Ricardo Pun Chong, médico considerado como ‘Héroe del Año’ por la CNN, reapareció luego de nueve meses de salir del coma

Ha pasado nueve meses desde que Ricardo Pun Chong —médico premiado como ‘Héroe del Año’ por la cadena CNN en el 2018— salió del coma tras presentar una afección al corazón. Sus familiares, amigos, madres y los menores que son parte del albergue Inspira lo esperaban para que continúe compartiendo sonrisas.

El peruano de 52 años permaneció más de 10 días sedado en el Hospital Rebagliati, donde su situación de salud era reservada. No obstante, el médico reapareció para las cámaras de Canal N y contar su propia lucha y su regreso a su segunda casa junto a las niñas y niños que presentan un problema de salud.

Pun Chong confiesa que nunca se sintió solo, debido a que le hicieron llegar sus muestras de cariño por diversos medios hasta de personas que no conocía. “Estoy totalmente agradecido por tanto amor que he recibido en esos días”, señala y precisa que muchos de los mensajes que recibió fue cuando estaba sedado.

El médico reconocido internacionalmente por sus acciones, ya ha regresado a su casa, donde al llegar siempre lo reciben con decenas de sonrisas. La ONG Inspira fue fundada en 2008 por Pun Chong en respuesta a la necesidad de alojamiento para las familias que viajan desde el interior del país a Lima para recibir atención médica.

La organización surgió tras observar las condiciones en las que se encontraban muchos padres y madres de niños enfermos, quienes no contaban con los recursos económicos para alquilar un lugar donde quedarse. Por ello, decidió crear un espacio destinado a estas familias después de presenciar cómo los menores dormían en el suelo durante sus estancias en la capital.

El médico logró recaudar fondo con ayuda de los voluntarios, empresas y otras organizaciones para contar con un espacio más grande y cómodo, lo cual permitiría la acogida de más personas. Sin embargo, la ayuda económica es uno de los factores que se necesita en esta oportunidad para que más menores tengan la oportunidad de llevar un tratamiento.

Yael y su madre llegaron a Lima desde Piura luego de ser diagnosticado con gastrosquisis, una enfermedad que le dañó los intestinos. El pequeño tuvo que ser operado hasta en seis veces en solo los primeros cinco meses de nacido. “Por la salud de mi hijito que nació con gastrosquisis lo derivaron a Lima, porque allá no había”, señaló su progenitora. Es así como llegó a este albergue que le permitió que su menor ahora haya superado este mal.

Una historia parecida es la del pequeño Adrián, quien llegó desde Junín junto a su mami. En esta oportunidad, el pequeño fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, pero no tenían donde quedarse y fue el albergue que les abrió las puertas.

Cabe precisar que antes la ONG Inspira solo acogía a pacientes de bajos recursos que fueron diagnosticados con cualquier tipo de cáncer. Sin embargo, la ayuda de cada peruana y peruano ha permitido que las oportunidades se extiendan y menores con otras afecciones puedan ser parte de esta casa hogar.