El nombre de Francisca Aronsson no solo suena fuerte en Perú, sino que también en el mundo. El talento para la actuación de esta joven, que acaba de cumplir 18 años, ha demostrado que no hay límites si es que deseamos y trabajamos fuerte en todo lo que queremos lograr.
Nacida en Suecia el 12 de junio del 2006, pero nacionalizada peruana, la artista ha tenido papeles importantes en nuestro país, sin embargo, desde muy pequeña tenía en claro que su vocación era la actuación. Por eso, no lo pensó dos veces y, aunque esto significaba no tener una infancia común, arriesgó todo por esta difícil profesión.
Este 2024, Francisca volvió al Perú, luego de 4 años de ausencia laboral. Esta vez, la actriz es parte de ‘Pituca sin Lucas’, una telenovela de Latina Televisión, con la que deja atrás a América, el canal con el que inició su trabajo en la pantalla chica. Sin embargo, recuerda cada momento con mucho amor.
“Yo nunca había trabajado con Latina a nivel audiovisual, hasta ahora con ‘Pituca sin Lucas’ y estoy muy contenta. Anteriormente, he trabajado en América, casi todas las novelas, si no son todas y han sido unas experiencias muy bonitas. Pero este regreso a trabajar a Perú, después de cuatro años, ha sido muy especial para mí. Más que todo en esta producción que se puede ver la diferencia de calidad”, menciona la artista a Infobae Perú.
Una infancia diferente por el sueño de ser actriz
Comenzar su carrera de actuación de manera profesional y desde muy pequeña, definitivamente ha significado un reto en la vida de Francisca. Papeles en ‘Al Fondo Hay Sitio’, su recordado protagónico de ‘Margarita’, fueron los primeros pasos de la joven en el cine y la televisión.
Sin embargo, estar entre grabaciones, lejos de casa, perderse algunos momentos de su infancia han sido parte de este proceso para llegar hasta donde está. Sobre esto, la artista comenta a Infobae Perú que la ha ayudado a crecer y saber lo sacrificada que es esta carrera.
“Ha sido bien complejo, ha sido súper retador, pero creo que también es parte del proceso y me ha enseñado mucho a crecer como persona y como actriz. De todas maneras son retos que la vida te pone, pero que son necesarios de pasar para ver también si tú estás preparado mentalmente o físicamente para sobrellevar una carrera como es la actuación”, dijo la artista.
Pero, un reto como este también la expuso a tener más de un ‘no’ en sus tantos casting. Este sería uno de los momentos más complicados, pues siendo tan pequeña podrían desalentarla o incluso afectarle emocionalmente. Al respecto, Francisca confiesa que supo manejarlo y aprendió, a muy corta edad, que una respuesta negativa no era su culpa.
“Recuerdo que la desilusión me duró muy poco porque desde muy pequeña comencé a entender que nada de esto es personal. Entonces, si me decían que ‘no’, no era un no sobre que yo era el problema, sino de que también hay muchos factores que pueden cambiar durante los meses de preproducción y de casting, que uno no puede controlar”, agrega, muy segura de lo que logró.
Aunque reconoce que hubo un momento en que sí le afectó, fue mucho más fuerte que eso. “De todas maneras cuando era niña me afectaba, pero después al año me dejó de afectar y eso fue algo muy bueno. También hay que reconocer que yo no he tenido tantos ‘no’ aquí en Perú, la mayoría los he tenido cuando yo he querido probar internacionalmente”, manifiesta.
La tan ansiada internacionalización
Uno de los retos más grandes de los artistas en Perú es ser reconocidos internacionalmente. Francisca, a sus cortos 18 años, ha logrado destacar en producciones internacionales en países como España y Chile, sin embargo, el Perú siempre será su casa.
Sobre este proceso para comenzar a trabajar fuera, revela que es un camino complicado, pero la base de avanzar es confiar en tu propio talento y, sobre todo, reconocer que es muy probable tener varias respuestas negativas en el camino porque la competencia es bastante grande.
“Es súper complicado. Realmente tienes que invertir mucho en tu carrera y me refiero en confiar en tu talento y viajar de un continente a otro, hacer un casting sin saber si vas a quedar uno en el papel, si ese trabajo va a ser tuyo. Hay tener mucha confianza y como digo, hay que tener unos ovarios grandes para realmente dar el paso porque hay mucha competencia. Cientos de miles de personas que buscan el mismo papel”, confiesa.
Trabajar en diferentes producciones, la obliga a no tener un lugar donde establecerse y, por el contrario, suele viajar constantemente, lo que significa llevar una vida, casi, alrededor del mundo. Pese a que es un proceso lleno de vaivenes, confiesa que está acostumbrada y le ha ayudado a conocerse mucho más.
“Ya estoy acostumbrada de no vivir en un país exacto, siempre estoy viviendo en diferentes países, cosa que también agradezco mucho porque me está enseñando un montón, pero también es un reto muy grande. Me doy cuenta de también cómo yo me conozco mucho en estos procesos. Está siendo una linda experiencia trabajar acá y también porque estoy viviendo sola”, agrega Francisca.
Los 18 años y un nuevo inicio
El 12 de junio, Francisca Aronsson cumplió la mayoría de edad. Aunque por mucho tiempo parecía desconocerse su edad, la joven ha desarrollado una carrera impresionante siendo menor. Sin embargo, el pasar a tener 18 años significará un cambio en su vida, por las responsabilidades y las decisiones que tendrá que tomar a partir de ahora.
Sobre ello, la artista dice que está muy emocionada y lista para todo lo que venga. “Siento que habrá un cambio grande en mi vida laboral y también personal, pero son cambios que como toda persona tiene que pasar. Sí, es algo que me emociona mucho, porque es una nueva etapa y estoy como súper lista para recibirla”, expresa.
Aunque ya es mayor, desde sus inicios la actriz ha estado expuesta a todo tipo de críticas o comentarios en su contra. Desde su aspecto físico, su acento al hablar o detalles de su aspecto. Sobre esto, Aronsson asegura que nunca le afectó, sino que, por el contrario, esto hablaba más de los demás que de ella misma.
“Desde muy pequeña estaba expuesta a todo este tipo de comentarios, pero realmente nunca me han afectado. Puede sonar un poco irreal, pero es por cómo he crecido en mi familia y en cómo me han criado. Me han enseñado que cualquier comentario o crítica a través de una pantalla o en físico, no es algo que yo me tenga que tomar personal porque son comentarios que exponen las inseguridades de las personas o sus ganas de querer hacer sentir mal a los demás porque ellos se sienten mal. Entonces, cuando yo entendí eso también desde muy niña, ningún comentario me afectó”, complementa.