Ubicado en la costa de Lima, el Santuario Arqueológico de Pachacamac surge como uno de los principales atractivos turísticos de la región. Este lugar, venerado a lo largo de milenios, fue el epicentro de diversas culturas del antiguo Perú que le rendían culto. Entre las ruinas se encuentran templos, plazas y pirámides, lo que destaca las magníficas construcciones realizadas por los incas, quienes también edificaron el acllawasi, conocido como la casa de las vírgenes del sol.
Hoy en día, Pachacamac no solo atrae por su riqueza histórica, sino también por la fascinante experiencia que ofrece a sus visitantes. Su museo de sitio alberga el icónico ídolo de Pachacamac, una pieza central que encierra innumerables relatos y misterios de las culturas que lo adoraron. Los hallazgos y vestigios arqueológicos invitan a explorar un pasado lleno de misticismo y culto religioso, lo que ha convertido a Pachacamac en una parada obligatoria para los amantes de la historia y la arqueología.
¿Cuál es la historia del sitio arqueológico de Pachacámac?
A lo largo de su historia, Pachacamac ha sido un centro de gran relevancia para distintas culturas prehispánicas en la costa del Pacífico. Los primeros registros históricos del sitio datan de la cultura Lima, que floreció aproximadamente en el año 200 d.C. Durante este periodo, se construyeron importantes edificaciones como el Templo Viejo y el Templo de Urpi Huachac. Los antiguos pobladores se establecieron en la región hace unos tres mil años, para aprovechar los recursos hídricos y dedicándose principalmente a la pesca.
Desde el 600 D.C. hasta el 1100 D.C., la cultura Wari hizo de este sitio arqueológico su hogar, consolidándolo como un eminente centro oracular al que acudían peregrinos de diferentes regiones. Posteriormente, la cultura Ichma tomó control del lugar, construyendo pirámides y rampas, entre otros edificios importantes.
Alrededor de 1470, los Incas integraron Pachacámac a su imperio, elevándolo a la categoría de uno de sus santuarios más importantes. Sus templos eran visitados por multitudes de peregrinos debido a su oráculo, considerado capaz de predecir el futuro y controlar los movimientos de la tierra. Además de las estructuras ya existentes, edificaron el Acllawasi, conocido como el Templo de las Vírgenes del Sol. La importancia espiritual y política del sitio se reflejaba en los largos viajes que el propio Inca hacía desde Cusco para consultar el oráculo.
La llegada de los conquistadores españoles en 1533 marcó un hito trágico, con el saqueo del santuario de Pachacamac. Antes de este evento, el sitio ya había alcanzado el estatus de oráculo y santuario más influyente de la costa pacífica. Durante siglos, la arena cubrió las ruinas hasta que, en el siglo XX, notables investigadores como Max Uhle, Julio César Tello y Arturo Jiménez Borja, entre otros, desenterraron y estudiaron el área, para revelar su rica historia.
¿Cuáles son las principales estructuras de este sitio arqueológico?
Pachacamac alberga una serie de estructuras impresionantes que revelan la grandeza y complejidad de las culturas que lo habitaron. Según el portal Machu Picchu Terra, entre las principales edificaciones se encuentran:
- Templo del Sol: El edificio más destacado de Pachacamac, construido por los incas y dedicado al dios sol. Está formado por cinco estructuras piramidales con una base de piedra y el resto de adobe. Era el lugar donde se conservaba el ídolo de Pachacamac junto con ofrendas de oro y plata. Tras la llegada de los españoles, el ídolo fue quemado y las joyas robadas.
- Templo de la Luna: Conocido también como ‘Mamaconas’, este edificio fue un Acllahuasi o residencia de mujeres vírgenes dedicadas al culto del sol. Consta de varios recintos con graderías, colcas, reservorios de agua y templos con hornacinas, elaborados con finos tallados de piedra y adobe que se mantienen bien conservados hasta hoy.
