que me duele la cabeza y me sangra la nariz, la mayoría tiene plomo en su sangre”.
La expansión de la mina ha tenido un impacto devastador en la ciudad. Además de la constante contaminación del aire y del suelo, la población sufre los efectos de vivir en un ambiente con altos niveles de plomo, un metal pesado que afecta gravemente la salud. Epicrol, a través de su video, ha logrado dar voz a una comunidad que lucha por sobrevivir en medio de la devastación ambiental y la falta de apoyo gubernamental.
Impacto de la mina en la salud pública
En Cerro de Pasco, el impacto de la mina en la salud pública es alarmante: 8 de cada 10 habitantes tienen niveles de plomo en la sangre que superan los límites seguros establecidos por las autoridades sanitarias internacionales. Este metal pesado ha permeado no solo el aire y el suelo, sino también el organismo de los residentes, lo que ha generado graves consecuencias para su salud.
Según reportes del portal Mongabay, muchos de los metales pesados que afligen a Cerro de Pasco son conocidos por provocar cáncer y otras enfermedades. El envenenamiento por plomo, por ejemplo, puede provocar problemas de comportamiento y aprendizaje, además de tener el potencial de provocar anemia, lesiones nerviosas, cerebrales y renales e infertilidad. Cuando se respira en altas dosis, el cadmio puede dañar los pulmones y ser mortal; el manganeso puede desencadenar enfermedades neurológicas similares al Parkinson.
Los niños son el grupo más vulnerable a esta exposición. El plomo afecta severamente su desarrollo cognitivo y neurológico, esto ha provocado problemas de aprendizaje y retrasos en su crecimiento. Un residente comenta con preocupación: “Mi hijo ha tenido que dejar la escuela varias veces por enfermedades relacionadas con la contaminación”. Otro testimonio refleja el padecimiento cotidiano: “Hay días que me duele la cabeza y me sangra la nariz, la mayoría tiene plomo en su sangre”, afirma un niño.
Según lo reportando por el portal Muqui, comparados con los niveles máximos aceptables establecidos por el laboratorio alemán, los resultados son aún más alarmantes. En el caso del plomo, los niños de Cerro de Pasco exceden en 43 veces el límite del estándar internacional. Los niveles de hierro superan cuatro veces, el manganeso se eleva por siete y el aluminio se multiplica por cuatro.