El ser humano ha usado diferentes formas para resolver sus problemas desde la antigüedad. En este apartado vale mencionar la práctica del duelo, un enfrentamiento, combate o pelea, generalmente entre dos personas o grupos, que tiene como objetivo resolver algunos dilemas del tipo interpersonal y que se origina a través de un desafío entre las partes.
Este ha sido llevado a cabo desde hace mucho en esferas aristocráticas principalmente, y aunque nos parece impensable que dos personas puedan incurrir en estas prácticas, existe una curiosa historia perteneciente tan solo al siglo pasado que retrata un duelo, aunque no uno cualquiera, ya que este ocupó la atención de los medios, la población y tuvo un trágico final.
El duelo en Malambo
Emilio Willman, ‘Carita’, y Cipriano Moreno, ‘Tirifilo’, fueron los protagonistas del duelo de ‘faites’ que mereció desde artículos en las páginas policiales y crónicas, hasta un relato del mismísimo Ciro Alegría y pintorescos vals para recordarlo. En una época donde las personas todavía arreglaban sus asuntos como caballeros el duelo en mención es una historia real que ocurrió un 2 de mayo de 1915.
Por aquellos días el hampa nacional proliferaba en barrios como el convulsionado Malambo, en el Rímac, espacio que desde el virreinato había sido el hogar de negros, indios y españoles pobres afuera de las murallas de la Lima colonial. También llegaban ahí esclavos africanos que esperaban ser vendidos al mejor postor.
Lo cierto es que todo esto hizo de Malambo un lugar donde el ‘faite’, que se movía en el submundo de la fechoría y las páginas policiales, fuese reconocido como parte de ese ecosistema de aura criolla.
Aquí resalta, por un lado, Cipriano Moreno o ‘Tirifilo’, quien era descrito como un hombre alto, violento y que trabajaba también con la ley como ‘soplón’ y hasta torturador en algunas cárceles capitalinas. Diestro en el uso de la chaveta, el hombre negro ya se había hecho un nombre en el mundo del hampa.
Por otro lado estaba Willman, también conocido como ‘Carita’, quien era más bien un joven mulato e hijo de una lavandera negra y un marinero extranjero, de quien habría obtenido el apellido.
No se sabe con exactitud por qué se batieron a duelo. Algunas versiones indican que fue por un asunto de amores, sin embargo, también se menciona que fue resultado de una ofensa de ‘Tirifilo’ contra la madre de ‘Carita’, es decir, una cuestión de honor. Además, también se dice que el primero habría echado mano de sus contactos policiales para enviar a la cárcel al segundo, es decir, se trataría de una venganza que ‘Carita’ tenía reservada y que le permitiría también ser el nuevo rey del hampa, tal como ocurre con una disputa criminal de nuestra época.
Lo cierto es que el duelo ocurrió, aunque tampoco es seguro quién retó a quién.
Un sangriento encuentro
Llegada la fecha los contrincantes se vieron cara a cara en un descampado rimense con sus respectivas compañías, quienes serían testigos del evento, un duelo de ‘faites’ como los que se daban en las altas clases sociales, donde se ponían en juego el honor y la honra.
Narra Ciro Alegría que a, punta de chavetas, ‘Tirifilo’ se lanzó contra ‘Carita’ sin advertir que la agilidad de este lo pondría en aprietos. Sin embargo, había una clara superioridad de su parte gracias a su tamaño y la destreza en el uso del arma blanca. Por poco y acaba con su contrincante, que estaba determinado a pelear de lejos, esperando el momento para asestar su golpe.
La sangre iba y venía de los brazos, hombros y hasta el rostro de los duelistas, pero Willman parecería ser el peor parado allí. Según relata el diario El Comercio, ambos buscaban el punto débil del otro, pero en algún punto ‘Tirifilo’ fue perdiendo confianza y “parecía más que temeroso” ante la furia de ‘Carita’.
El experimentado hampón resbaló dos veces, pero la segunda fue aprovechada por Willman para acertarle un chavetazo mortal a la altura de los pulmones. Más de una versión asegura que pese a esto, ‘Tirifilo’ pretendió seguir peleando con sus últimas fuerzas y recibió una última embestida antes de partir.
Los hechos posteriores al duelo son la muerte de ‘Tirifilo’ , cuyo cadáver terminó en la morgue y el arresto de los asistentes al duelo. En cuanto a ‘Carita’, quedó internado en el Hospital 2 de Mayo y bajo custodia policial.
Hubo más de una crónica y página periodística dedicada a este hecho que llamó poderosamente la atención y quedó marcado en el imaginario colectivo de la época. Según se sabe, la ley juzgó a Emilio Willman por asesinato, pese a que los amigos de este aseguraron que fue en realidad un ‘duelo de caballeros’ y no un crimen.
Una cuestión de honor
Como se ha mencionado, nada menos que Ciro Alegría recogió la historia, ya que durante sus días como preso político conversó con ‘Carita’ en persona. Según afirma: “Cuando la Corte de Justicia vio el caso, Carita tenía ganada su causa en la opinión. Los magistrados consideraron la reyerta entre un negro y un mulato de Malambo como una clara cuestión de honor, un duelo de caballeros”.
En tal sentido, vale mencionar que Mariátegui los bautizó como ‘los héroes de la chaveta’, y ambos demostraron un fuerte sentido del honor, caballerosidad y valentía pese a su bajo estrato al momento de batirse a duelo; alejándose de los convencionalismos del submundo en que vivían, donde imperaba el deshonor y la falta de palabra, como menciona Carlos Aguirre para Libros & Artes. Así, el duelo estuvo a la altura de los que se llevaban a cabo en la alta aristocracia.
Más tarde, Emilio Willman pasaría algunos años en prisión y el duelo sería recordado incluso con algunos valses como Muerte de Tirifilo o Sangre Criolla, cuyos versos revelan la forma en que se percibió el duelo en Malambo.
“También los hijos del pueblo tienen su corazoncito, que el valor no es patrimonio solo de los señoritos (...) sin floretes ni pistolas, sin médico y sin testigos, sino con unas chavetas puntiagudas y con filo en el Montón se citaron el Carita y Tirifilo (...) faitemanes como nadie, míralos, míralo, valientes y decididos. Mozos chuchos, ¡pura yema! La flor de lo mejorcito”, menciona la canción.
Como dato adicional es importante mencionar que Willman se entrevistó con Alegría cuando purgaba una segunda condena por otro delito, ya que fue indultado anteriormente por la muerte de ‘Tirifilo’. Se dice que luego de pasar 15 años de penal en penal salió en libertad y vivió sus últimos días tranquilamente, hasta que un auto a excesiva velocidad lo llevó a la tumba. Ironías de la vida que nos recuerdan su esencia efímera e inesperada.