- Templo Viejo: Una de las edificaciones más antiguas, correspondiente a la cultura Lima que habitó el lugar entre los siglos III D.C. y VII D.C. Construido con pequeños bloques de adobe sobre un promontorio de rocas, este templo primigenio se encuentra en ruinas debido a su antigüedad.
- Templo Pintado: Este templo debe su nombre a los murales adornados con figuras zoomorfas, geométricas y humanas en tonalidades verde, azul y amarillo. Data de la época Tiahuanaco-Wari (650 D.C. - 900 D.C.) y es una pirámide escalonada accesible mediante largas rampas. El paso del tiempo ha desdibujado sus figuras y colores.
- Edificio de Tauri Chumpi: Este recinto de varias habitaciones, hecho de piedra y adobe, pertenecía a Taurichumbi, el curaca inca de Pachacamac en el momento de la llegada de los españoles en 1533. Aunque se encuentra semi destruido, las crónicas indican que Hernando Pizarro llegó y solicitó el ingreso al recinto del sol donde se hallaban el dios Pachacamac y las ofrendas de oro y plata.
- Nunciaturas Regionales: Estas 16 estructuras, correspondientes a la época de la cultura Ychma (1100 D.C. - 1450 D.C.), presentan bases de piedra y muros de adobe semi destruidos. Aunque ya estaban abandonadas a la llegada de los españoles, se consideran sedes ‘diplomático-religiosas’, según la crónica de Antonio de la Calancha (1639).
- Plaza de los Peregrinos: Este amplio espacio rectangular de más de 300 metros, data de la época incaica y servía como lugar de espera para los peregrinos que deseaban visitar el Templo del Sol. Compuesta por muros, columnas y posiblemente un techo de totora, la plaza formaba parte de la red vial inca, los Qhapac Ñan. El inca realizaba largas peregrinaciones y días de ayuno para llegar a Pachacamac.
¿Qué objetivos y funciones tiene el nuevo Museo de Sitio Pachacamac?
Al cumplirse 59 años de la fundación del Museo de Sitio Pachacamac en 1965 por Arturo Jiménez Borja, se reinauguró un nuevo museo en febrero de 2016. Este renovado espacio, que se localiza en el propio sitio arqueológico sin restarle protagonismo, tiene la misión de promover la valoración del complejo de Pachacamac tanto a nivel nacional como internacional. Uno de los objetivos principales del nuevo museo es establecer un diálogo con la comunidad local para consensuar y concienciar sobre las posibilidades reales que el patrimonio tiene como herramienta de desarrollo.
Según la información recopilada en el estudio “El Museo Pachacamac en el siglo XXI” de Denise Pozzi-Escot y Carmen Rosa Uceda, este proyecto del nuevo museo se remonta a 2005, durante la dirección de Luis Guillermo Lumbreras en el Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC), cuando se convocó un concurso para su construcción. El estudio de arquitectos Llosa y Cortegana resultó ganador, aunque el proyecto quedó en suspenso hasta 2008. Ese año, bajo la dirección de Cecilia Bakula en el INC, se impulsó la actualización y ejecución del proyecto. En 2009, los arquitectos se reunieron con un equipo de expertos convocados por la UNESCO y con los investigadores del Museo de Sitio de Pachacamac (MSPAC) para actualizar las funciones del museo, se tiene en cuenta las actividades actuales y futuras, como la inclusión de depósitos de material cultural y gabinetes de investigación.
La actualización del diseño del museo representó un significativo intercambio de ideas entre los proyectistas y el equipo del MSPAC, lo que permitió ajustar las instalaciones a las necesidades reales del funcionamiento y proyecciones del museo.
El museo alberga una impresionante colección de piezas arqueológicas que abarca siglos de historia. Entre los artefactos más destacados se encuentra el ídolo de Pachacamac, una figura venerada que fue central en los rituales religiosos. Aunque el ídolo original fue quemado durante la llegada de los españoles, la representación actual ayuda a los visitantes a apreciar su importancia histórica y simbólica. Este ídolo, elaborado con esmero, fue objeto de culto y ofrendas durante cientos de años, lo que ilustró la profunda espiritualidad y significado cultural del sitio.