Casi 400 alumnos de la institución educativa 14399, en el Centro Poblado El Sauce, en Sapillica, Ayabaca (Piura) estudian en condiciones precarias, pues tienen aulas hechas de adobe, con materiales expuestos, calamina, triplay e incluso algunas que fueron construidas por los padres de familia de la comunidad.
Las condiciones de los servicios tampoco son las adecuadas pues, según declaraciones de los padres de familias de la institución, “las aulas de adobe carecen de la iluminación y ventilación adecuada, y la falta de un cerco perimétrico compromete la seguridad de los escolares”, señalaron al medio regional Walac.
También se indicó que, aunque el colegio tenía 58 años de creación, la mayoría de sus aulas fueron construidas por los padres de los alumnos. Algunas de ellas incluso tienen paredes que no son de material noble y que corre el riesgo de colapsar en cualquier momento.
“A esta institución acuden diariamente 49 estudiantes del nivel primaria, 127 de primaria y 205 del nivel secundaria con Jornada escolar completa, provenientes de ocho caseríos”, detallaron los padres al medio regional.
El pedido de los padres de los alumnos es que el Ministerio de Educación pueda apoyar a la comunidad para que “se priorice la reconstrucción de esta institución educativa. Llevamos más de una década esperando contar con nueva infraestructura”, afirmaron.
El director del centro educativo, César Quispe, también indicó al medio Cutivalú que las aulas construidas son antiguas y también pueden colapsar en algún momento.
“Tenemos muchas necesidades y una de ellas es las aulas. No contamos con pabellones adecuados, aulas de adobe, construcciones antiguas que no guardan las condiciones como para que los alumnos reciban clases. Son aulas de adobe, sin piso y es lamentable”, aseguró.
Aulas de colegio en Arequipa son consideradas ‘inhabitables’
Los alumnos del colegio José Carlos Mariátegui también viven una condición similar, pues continúan cursando sus estudios en aulas declaradas inhabitables por Defensa Civil. La institución, ubicada en Paucarpata, enfrenta serios problemas de infraestructura que fueron detectados desde el año 2022. Pese a estas dificultades, y tras un proceso de refacción temporal, las condiciones distan de ser las adecuadas para un entorno educativo seguro.
Janeth Coaguila, directora del centro educativo, señaló que el origen del problema se remonta al año 2022, cuando se realizaba el pintado del techo de un aula con 25 alumnos. “Cuando se ejecutaban los trabajos, el techo se desplomó”, relató Coaguila. Aunque esperaban mejorar y ampliar las instalaciones, no previeron que el techo se vendría abajo.
Tras la difusión de estos hechos, diversas autoridades regionales y locales, incluyendo a varios congresistas, se comprometieron a brindar asistencia al colegio. Sin embargo, dos años después, las aulas continúan en condiciones deplorables. Esto fue informado por Defensa Civil, según informó Coaguila.
El colegio José Carlos Mariátegui cuenta con una matrícula de 940 alumnos que necesitan con urgencia la mejora de sus aulas. La institución tiene una antigüedad de 64 años, razón por la cual desde 2017 se formuló un proyecto de mejoramiento y ampliación. “Necesitamos una nueva estructura”, afirmó la directora.
Más del 92% de colegios en el Perú necesita algún tipo de intervención en su infraestructura
El caso de este colegio en la región Piura es uno de miles que se encuentran en condiciones precarias. En marzo, Infobae Perú pudo conocer que de los 55.358 locales educativos que existen a nivel nacional, solo 4.087, se encontraban con “brecha cerrada”. Esto significa que 51.271 escuelas, que equivale al 92.62% del total, necesita algún tipo de intervención en su infraestructura.
En entrevista con este medio, el sociólogo y magíster en políticas públicas, Jose Luis Gargurevich, comentó que existen estudios del Banco Mundial que demuestran una relación entre el aprendizaje de los menores y cómo está construido el centro educativo.
“El entorno donde los chicos aprenden se hace más relevante en situaciones como la nuestra (con un sistema de educación precario). La infraestructura en sí misma no produce el efecto, pero sí lo hace el espacio educativo con una infraestructura que, por ejemplo, reduzca la exposición prolongada al sol”, contó.
“El efecto de desgaste en estos sistemas de infraestructura más o menos supone como uno o dos puntos en las evaluaciones de aprendizaje. La conexión a Internet, que haya sitios aireados donde se pueden abrir las ventanas, entre otros aspectos, llegan cerca del 6% o el 7% de diferencia”, añade.
En esa misma línea, Gargurevich sostiene que también es importante considerar la seguridad de estos establecimientos, no solo en términos de riesgo de desastres, sino también en lo que respecto a la seguridad personal de los estudiantes.
Hasta 15 años de prisión para funcionarios que descuiden la infraestructura escolar
El juez Luis Del Carpio Narváez, del Primer Juzgado Penal Colegiado Nacional, advierte sobre las graves consecuencias legales que enfrentarían los funcionarios públicos por omisión de funciones y peculado.
Según declaraciones del juez, cuando el dinero destinado a obras en colegios es apropiado o sustraído ilícitamente, el delito no solo es considerado una omisión de funciones, sino un grave caso de peculado. “Ahí no hay delito de omisión, sino peculado,” señaló.
El juez Del Carpio también enfatizó en las penas que podrían recaer sobre funcionarios, que van desde la privación de la libertad hasta la inhabilitación perpetua de sus cargos, independientemente de si son ministros o directores de colegio.