Solo uno de los seis principales bancos que financian la extracción de petróleo y gas en la Amazonía cuenta con una política eficaz para la protección de la región, según un informe reciente presentado por Stand.earth y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA). El estudio, titulado “El blanqueo ecológico en la Amazonía”, fue dado a conocer el pasado 11 de junio de 2024 en Lima.
Según el documento, un promedio del 71 % de la Amazonía no está adecuadamente protegida por los marcos de gestión de riesgos ambientales y sociales de cinco de los principales financistas de la región: Citibank, JPMorgan Chase, Itaú Unibanco, Santander y Bank of America. Esto deja a vastas extensiones de la selva amazónica sin protección adecuada contra los riesgos climáticos, la pérdida de biodiversidad y la violación de los derechos de los Pueblos Indígenas.
Solo HSBC ha adoptado una política efectiva al comprometerse en diciembre de 2022 a excluir el financiamiento de actividades de petróleo y gas en la Amazonía. “Hasta ahora, no se han registrado nuevas transacciones de HSBC en 2023″, según la Stand.
El informe también señala que la industria petrolera ha causado graves problemas ambientales en Ecuador, Perú y Colombia, incluyendo más de 8200 pasivos ambientales y numerosos derrames de petróleo. En Ecuador, el 65 % de los territorios indígenas coinciden con bloques de petróleo y gas, y se han reportado más de 4600 derrames entre 2006 y 2022. En Perú, las concesiones de petróleo y gas abarcan el 33 % del territorio indígena, equivalente a 15.4 millones de hectáreas.
Jorge Pérez, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), denunció la complicidad de los bancos y las empresas en la destrucción de la Amazonía peruana. “Exigimos que JPMorgan Chase, Citibank y Bank of America asuman la responsabilidad por el daño que están causando en la Amazonía peruana”, afirmó Pérez.
Además, el estudio revela que el 72 % de todas las transacciones de financiamiento de combustibles fósiles no priorizan adecuadamente los valores medioambientales y sociales. Esto limita la precisión en la identificación de riesgos y la implementación de mecanismos de exclusión y filtros por parte de los bancos.
El informe insta a los bancos a adoptar exclusiones geográficas en todas las transacciones relacionadas con el sector de petróleo y gas en la Amazonía. Se propone que esta medida, similar a las exclusiones del Ártico adoptadas en 2020, es necesaria para proteger la biodiversidad y los derechos de los Pueblos Indígenas, además de mitigar el cambio climático.
Bancos norteamericanos invierten sumas millonarias en petróleo y gas
Citibank y JPMorgan Chase, los principales bancos norteamericanos, han financiado con miles de millones de dólares el sector de petróleo y gas en la Amazonía durante las últimas dos décadas, según revela un informe reciente. La investigación, basada en la Base de Datos de los Bancos Operando en la Amazonía de Stand, analiza más de 560 transacciones financieras acometidas por aproximadamente 280 instituciones financieras en la región en los últimos 20 años.
Citibank ha destinado 2.320 millones de dólares y JPMorgan Chase 2.250 millones de dólares al financiamiento directo del sector en la Amazonía. El informe indica que ambos bancos emplean mecanismos de gestión de riesgos ambientales y sociales que en muchos casos resultan ineficaces. Por ejemplo, los procedimientos de exclusión geográfica de Citibank cubren solo el 2% de la Amazonía y sus filtros adicionales abarcan otro 44% de la región. JPMorgan Chase, por su parte, financió con 126 millones de dólares nuevos proyectos de producción de petróleo y gas en Colombia en 2023, asimismo destinó fondos a Hunt Oil Perú, afectando a comunidades indígenas.
La política de Itaú Unibanco, tercer mayor financista, carece de exclusiones y filtros aplicables a operaciones petroleras y gasíferas en la región, conformando el 99% de sus transacciones sin cumplir los estándares de los Principios de Ecuador. Entre las empresas asociadas se encuentran Eneva, Frontera y Petrobras.
Banco Santander, gigante financiero europeo, ha aportado cerca de 1.400 millones de dólares al sector entre 2009 y 2023. Si bien su política de exclusión cubre un 16% de la Amazonía, sigue careciendo de transparencia y rendición de cuentas en sus transacciones, mayoritariamente bonos sindicados.
Finalmente, el informe subraya la continuidad del financiamiento por parte de Bank of America, el mayor financista de la Amazonía en 2023 según “Banking on Climate Chaos”. Su política de gestion medioambiental no afecta a la mayoría de sus transacciones en la región.
Desde la campaña Exit Amazon Oil and Gas lanzada por Stand.earth, algunas entidades como BNP Paribas, Natixis, ING y Credit Suisse se comprometieron a cesar su financiamiento relacionado al comercio de petróleo amazónico. Sin embargo, líderes como Fany Kuiru de COICA y Todd Paglia de Stand.earth exhortan a una implementación más estricta y extensa de políticas de exclusión geográfica total en la Amazonía para proteger tanto a las comunidades indígenas como a la biodiversidad de la región.